El Gobierno volvió a “equivocarse”: transfirió otros $90 millones a un destinatario errado
Por tercera vez en tres meses, el Ejecutivo provincial envió una millonaria suma por “error”. El hecho involucra a un funcionario que ya había estado en el centro de los escándalos anteriores.
No hay dos sin tres. El escándalo que a mediados de mayo expuso los cuestionados manejos financieros del gobierno provincial, con dos transferencias millonarias “erradas”, ahora sumó un nuevo capítulo vergonzoso: cerca de 90 millones de pesos fueron depositados por error en una cuenta equivocada, según confirmaron fuentes vinculadas a Terrazas del Portezuelo.
El nuevo caso ocurrió recientemente, casi en simultáneo con un viaje del ministro de Hacienda, Néstor Ordoñez, a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fue el propio Ordoñez, una vez advertido del episodio, quien ordenó las gestiones urgentes para rastrear el paradero del dinero y notificar a los organismos financieros implicados, incluidos el agente financiero del Estado y diversas entidades bancarias.
Las fuentes consultadas reconocieron que el desvío se habría originado “por un error de tipeo o distracción”, sin brindar mayores precisiones. Aun así, el episodio no pasó desapercibido dentro del gabinete económico, que ya arrastra antecedentes recientes que deterioraron su imagen pública y generaron múltiples cuestionamientos desde la oposición y la sociedad civil.
El escándalo anterior tuvo alcance nacional e incluso internacional. Una joven madre de Villa Mercedes, que esperaba recibir apenas $8.000 de cuota alimentaria, fue sorprendida con un depósito de $510 millones en su cuenta bancaria. A los pocos días se conoció una segunda operación equivocada, por otros $110 millones, lo que terminó de instalar el tema como símbolo de la desprolijidad estatal.
En los tres casos, el nombre del contador Walter Daniel Valenzuela vuelve a aparecer en escena. Se trata de un funcionario de carrera dentro del área contable del Ejecutivo, que ya había estado involucrado en los errores anteriores y que ahora también habría tenido participación directa o indirecta en este nuevo desatino.
La reiteración de estos episodios sacude la credibilidad del manejo presupuestario del gobierno, en un contexto de crisis económica generalizada y fuertes recortes en áreas sensibles. A pesar del hermetismo oficial, en pasillos de la administración pública ya se habla de internas, pases de factura y posible reestructuración dentro del equipo de Hacienda.
Mientras tanto, el dinero público sigue girando por las cuentas equivocadas.


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