Ciudad intraterrena: un misterio infinito

Varias zonas de San Luis se destacan en el mundo de la ufología por las llamativas historias que se han difundido a lo largo del tiempo. Luces y platos voladores conforman un paisaje que se repite en distintas anécdotas rurales, especialmente en sectores aledaños a sierras y espejos de agua. Las referencias de ciudades subterráneas, donde habitarían seres intraterrestres, también son recalcadas.

 

En particular, los Cerros del Rosario fueron el foco de búsqueda de diversos estudiosos. En 2013, la Unión de Investigadores de Fenómenos Aeroespaciales (Unifa) concretó importantes indagaciones. No dejan de acercarse interesados en la materia. En ese sentido, El Diario de la República emprendió un viaje a los cerros para tratar de encontrar respuestas.

 

Como ya se ha detallado en los capítulos anteriores, primero se recorrió un tramo de la ruta 2 en dirección a Paso Grande. Prácticamente en simetría a la montaña, se ingresó por un camino de tierra a unos 7 y 10 kilómetros hacia el este. Varios detalles pasaron. En un sector del viaje, sobrevolaron tres especies de caranchos. En una tranquera, se divisó un símbolo mágico de protección y, como si fuera poco, las preguntas a la gente de la zona parecían generar un recelo ensordecedor. ¿Qué tiene que ver esto con la ciudad subterránea? Mucho, porque son indicios de que desde el plano místico pueden encubrir significados. Incluso si se observa desde la pura duda, no dejan de ser elementos al menos curiosos.

 

Es muy difícil penetrar la profundidad de los cerros; todo está cercado por campos privados. Sin embargo, El Diario logró lo que muchos no han hecho hasta ahora: recorrió el sector con gran capacidad de detalle y pudo hablar con fuentes entendidas en la materia (se pueden leer sus apreciaciones en los capítulos I, II y III).

 

Al emprender el viaje de regreso, el movimiento de los árboles en la ruta parecía negar la existencia de la ciudad subterránea. Las nubes que se entretejían, como si quisieran cercar los secretos del monte, daban la pauta de lo que se intuía de antemano. Tratar de arribar a conclusiones no es más que naufragar en un círculo infinito: el misterio en el misterio.

 

 Grupo. El Café Ufológico Volcán se reúne periódicamente desde 2018.

 

 

El Café Ufológico

 

Una de las fuentes consultadas fue el Café Ufológico Volcán, que es un grupo que se reúne periódicamente para el estudio y la indagación de estos temas. La referente, Blanca Acosta, comentó que al momento no es mucho lo que se puede aportar sobre los Cerros del Rosario. Coincidió en que llegar al lugar es muy difícil, pero remarcó que se han reportado luces y naves (contactos de segundo tipo).

 

“Siempre hay una ubicación precisa, pero solo lo saben las personas a las que se les bajan los códigos, a través de meditaciones con un nivel espiritual elevado. Se puede llegar al lugar, pero con dificultad”, dijo al ser consultada por la entrada a la ciudad intraterrena.

 

Según explicó, este tipo de ciudades respaldan la teoría de que la Tierra es hueca. Afirmó que cuando el continente Lemuria sufrió la catástrofe que causó su desaparición, la mayoría de los lemurianos se refugiaron en el interior de la tierra; otros quedaron en la superficie. De ahí nacen varios conceptos.

 

“Hay distintos tipos de ciudades intraterrenas. De hecho, hay verdaderos túneles en forma de laberinto que se comunican entre ellas. De los seres que habitan ahí, muchos son humanos, como nosotros, pero evolucionados”, especificó.

 

Para Acosta, estas manifestaciones no se muestran en forma masiva porque se espera que los gobiernos del mundo se pongan de acuerdo y revelen la verdad a la humanidad. Sin embargo, los seres se muestran en avistamientos programados como con el grupo Rahma (reconocida misión de contactos) o Ricardo González (ufólogo y uno de los contactados con más credibilidad en el mundo), aseveró.

 

“Nosotros hemos tenido avistamientos en salidas nocturnas, con previa elevación de la vibración, meditación y mantras. Algunos hemos tenido experiencias personales”, indicó sobre las actividades del Café Ufológico Volcán. Este grupo tiene varios años de trayectoria y el tratamiento que concreta sobre este tipo de temas es muy serio. Su palabra es clave.

 

“La enseñanza más grande que nos da el hecho de hablar de estos temas es haber despertado la consciencia, que nos lleva a transformarnos en una nueva humanidad. Cuando el ser humano descubra que el universo está lleno de vida no tendrá miedo, porque descubrirá su propia divinidad”, expresó.

