Antártida: el imperio blanco

La Antártida es el pasado, presente y, con los nuevos descubrimientos, el futuro de la humanidad. Cerca de 4 mil científicos arriban cada verano para explorar el continente y sus hallazgos sirven para explicar fenómenos del resto de la Tierra. Incluso la NASA envía astrónomos para preparar viajes a Marte. ¿Por qué se sabe tan poco del continente más austral del mundo del que Argentina tiene soberanía?

Diferentes ramas de la ciencia van en busca de criaturas de forma alienígena, de pistas sobre cómo era la atmósfera de la tierra hace milenios, qué quedó atrapado en el antiguo hielo, sobras del Big Bang, peculiaridades biológicas, atrapadas en fósiles con vida microscópica, que podrían guiar a mejores tratamientos médicos o a predecir crisis climáticas que podrían ser cíclicas e irreversibles, como el calentamiento global. También hay descubrimientos de otro tipo, el monetario.

Con el reciente hallazgo anunciado por Rusia de una reserva gigante de hidrocarburos en la zona de la Antártida sobre la cual la Argentina planta bandera se encendieron las alarmas. Es considerado el hallazgo petrolero del siglo, ya que contiene reservas por unos 511 mil millones de barriles de crudo, el equivalente a 30 yacimientos Vaca Muerta o el doble del petróleo de Arabia Saudita.

El descubrimiento que recién se dio a conocer ahora en una sesión parlamentaria británica data de una investigación que inició en 2020 y que pone en jaque a tres países que ya están en conflicto diplomático por ese territorio: Chile, Argentina y el Reino Unido. Otro factor es que el continente está protegido por el Tratado Antártico de 1959, que lo define como un espacio dedicado a la paz y a la ciencia, por lo que está prohibido cualquier tipo de explotación petrolera.

“Este acuerdo internacional sostiene que no se puede hacer ningún tipo de actividad minera o hidrocarburífera, que tiene una fecha, no de vencimiento como se dijo mucho, sino de rediscusión en 2048 para ver si está en condiciones de que haya que hacer alguna actualización”, explicó Emiliano Martínez Viademonte , Biólogo que viajó a la Antártida con una pasantía del Instituto Antártico Argentino. Y, sobre el descubrimiento petrolífero, profundizó: “Se hacen investigaciones en la Antártida de lo que se encuentra bajo el hielo o el agua, por lo que se puede decir que se encontraron carboníferos. Sin embargo, la misión es particular en la Antártida, hacer ciencia y ahora turismo, donde hay un gran componente económico. Por fuera de esos límites no debería haber otro tipo de actividad. Incluso no se pueden llevar armas, todo lo que se hace está dentro de los marcos científicos”.

Emiliano, junto al equipo de investigación, estuvo tres meses en la Antártida, desde diciembre hasta marzo de este año, para recolectar muestras y hacer censos de aves en la Costa Danco. Es un análisis que se realiza cada diez años para ver el estado de las aves, su migración y supervivencia, y así, entre otras cosas, poder determinar también cambios en el continente y su habitabilidad.

"Con este grupo de trabajo estudiamos a través de las aves el cambio climático, lo vemos con los desplazamientos de las colonias y en los cambios de alimentación, por ejemplo, qué peces consumen, si son de aguas frías o más cálidas. Se hacen de manera indirecta mediciones de cuál es el estado ecológico. Pudimos notar cambios, derretimiento en partes donde solía haber mucho hielo, ahora hay pastos. También en lugares donde solía nevar mucho empezó a haber lluvias. Todo eso indica que hay un aumento de las temperaturas y que el calentamiento climático está afectando la Antártida y provocando una disminución del hielo”, resaltó.

Hace dos semanas un iceberg de 380 km², equivalente al tamaño de la Isla de Wight en Inglaterra, se desprendió de la plataforma de hielo Brunt en la Antártida. Es el tercero en importancia que se desprende de la plataforma Brunt en cuatro años. Los anteriores, llamados A74 y A81, ocurrieron en 2021 y 2023 respectivamente, con áreas de 1.300 km² y 1.500 km², similares al tamaño de París y Londres con sus áreas metropolitanas.

“La ciencia se dio mucho al debate, más que nada en las últimas décadas, de hacer más divulgación y que la gente esté más cerca de la ciencia y de la importancia que tiene este continente. Por ejemplo, todo el mundo piensa que solo hay hielo y nieve, pero no es así, hay un montón de vida, terrenos e historia”, cerró el biólogo.