SAN LUIS - Domingo 13 de Julio de 2025

SAN LUIS - Domingo 13 de Julio de 2025

EN VIVO

Slash: Las cuatro del uno

El guitarrista de Guns n' Roses editó un nuevo álbum y brindó una conferencia de prensa virtual de la que participó Cooltura. Sus vivencias con la Covid-19, el aislamiento mundial y el regreso a los escenarios.

Por Astrid Moreno García
| 15 de marzo de 2022

Con la voz que se espera de un rockero, rasposa, ronca y en un inglés reo, Slash respondió las preguntas de las y los periodistas sobre su nuevo álbum “4”, realizado en colaboración con el cantante y guitarrista Myles Kennedy y el grupo The Conspirators.

 

El integrante de Guns N' Roses viajó a Nashville con una guitarra eléctrica de los 90 para darle vida a “4” junto a Dave Cobb, productor de música country. Una vez allí, el guitarrista de los rulos y la galera se encontró con las sesiones en vivo, una gran dupla de trabajo y la COVID-19.

 

El músico imparable, con dedos eléctricos y sonidos eternos, aseguró que nunca dejará de tocar. Pandemia mundial mediante y a sus 56 años, está más firme que nunca.

 

—Mucho del ADN de este nuevo disco nació de una conversación que tuviste con el productor, sobre otro productor llamado Glyn Johns. ¿Por qué ese nombre es tan importante para vos?
—Empecé como un gran fan, admiro su trabajo a través de los años y, obviamente, Glyn hizo tantos icónicos discos de rock and roll con The Who y The Rolling Stones, entre otros. Soy un gran fan de él porque fue uno de ese pequeño puñado de grandes ingenieros de sonido y pioneros a fines de los 60 y en todos los 70. Fue responsable de algunas de mis bandas favoritas de rock, así que cuando lo mencionaron, fue exactamente la dirección en la que quería ir.

 

—El álbum tiene una vibra "jam" (una reunión de músicos en la que se ponen a tocar juntos sobre la marcha). ¿Cómo fue grabar las canciones?
—Tuvimos una explosión grabando las canciones, fue hecho totalmente en vivo y básicamente trabajamos en los arreglos de las canciones como queríamos y las volvíamos a grabar en el momento. Es por eso que tiene esa sensación de jam session, porque logramos una gran calidad grabando solo con nuestros instrumentos en una habitación.

 

—¿Qué es lo mejor y lo peor de grabar tema por tema en vez de hacerlo en vivo, como lo hiciste en esta ocasión?
—Siempre grabé en cada banda en la que estuve en vivo, todos tocábamos juntos y luego volvía y rehacía las partes de la guitarra. Eso funcionaba bien porque captamos la vibra, pero es un poco más controlado que lo que hicimos en este álbum, el plus de grabar como lo hicimos es que realmente encuentras cosas para obtener el sonido exacto. Cuando tocás totalmente en vivo das lo mejor, vas por eso y no volvés ni arreglas nada. De grabar después, lo mejor es poder encontrar detalles, y sus partes negativas es que pierdes parte de esa energía grupal.

 

—¿Sentís que algo de la maestría musical se pierde a veces porque hay muchas herramientas disponibles?
—Solo sé que la fascinación con los desarrollos tecnológicos, como lo llaman, que es genial y no es que no lo apoye, pero creo que lo que pasa es que descubres que puedes hacer lo que sea que quieras sin tener que tocar una nota en armonía. Conozco muchos álbums que fueron hechos por aquellos que se llaman a sí mismos “bandas”, pero en realidad solo están poniendo piezas juntas y nunca tocaron una canción entera. Cuando estás en un grupo de rock solo tenés un trabajo: deberías ser capaz de aparecer en el estudio y tocar sus instrumentos. Pero esta fórmula actual se realiza desde que la música pop se hizo popular, así que no es nada nuevo. Con la nueva tecnología lo están haciendo cada vez más fácil y hace pensar que la música que estás escuchando fue producida por un artista, cuando en realidad no. —¿Alguna vez cometiste en vivo un error que terminó en un álbum y todavía te aturde cuando escuchás la canción?

 

—¿Alguna vez cometiste en vivo un error que terminó en un álbum y todavía te aturde cuando escuchás la canción?
—No realmente, cuando grabás algo escuchás todas esas cosas y no te molestan. Después probablemente lo perciba, pero no puedo pensar ahora en nada específico. Sí tengo que admitir que hay algunos momentos en los álbumes en los que pienso en que hay algo que quería hacer pero luego lo olvido y termino no haciéndolo. Son esas pequeñas cosas que pasan y que con el tiempo me di cuenta que podría haber hecho algo diferente.

