La producción de alfalfa es sustentable en San Luis
Dentro del cronograma de disertaciones se destacaron Ariel Odorizzi, y los extranjeros Gustavo Pardo y Paul Sepúlveda.
El cronograma de la segunda edición de la Expo Alfalfa estuvo bien nutrido por especialistas que aportaron dieciséis enfoques diferentes para producir alfalfa y demostrar que es un cultivo sustentable, compatible con los recursos de los que dispone San Luis.
A través de este inmenso proyecto el Gobierno de San Luis, que cuenta con las instalaciones e infraestructura para procesar el cultivo y participar en el mercado internacional, busca mitigar la emergencia hídrica registrada en la zona de la Cuenca del Morro; además de favorecer las posibilidades económicas que se generan alrededor de la producción de la pastura.
Una plataforma llega desde España
El ingeniero agrónomo, Gustavo Pardo, se especializó en comercio internacional y finanzas en Madrid, donde reside desde hace ocho años. Durante la primera jornada de la Expo habló sobre una “plataforma tecnológica aplicada”.
“Este evento tendrá una repercusión muy positiva para la provincia y la región. Es una manera de dar a conocer las oportunidades que tiene el mercado internacional, principalmente para alfalfa y forrajes y creemos que dentro de Grow Farms (desarrollo de granjas) podemos apoyar a estos pequeños y medianos productores para que puedan darse a conocer hacia nuevos mercados y clientes”, dijo.
Una de las grandes inquietudes que se plantea un productor es saber qué pasa más allá de las fronteras nacionales. “Es muy importante poder nutrir esas dudas para explicar qué se puede llegar a obtener por medio de las ventajas de exportaciones. La actividad que está generando San Luis, aglomerando pequeños y medianos productores, es fantástica”, indicó Pardo y brindó un gran dato: Gran parte del país se nutre de Pymes, casi el 70%, y la capacidad de exportar es muy grande y por este motivo hay una actividad enorme por desarrollar.
“El año pasado cerramos un contrato de distribución con AgroZal por más de 5 mil toneladas y por ende tenemos más demanda. Sé de las dificultades que presenta el acceso a líneas de crédito, al conocimiento y a la logística. Estamos desarrollando una plataforma para concentrar todas estas cuestiones en un solo lugar y a la vez empezar a trazar la hoja de ruta para la transformación digital”, contó el ingeniero agrónomo.
Pardo trabaja en una plataforma digital segura para hacer negocios en el mercado internacional, es director general de Grow Farms, en España.
Un polímero reduce el uso de agua
Una gran novedad tecnológica despertó el interés de muchos productores que presenciaban la charla de Paul Sepúlveda, un doctor en tecnología, que pasó gran parte de su vida en Suecia y trabaja en tecnología “rescape”.
El especialista propuso un polímero micronizado que reduce entre un 30 y un 50 por ciento el uso de agua. “Es capaz de almacenar grandes cantidades, no se evapora y no permite que el agua se filtre hacia las napas freáticas. Cuando se riega, se almacena y la hace disponible a la planta a medida que la necesita”.
En simples palabras esta innovación permite capturar el agua, la almacena y la hace disponible en el tiempo.
“En Chaco y Paraguay los resultados obtenidos en alfalfa, maní y maíz, han sido explosivos. Se aplican con fertilizantes, en semillas, directamente al suelo en siembra directa, en forma líquida, con avionetas en incendios forestales, son muchos los usos dependiendo los casos”, explicó Sepúlveda.
Su estado siempre es polvo, es dos veces más fino que la harina ya que mide 50 micrones. “Normalmente los polímeros que hay en Argentina, Brasil y México, tienen en promedio 5 millones de unidades. Con nuestra tecnología, al haber micronizado los polímeros, pasamos a 28 a 32 millones de unidades sin romper enlaces moleculares”, afirmó y añadió que tiene una duración de tres años en el suelo.
Además aclaró que desde el punto de vista económico tiene un gran impacto porque se biodegrada solo. “En Chile se aplica en cultivos orgánicos, en México en plantaciones de hortalizas con destino americano. Se puede colocar con cualquier tipo de maquinaria, siempre y cuando esté 3 centímetros por debajo de la superficie”, indicó.
Al terminar de presentar su tema en el auditorio Sepúlveda fue consultado por un conjunto de personas interesadas en el producto.
Específicamente, el especialista le explicó a la revista El Campo que le interesa San Luis, “porque aquí tienen cerca de 25 millones de hectáreas que no se cultivan debido a que los suelos son arenosos, tienen escasez hídrica y hay suelos salinos. Además, con esta tecnología demostramos que mantienen el agua, bajamos entre un 10 y 30 por ciento el uso de fertilizantes. Aquí hay un mayor potencial, son suelos muy baratos, son muchos y tienen estas condiciones que mencioné”, aseveró y agregó que aún no trabaja con productores locales.
Sepúlveda opinó que “este tipo de encuentro es fundamental. Aquí se logra conocimiento en conjunto, tecnologías, nuevos desarrollos, asociatividad y contactos, entre otros aspectos importantes. El mercado al que tiene que apostar Argentina es el chino, vía puertos chilenos. El gigante asiático necesita 10 millones de toneladas de alfalfa. Si hay aquí alguien que les provea un millón de toneladas firman contrato y están a 5 horas del puerto chileno, el flete a China es barato. Ahí hay una tremenda oportunidad de crecimiento. Como dicen aquí, esta actividad no tiene un techo”, concluyó.
Una semillera que apoya la Expo
“Este es el primer año que participamos con stand propio, de la mano del distribuidor de la zona, Cuyum. Tenemos un técnico comercial que es Luciano Barreña que se conoce bien todos los campos. Este encuentro nos parece muy útil, tiene una gran concurrencia de expositores, son de gran nivel y nos permite hacer contacto directo con los productores zonales”, opinó Juan Pablo Bouilly, gerente comercial de la empresa Gentos SA.
Además indicó que recibieron muchas consultas sobre cuáles son los mejores materiales adaptados a la zona. “Nos preguntaron sobre las formas de uso para sacarle el máximo provecho a las semillas, tenemos genética adaptada para los diferentes sistemas de uso en Argentina, nuestra genética de alfalfa es americana con adaptación a sistemas locales”, afirmó.


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