Cada vez hay más opciones de salones para fiestas infantiles

Hace mucho que festejar un cumpleaños dejó de ser una reunión doméstica para convertirse en un evento social, y en Villa Mercedes, el incremento de salones para fiestas infantiles es una demostración de cómo la demanda también aumentó. “Hay trabajo para todos”, coinciden los emprendedores.

El rubro comenzó, así, a recuperarse del golpazo que significó la pandemia, que obligó a varios locales a cerrar sus puertas definitivamente por las restricciones sanitarias que impedían los encuentros. En los últimos dos años, entre los que sobrevivieron y los nuevos que emergieron, multiplican una oferta que era escasa hace poco tiempo.

“Hay mucha competencia, pero también la clientela es grande. Después de lo que pasó con el coronavirus, creo que la gente elige volver a salir, a celebrar, a que te atiendan y te animen”, analizó Agustina Vásquez, quien, junto a Nicolás Vera, se animó a incursionar con su propio espacio en abril.

“Sabemos que no es fácil emprender y que los primeros meses suelen ser muy complicados, pero nos ha sorprendido cómo ha respondido el público, que nos pregunta y nos reserva, y ya hemos hecho muchísimos cumples”, agregó.

Alejandra Pereyra, quien desde hace cinco años tiene su propio pelotero, pero proviene de una familia dedicada desde hace décadas al mundo gastronómico, dijo que hay varios factores por los que los mercedinos eligen contratar un servicio en vez de festejar en sus viviendas. “La mayoría nos dice que antes lo hacía en su casa, pero que por falta de espacio o de comodidad le resulta mejor hacerlo en un salón, donde viene, paga, se lleva los regalos y se va”, describió.

Sin embargo, ya no solo basta con contar con un lugar amplio y la comida, sino que cada vez es más necesario disponer de diferentes atractivos. La mayoría de los negocios ofrecen combos que incluyen desde un catering para niñas y niños, y para los adultos, hasta mozos, animación y diferentes juegos, tanto para chicos como grandes: inflables, metegoles, trampolines, plazas blandas, consolas de videojuego y mesas de pool, entre otros.

Los precios son variados y dependen de la cantidad de ítems que se agreguen y de personas que asistirán a la celebración. Los más económicos pueden encontrarse desde los $35.000, pero los valores suben mucho y pueden llegar hasta los $200.000 en el caso de que haya muchos invitados.

Belén Brane, quien también es dueña de un servicio, sostuvo que los costos serían iguales o muy similares si las personas tuvieran que comprar o contratar cada uno de los elementos por separado para festejar en sus casas. "Además de que tenés que hacerte la idea de que no disfrutarías nada. Uno de los desafíos de este rubro es que reconozcan el buen servicio y la calidad de lo que ofrecemos", dijo.

En su caso tuvo que bajar las persianas en la pandemia, pero hace un año y medio decidió volver a intentar. "Desde ese momento hasta ahora, no he dejado de trabajar", expresó.

Redacción/ALG