 

En todo el recorrido a lo largo de los 4 capítulos sobre la ciudad intraterrena de los Cerros del Rosario, se entiende que no hay pruebas que certifiquen la existencia de vida en la profundidad de las vísceras de la Tierra.

 

Sin embargo, todo confluye en testimonios de avistamientos de luces y fenómenos inexplicables. Hay una mirada más espiritual, que abre posibilidades frente al camino al ser.

 

Sea como sea, los cerros permanecen inmutables, como hace miles de años. Hay indicios a la vista de todos, pero sus augustos secretos están muy bien guardados. Quizás, las revelaciones estén al alcance de todos y las experiencias se resuman a la privacidad del camino que regresa a la piedra oculta.

 

Quien guste indagar no tiene más que dejarse conquistar por la magnificencia de lo creado.

 

 

 Místicos. Los Cerros del Rosario.

 

 

Territorio cósmico

 

La comunidad virtual OVNI Villa Dolores concreta diversas publicaciones de un vuelo espiritual importante. Entre sus tantos posteos, aparece uno muy llamativo por la singularidad de los conceptos. Se trata del Triángulo Magnético Gravitacional Energético Terrestre.

 

Es una especie de área con características energéticas claves. De acuerdo a la teoría, sus vértices principales (Ver “Triángulo Magnético…”) dan con Boca del Río, provincia de Córdoba (donde se registra un portal dimensional y la entrada a una ciudad intraterrena y base extraterrestre); con San José del Morro, San Luis (con base extraterrestre e ingreso a ciudad intraterrena) y con San Francisco del Monte de Oro (con base extraterrestre).

 

En el centro, se ubica la Mina de los Cóndores, donde, de acuerdo a lo que sostienen, opera un Centro de Comunicaciones Interestelares.

 

Cada lado del triángulo mide 133 kilómetros aproximadamente. A su vez, está dividido en triángulos menores (se destacan el Dique La Huertita, San Martín, Villa de Merlo y Carpintería, por ejemplo).

 

Para los adeptos al concepto, en toda esta zona del triángulo operan y trabajan seres de otras dimensiones, más avanzados que el ser humano en materia tecnológica y espiritual. Remarcan que se han ofrecido por amor, para ayudar al planeta en tiempos de cambio dimensional.

 

Casualmente, los Cerros del Rosario se ubican dentro del área magnética y se sitúan sobre una línea clave, que va desde El Morro hasta San Francisco.

 

Los mentores de este tipo de ideas aseguran que la información es recibida por parte de lo que denominan hermanos mayores. Es decir, algunos humanos serían una suerte de médiums que pueden comunicarse con estos seres.

 

De acuerdo a lo que detallan, los términos del triángulo fueron dados a conocer en una información enviada por los hermanos el 21 de septiembre de 2006, mientras que el 26 de septiembre del mismo año, a las 6:28 de la mañana, recibieron el plano.

 

“Cuiden el lugar donde viven, el agua y la naturaleza, las plantas y la vegetación. Hablen y procedan con el idioma del amor. Paz y bendición en este día”, rezaba el mensaje recibido en ese entonces.

 

Creer o reventar.

 

 

Las más conocidas e investigadas

 

La referente del Café Ufológico Volcán, Blanca Acosta, explicó que hay varias ciudades intraterrenas que, hasta el día de hoy, despiertan la curiosidad de investigadores y aficionados. Para quienes desconocen estos conceptos puede parecer fantasía, pero se trata de nociones muy profundas.

 

Dentro de las más resonantes indicó que se encuentra ERKS, en Capilla del Monte, Córdoba. Sus siglas significan (en un idioma denominado Irdin): Encuentro de Remanentes Cósmicos Siderales. Esta ciudad se presenta en forma física y etérea. Allí, como en gran parte del remanente, se encuentra la Hermandad Blanca, cuya misión es “hacer el llamado” a cada ser humano para encender su luz interior.

 

También recordó a la ciudad de Acur, en Neuquén. Su objetivo es trabajar en conjunto con la humanidad para su evolución y transformación.

 

Luego, mencionó a Iberah, de Río Negro. Según describió Acosta, los seres que habitan este lugar tienen la capacidad de vivir fuera del tiempo y el espacio, y manejan la energía de la tierra y del agua; su misión es la transmutación de la materia en el plano cósmico. “Hay más en el país y en el planeta”, aseguró.

 

Al momento se desconoce el nombre del sector que se encontraría debajo de los Cerros del Rosario.

 

Su sustantivo propio es inexplorado, pero resuena con fuerza el sentido de pertenencia de la referencia geográfica.