Nacho Zabala llega a San Luis con su espectáculo "Conatus"

Para salir de la rutina porteña y tejer redes con colegas de la zona, Nacho Zabala llegó por primera vez a San Luis con su espectáculo de teatro y circo callejero. Su idea fue explorar otros escenarios del país, diferentes a los lugares donde sus coterráneos porteños suelen hacer sus temporadas artísticas.

Instalado desde principios de enero en una casilla rodante, en el patio trasero de la casa donde habita la compañía de circo de la familia Von Pérez, en Merlo, el clown lleva su performance a la plaza de Carpintería y al Paseo de los Artesanos en la Villa de Merlo, todos los días desde las 20:30. El espectáculo, llamado "Conatus", es a la gorra.

El nombre del show significa “intento” en latín y originalmente fue pensado para una sala, aunque ahora quedó adaptado a la calle. El actor, malabarista y monociclista lleva al público la historia de “Boris”, un payaso miedoso que estuvo encerrado en una valija durante años por temor al fracaso y al contacto con el público.

Gracias a la insistencia de un conserje, quien junto al público le insiste para que despierte y salga del encierro, el protagonista comienza sus hazañas y tendrá que enfrentar la presión de recobrar su precisión y efectividad para volver a deslumbrar. Ambos personajes son interpretados por Nacho, quien en escena demuestra su versatilidad actoral.

Junto a su compañera, Nacho partió desde Buenos Aires a Merlo para hacer su temporada “en un lugar distinto” al que suelen ir sus colegas en verano, como la Costa Atlántica. “Tuve ganas de pensar en un lugar geográficamente más lindo y también de abrir el abanico y tejer redes con otras personas", contó el payaso.

La experiencia lo dejó —según dijo— bastante satisfecho, entre otras cosas, porque encontró colegas que, "aparte de ser personas muy agradables, tienen mucho talento y empuje para hacer el laburo". Nacho destacó que el trabajo de los artistas del Valle tiene mucha fuerza en la cultura popular y el arte callejero. "Muchas veces, lo que hacemos es difícil de llevar en forma colectiva”, reflexionó el joven de 30 años.

"Conatus" conjuga las técnicas de teatro gestual, físico, clown, la manipulación de objetos, equilibrios, monociclo, malabares y diábolo en un show de 40 minutos, que divierte a grandes y chicos. Para el actor, que sea a la gorra es una “decisión política”. “Sobre todo en estos tiempos de pandemia, en que estamos todos muy golpeados económicamente, más el arte callejero. Doy más o menos un parámetro de aporte sugerido, pero hago hincapié en que nadie tiene que quedarse afuera por no tener plata”, sostuvo. Nacho presenta su espectáculo los domingos, miércoles y jueves en la plaza de Carpintería, y el resto de los días, en el Paseo de los Artesanos, en Villa de Merlo.

En febrero volverá a Buenos Aires, porque tiene varios proyectos teatrales. Tiene la intención de reestrenar una comedia musical y empezar a ensayar una nueva. Su idea es este año ir a festivales dentro del país con “Conatus” y en junio, si todo sale bien, viajar con el mismo show a Europa.