 

—Es un disco un poco más punk. ¿Fue eso intencional o surgió cuando lo grabaste?
—Es solo resultado de la naturaleza de la actitud que tuvimos cuando todos estábamos tocando y jugando entre nosotros en la habitación. Es más agresivo y definitivamente más sentido. Hay cierta energía que sucede, y una de las cosas que es importante sobre cómo fue grabado es que capturamos una energía que, a veces, queda atrapada cuando estás en el estudio, pero si tocas de la manera en que lo hicimos logramos plasmarla en el disco.

 

—¿Siempre te interesó grabar en vivo?
—Sí, es una de las cosas que cuando recién empecé estaba siempre interesado, por los discos en vivo de otros artistas, y ahora es muy excitante para mí poder hacerlo. Es una especie de obsesión por capturar esa energía, que viene conmigo desde que empecé a tocar la guitarra. Siempre fui un fan de las bandas que hacen discos en vivo, porque en los 70 había un montón de ellas. Así fue como terminé escuchando bandas con enteros catálogos en vivo, además porque no tenía dinero para comprar todos sus discos, entonces en los que eran en vivo interpretan sus grandes hits y además tenían esta energía que no encontrás en los de estudio, y creo que siempre quise captar eso.

 

—¿La química entre vos y Myles cambió con el paso de los años?
—Yo diría que es una evolución a un nuevo tipo de identidad. No puedo descubrir exactamente cuáles son los desarrollos, pero es por trabajar juntos por tanto tiempo que empezás a conocer a la otra persona, qué podría poder hacer, qué cosas le podrían gustar y qué podría funcionar. Ahora pasa naturalmente y solamente nos dejamos llevar por eso.

 

—¿Te dejó algún aprendizaje el encierro y el no poder salir de gira durante la pandemia?
—Creo que lo que más aprendí es la paciencia, algo que tengo muy poco. La situación con la COVID-19 me forzó a observar pacientemente, creo que aprendí sobre eso estos años.

 

—¿Cómo fue grabar en plena pandemia?
—Fue muy shockeante el tener que tomar las precauciones necesarias para mantenernos libres de la COVID-19 cuando estábamos en el estudio. Así que después que terminamos de hacer el álbum, me llegó una llamada de Myles diciendo que le dio positivo. En ese momento todos en el edificio dieron negativo. Pudimos atravesarlo, grabamos toda la música, las letras y terminamos. Lo único que quedaba hacer era unas voces de respaldo y mixes. Mientras Myles estuvo en cuarentena, otro compañero dio positivo en The Conspirators. Hicimos algunas armonías, luego cuando yo di positivo y estuve en cuarentena Myles empezó a sentirse mejor, así que hicieron lo que faltaba. Tuvimos una idea de cómo este virus puede alcanzar a cualquiera. Lo bueno fue que mixeamos el disco manualmente y esa fue la primera vez que todos nos metimos en las consolas para hacer todo tipo de ajustes, todos estábamos listos, hicimos rodar la cinta y movimos los controles manualmente. No hacíamos eso desde los 80, fue un buen tiempo y una buena experiencia de vinculación.

 

—La COVID-19 te encontró en el estudio.
—Tengo una historia de no quedarme quieto, ha sido algo clave para mi existencia o mi carrera. Esto se presenta y dije "ok, no hay fin, me tengo que quedar adentro y empezar a enfocarme en tocar, escribir, grabar y hacer sesiones”. Me metí en algunas cosas de los Guns N' Roses, empecé este disco y me mantuve ocupado para mantenerme fuera de los problemas.

 

—¿Cómo fue grabar con Dave Cobb en Nashville?
—A Dave no lo había escuchado antes, miré su discografía y era más música country, pero era un tipo de country rockero, que es algo que no había escuchado en mucho tiempo, porque generalmente tiende a irse hacia el pop. Eso fue muy refrescante. Lo llamé y cuando tuvimos esta conversación de grabar en vivo, de la manera en la que lo hicimos, es algo que quise hacer durante toda mi carrera y no había productores que me dieran la oportunidad porque no les gusta tomar ese riesgo. Así que tuve esa suerte de encontrarme con Cobb y luego ir hasta Nashville a grabar a una habitación legendaria, donde grabaron icónicos artistas country como Johnny Cash y Dolly Parton. Las paredes tienen fotos en blanco y negro de todos ellos. Él tiene un aura creativa, eso fue muy inspirador, y simplemente empezamos a improvisar en esta gran habitación y la pasamos bien. Dave estuvo genial, es muy entusiasta, tiene geniales ideas y fue una gran experiencia trabajar con él.

