Tras asumir como nuevo presidente de Estados Unidos, el martes 20, Joe Biden ordenó el regreso de su nación al Acuerdo de París, pactado por 196 naciones para enfrentar el calentamiento global, y del cual se había retirado por orden de su predecesor Donald Trump el 4 de noviembre de 2020.
“Acojo con gran satisfacción las medidas del presidente Biden para volver a entrar en el Acuerdo de París y me sumo a la creciente coalición de gobiernos, ciudades, estados, empresas y personas que están adoptando medidas ambiciosas para hacer frente a la crisis climática”, declaró Antonio Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas.
El jueves 21, el inmunólogo Anthony Fauci, nombrado consejero de salud por Biden, anunció en una reunión virtual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el regreso estadounidense a esa organización, la disposición a ponerse al día con el pago de sus cuotas y además participar en el programa Covax, de vacunas contra la COVID-19.
“Estados Unidos está dispuesto a trabajar en colaboración y solidariamente para apoyar la respuesta internacional a la COVID-19, atenuar su impacto, reforzar nuestras instituciones, hacer que avance la preparación ante futuras epidemias y mejorar la salud y el bienestar de todos los pueblos del mundo”, afirmó Fauci.
De la OMS se retiró Trump el 7 de julio de 2020, y Washington además se marginaba del pacto Covax, de 172 Estados, para acceder y distribuir equitativamente entre todos los países 2.000 millones de dosis de vacunas este año.
Otra medida significativa de la nueva política estadounidense fue la orden de Biden para detener la construcción del muro fronterizo con México, que buscó frenar a migrantes indocumentados, y que se extendió sobre unos 700 de los 3.142 kilómetros de la frontera. Menos de la mitad se construyó durante el gobierno de Trump.
Tras la Cumbre de Ambición Climática del año pasado, los países responsables de producir la mitad del carbono mundial se comprometieron con lograr la neutralidad de sus emisiones en las próximas décadas.
Con la intención expresada por Biden se cubrirían dos tercios de las emisiones de carbono, pero aun así queda un largo camino por recorrer, debido a que la crisis climática continúa empeorando y se acaba el tiempo para limitar el aumento de temperatura a 1,5 grados centígrados.
La meta del Acuerdo de París para el año 2050 es que el calentamiento global del planeta no exceda de 1,5 grados centígrados sobre los niveles de la era preindustrial, en camino a que a lo largo del siglo el exceso se sitúe bajo los dos grados, mediante una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Acciones simples y concretas de un nuevo rumbo, sin embargo, para que haya algo que festejar, aún resta mucho camino por recorrer.
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