Una madre denuncia violencia policial en el barrio Solidaridad

En una noche que parecía ser tranquila, el barrio Solidaridad de San Luis se convirtió en escenario de un violento enfrentamiento entre vecinos y la Policía. Silvia Alaniz, de 58 años, denuncia haber sido víctima de un brutal ataque por parte de agentes motorizados, mientras que la versión oficial reduce el incidente a un "control de disturbios". La diferencia entre ambos relatos es abismal.

Silvia Alaniz, una mujer de 58 años, vivió una pesadilla en su propia casa cuando agentes de la Policía irrumpieron en el barrio Solidaridad. Según su relato, los hechos ocurrieron alrededor de las 9 de la noche, cuando un grupo de motorizados de la Policía se lanzó sobre su hijo y un vecino, quienes estaban intentando arreglar un auto antiguo en la calle. "Yo estaba sentada en mi casa, cuando de repente veo pasar a los motorizados como locos. No pasó mucho tiempo cuando mi hija y un vecino vinieron corriendo a decirme que a los muchachos los tenían rodeados", recuerda Alaniz.

La situación escaló rápidamente. Al intentar averiguar qué ocurría, Alaniz asegura que fue atacada con una violencia desmedida. "Soy diabética y hace poco estuve al borde de un ACV. Aún no puedo mover bien una mano y una pierna, pero eso no les importó. Me insultaron, me golpearon y me trataron como si fuera un perro", denuncia con angustia. "Me tiraron al suelo, me esposaron y me patearon en las costillas. No puedo moverme desde entonces", agrega.

Según el testimonio de Alaniz, los agentes también maltrataron a su hijo y a otros vecinos que intentaron intervenir. "A mi hijo le dieron una patada en la cabeza mientras me veía en el piso. Él solo intentaba ayudarme, pero lo trataron como a un criminal", cuenta entre lágrimas.

Sin embargo, la versión oficial del incidente, proporcionada por la Policía de la Provincia, pinta un cuadro muy distinto. Según el informe, los agentes estaban realizando un recorrido de prevención en el barrio cuando observaron a varias personas empujando un auto Volkswagen 1500. Al intentar identificarlas, estas se habrían vuelto agresivas, lo que llevó a los uniformados a intervenir y detener a cinco personas, incluida Alaniz, por "causar disturbios en la vía pública". El vehículo fue secuestrado preventivamente, según el reporte policial.

La disparidad entre ambos relatos es alarmante. Mientras la Policía asegura haber actuado en respuesta a una situación de desorden, Alaniz sostiene que fue víctima de una brutalidad injustificada. "Nos trataron como si fuéramos delincuentes, cuando solo intentábamos arreglar un auto. Me siento humillada y maltratada", declaró.

Hasta el momento, Alaniz no ha podido presentar una denuncia formal debido a las lesiones sufridas durante el incidente. "No me puedo mover de la cama, el dolor es insoportable. Pero haré la denuncia en cuanto pueda", asegura.

Este caso es un ejemplo más de las crecientes tensiones entre la comunidad y las fuerzas del orden en San Luis; las denuncias de abuso policial se multiplican. ¿Es este otro caso de fuerza desmedida que quedará impune? La respuesta está en manos de las autoridades, quienes deberán decidir si investigan a fondo las acciones de sus propios agentes o si el testimonio de Alaniz será simplemente desestimado.