Colapso en Educación, estudiantes intoxicados y funcionarios "viajeros"

Ya lo dice un conocido refrán popular: "Cuando menos se piensa, salta la liebre". Lo inesperado, lo sorpresivo, se da en el momento menos pensado. Y cuando ocurre deja a cualquier persona "boquiabierta", "embobada", "pasmada". Así se ha conducido la gestión provincial en diferentes ordenes, dejando absortos a los ciudadanos con innumerables impericias. Donde más se ha destacado la hazaña del desmanejo, es en Educación, área que enfrenta un verdadero colapso, con la marca de decenas de estudiantes intoxicados, complicaciones en escuelas y planes educativos -supuestamente innovadores- por los que se gastan cifras abultadas que no surten ningún efecto. Como si fuera poco, a todo ello se suma la bruma de los funcionarios "viajeros".

Una costumbre "costosa"

En los pasillos de Terrazas del Portezuelo, el ambiente "se corta con cuchillo". Los empleados están hartos de los maltratos y las presiones, especialmente de parte de referentes y autoridades que en medio de la tormenta que vive la cartera comandada por Guillermo Araujo, se toman "escapaditas" costosas a distintos lugares del mundo. Es decir, mientras los laburantes de a pie se esfuerzan por sostener el gravísimo escenario, otros optan por viajes lujosos para "despejar la mente". 

Un ejemplo es el de la directora de Educación Obligatoria, Olga García. Dicen distintas fuentes que recientemente estuvo "sacada", maltratando a viva voz a todos sus funcionarios. Pero un detalle peculiar despertó la rabia de la gente. La mujer -docente jubilada- estuvo un mes por Europa (con destino incierto) junto a su esposo, el asesor gubernamental Héctor Suárez, mientras la gestión de Educación tenía graves problemas. El clima "está que trina". 

Como si fuera poco, García se borró en plena crisis por el fracaso del PANE, cuando las papas ardían. Algunos aseveran que en realidad estuvo ausente por problemas personales, pero no pocos aseguran que se ausentó para viajar.

Los viajes se han tornado una "costosa costumbre", un hábito cotidiano. "Siendo secretaria privada del ministro de Gobierno, Beba Barroso se fue 20 días a Estambul", remarcó una fuente que por temor a represalias prefirió mantener su identidad en reserva.

Del mismo modo, subrayan que la directora de Gestión Educativa, Cristina Ramírez, habría viajado a Europa entre septiembre y octubre. En ese momento era subdirectora de Concursos Jerárquicos y -en ese entonces- estaba en pleno desarrollo el armado de concursos. "Vuelve de Europa y la ascienden; es directora de Gestión Educativa", aportó una fuente indignada. 

El drama más obsceno

A nivel de Educación, el drama más repulsivo es todo lo que pasó con el Plan Alimentario Nutricional Escolar (PANE), donde decenas de estudiantes de San Luis y Villa Mercedes resultaron intoxicados (muchos de ellos, específicamente en la ciudad villamercedina, con salmonella).

Al menos desde abril del 2024, distintas escuelas advertían problemáticas con las viandas. Madres y padres se hacían eco de la comida en mal estado, pero lejos de tomar medidas, las autoridades hicieron caso omiso y tildaron de "mentirosos" y "desestabilizadores" a quienes buscaban exponer la situación. Mientras tanto, la por entonces responsable del PANE, Celeste Aparicio, se la pasaba diciendo que la deserción escolar había disminuido por el innovador programa alimentario (que de innovador no tiene nada, se trata de la tradicional copa de leche). Y lejos de reconocer el problema, solo atinaba a decir que se habían entregado más de 23 millones de desayunos y más de 9 millones de almuerzos. La cara de la impericia. 

Hoy por hoy, los hechos muestran que no hubo ninguna cuestión política -como pretendió instalar la gestión- sino que hubo una cadena muy amplia de responsabilidades y negligencias, que entre sus ejes abarca justamente a Educación. Lo que pasó con el PANE fue muy escandaloso y grave, atentaron contra lo más sagrado de la sociedad: los chicos. Pero nadie hizo nada, no se tomó ninguna medida concreta para sanear el drama. Lo único que se vio es que "se cuidaron la espalda" entre todos. 

Y a las complicaciones del PANE se suman los inconvenientes con diferentes establecimientos autogestionados, como el caso de la Escuela Pública Autogestionada Nº 18 "Legado Comechingón", de Villa de Merlo. Apenas por citar un hecho. 

Una cuestión queda clara. No importan las peripecias que atraviese la gestión, aún en medio del caos los funcionarios se toman sus descansos en los lugares turísticos más refinados del mundo. Tal vez, se toman muy a pecho la frase que reza: "Un viaje se vive tres veces, cuando lo soñamos, cuando lo vivimos y cuando lo recordamos". Justamente, en la gestión gubernamental, una amplia cantidad de referentes han aprovechado para "acumular recuerdos". La integridad, el cuidado, la enseñanza y la asistencia de los chicos en las aulas es cosa absolutamente menor para las autoridades. Si no fuera por la entrega de los docentes, todo sería peor.