 

—¿Alguna vez tuviste una buena idea musical mirando películas?
—Las he tenido, definitivamente, es una de las razones por las que me metí en la producción. El aspecto musical es excitante en el cine, he obtenido diferentes ideas a través de los años de mirar películas, algunas cosas cinematográficas fueron inspiradoras y crearon un ambiente que, cuando melodías visuales vienen a mí, amo orquestarlas. Hay una canción en este álbum, “Fall back to Earth”, que fue inspirada por una cinemática.

 

—En las casas de guitarras se escuchan muchas versiones de “Sweet child of mine” diariamente. ¿Dirías que tienes una canción que te gusta tocar cuando pruebas un instrumento?
—Solía trabajar en una tienda de guitarras y recuerdo a la gente entrando y tocando todo el tiempo. Es muy memorable. Odio ir a las tiendas de guitarras y tocar algo en frente de cualquiera, pero si lo hiciera, toco algo en lo que estoy trabajando en el momento, solo para poder ver la presión de ese sonido, porque es fresco. Nunca toqué nada de alguien más, eso es una regla.

 

—La manera en la que tocás y Myles canta es una gran combinación.
—Es solo algo que pasó orgánicamente cuando nos conocimos por primera vez. Esa primera cosa en la que colaboramos fue muy especial, le mandé una demo con una pieza musical y él escribió una canción llamada “Storyline”. Cuando lo escuché por primera vez, dije "esto es increíble, nunca conocí a este hombre". Él voló a Los Ángeles, nos conocimos en los estudios y nos llevamos realmente bien, pasó una química mágica ahí. Grabamos la versión de estudio de esa canción, tenía otra pieza musical sin letra y le pregunté si estaba interesado en cantarla, se trata de “Back from Cali”. Esas dos canciones fueron como empezó nuestro proceso de colaboración, y no cambió mucho. Yo voy con piezas de música y él, naturalmente, viene con algo bueno para ponerles. Nos hicimos entender desde el primer momento y nos inspiramos entre nosotros.

 

—Con “Spirit love”, ¿cuál fue el proceso y qué es lo que te gusta de esa canción?
—Tengo una guitarra eléctrica de los 90 y nunca la usé porque hay tantos clichés en ella; nunca quise algo que sonora como Los Beatles u otra banda de los 60. Cuando escribí esa música, hice esa intro en mi guitarra de siempre y estuvo bien. Luego estábamos preparándonos para ir a Nashville y empecé a pensar que esa parte en particular sonaría mejor en esa guitarra: la empaqué, la llevé y grabamos la intro. Se escuchó realmente bien y no pensé que sonaba como Los Beatles; son geniales, pero mucha gente ya los ha homenajeado, así que no quería ir por ese camino.

 

—¿Cuándo estarás de vuelta en el escenario?
—En principio, en 2023 es cuando vamos a hacer el primer tour en Europa. Estaré haciendo un tour con Guns N' Roses en el verano (boreal), que fueron pospuestos en 2020. Espero que pase el tour en Europa en junio y julio, pero la COVID-19 tuvo a todo el mundo bailando este tiempo, así que tengo mis dedos cruzados para que todo salga bien.

 

—¿Grabar en vivo fue una forma de recordar tus períodos de conciertos?
—Ese pensamiento nunca cruzó mi mente, pero es una interesante manera de mirarlo. Y definitivamente es una previa a los shows en vivo, es un buen ángulo y una buena forma de verlo.

 

—Grabás hace años. ¿Cómo es que te mantienes fresco, reinventándote y sintiéndote como que hay más por hacer?
—Tengo una verdadera pasión por lo que sea que empiezo a hacer. Amo la guitarra, el rock and roll y todo lo que tiene que ver con eso. Sigo entusiasmado, incluso más ahora que cuando recién empecé, y es un viaje que nunca termina, siempre hay cosas nuevas por hacer, ni siquiera es una manera de reinventarse, sino que sigo en el proceso de inventarme a mí mismo en primer lugar, solo sigo esas aspiraciones que tenía cuando empecé y trato de ser bueno en esto. En términos musicales, y eso abarca a tocar la guitarra también, es un viaje en el que siempre habrá cosas nuevas por descubrir. Solo me divierto y trabajo duro. Aprendí que esa es la única forma de perseverar, así que se convirtió en parte de mi naturaleza, amo lo que hago y no puedo imaginarme parado nunca.

 

—Más allá de la gira, ¿tenés planes para tu música?
—Soy una de esas personas que piensa en el presente, nunca miro al pasado ni muy lejos en el futuro. La primera vez que nos vimos con Myles mis pensamientos estaban enfocados en ese CD, ese tour, y durante ese tiempo empezamos a escribir música. Nunca pienso tan lejos en el futuro, y cuando llegamos a momentos como este, con 12 años de hacer música juntos, me siento muy shockeado. Nunca pensé llegar tan lejos.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Temas de nota:

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo