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Realizan monitoreo ambiental en los ríos Conlara y El Volcán

El estudio permitirá conocer si están contaminados y qué posibles soluciones les podrán brindar. El trabajo es realizado por especialistas de la Secretaría de Medio Ambiente y Parques.

Por redacción
| 20 de enero de 2021
Trabajo de campo. Una técnica de Medio Ambiente toma muestras en el río Conlara, que tiene una extensión de 180 kilómetros. Foto: ANSL.

La Secretaría de Medio Ambiente y Parques lleva adelante un estudio en los ríos Conlara y El Volcán, con la finalidad de recoger y sistematizar información geográfica que permitirá identificar problemáticas actuales y sus posibles soluciones.

 

Las tareas las lleva adelante un equipo técnico interdisciplinario de Medio Ambiente, que está integrado por ingenieros ambientales, biólogos y geólogos.

 

El río Conlara, en el noreste de la provincia, tiene una extensión de 180 kilómetros y la particularidad de que es uno de los pocos del país que corre de sur a norte. Tiene un buen régimen de agua, por lo que es un río de caudal permanente, con excepción en las zonas cercanas a su infiltración o desaparición.

 

 

El monitoreo tiene como objetivo elaborar un diagnóstico de la situación ambiental de los ríos de la provincia. Natalia Spinuzza.

 

“Hemos establecido el monitoreo de distintas cuencas hídricas de la provincia, que tiene como objetivo elaborar un diagnóstico de la situación ambiental de los ríos y, en el caso que alguno presente algún grado de contaminación, trataremos de hallar una solución para subsanarlo”, señaló la secretaria de Medio Ambiente y Parques, Natalia Spinuzza.

 

El monitoreo ambiental comenzó en noviembre de 2020 y consta de cuatro etapas. La primera consistió en un análisis interno mediante el cual recopilaron información a partir de distintas fuentes bibliográficas y de datos geográficos que permitieron conocer los tipos de suelo, la vegetación, el sistema de drenaje y el ordenamiento territorial de bosques nativos, entre otros.

 

“Toda esa información se fue plasmando en un mapa de toda la cuenca del río Conlara. Posteriormente lo que hicimos fue ubicar en el mismo plano distintos elementos significativos, tanto naturales como entrópicos (relacionados con el desorden que puede presentar un sistema) que pudieran afectar las características de ese torrente”, describió.

 

 

Más investigación
La investigación en los ríos Conlara y El Volcán está en la misma etapa de avance. Los especialistas tienen previsto empezar próximamente el monitoreo en los ríos San Luis y Quinto, adelantó Spinuzza.

 

En el segundo, realizaron inspecciones en terrenos en todo el curso del río para relevar las distintas actividades que pudieran impactar sobre él, como los basurales a cielo abierto, las plantas de afluentes cloacales y las industrias.

 

A partir de todo el recorrido que efectuaron, pudieron definir dónde obtener las muestras y realizaron cuarenta testeos, que consistieron en análisis físico-químicos y microbiológicos. “Cuando hacemos los análisis físico-químicos, lo que vemos principalmente son los parámetros como la temperatura, la presencia de metales en el río y el pH (el índice de alcalinidad según la cantidad de hidrógeno). En los microbiológicos, lo que advertimos concretamente son los indicadores orgánicos que pueden tener los ríos”, detalló.

 

 

Balneario de Santa Rosa. Tradicional en el noreste provincial, es alimentado por las aguas del río Conlara. Foto: El Diario

 

 

Trabajo conjunto con la UNSL

 

Según la funcionaria, en marzo harán un muestreo que será muy importante porque lo realizarán en conjunto con la Universidad Nacional de San Luis (UNSL). “Se trata de un control de macro invertebrados bentónicos, que son bioindicadores que demuestran la presencia o ausencia de ellos y nos permitirá determinar en qué estado de contaminación o no se puede encontrar el cauce”, manifestó.

 

Actualmente, el equipo ambiental trabaja en la tercera etapa, en la que los sectores analizados abarcaron desde la localidad de Paso Grande hasta San Pablo y continuarán por todo el curso del río hasta Lafinur, donde finaliza. “Ya hemos realizado el cincuenta por ciento de las muestras”, señaló.

 

La cuarta etapa comenzaría a mediados de marzo con las conclusiones y acciones que puedan tomar, una vez que se tengan todos los resultados, y que va permitir localizar la zona, en el caso que exista algún grado de contaminación.

 

“Esta metodología de trabajo, al ser tan específica, nos permitirá identificar cuál es la fuente de contaminación, ya sea tratamiento de afluentes cloacales, de residuos industriales, el de una mala gestión de residuos sólidos urbanos o por la aplicación inadecuado de algún agroquímico, ya que el río atraviesa distintos campos cultivados”, resaltó.

 

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