Caso Nazarena: Barzola culpó a su pareja por la muerte de su beba

Lo había adelantado su abogado, pero ayer fue ella misma la que se lo contó a la juez. Esperanza Barzola, la joven acusada junto a su pareja de matar a su beba Nazarena, dijo que Mario Molina era quien maltrataba a la criatura y el que le provocó los golpes que acabaron con su vida. Por más de tres horas, la madre de 23 años “contó su historia de vida, una historia signada por la marginalidad, el maltrato, las amenazas y los golpes” aseguró Carlos Salazar, el defensor que la asiste.
Como hace una semana atrás, Barzola llegó al Juzgado Penal Nº 3 encapuchada y custodiada. Fue cerca de las 11:20, pero hubo que esperar recién hasta cerca de las 15 para saber qué había dicho. 
La primera en abandonar las oficinas fue la juez Virginia Palacios, que lleva adelante la causa. “No voy a hablar, lo va a hacer el defensor”, se excusó, aunque dejó escapar que lo que había escuchado era “terrible”. Minutos más tarde, Salazar dio los detalles.
Esperanza pudo cursar hasta 4º grado de la primaria, pero tuvo que abandonar la escuela para cuidar a sus “seis o siete hermanos, entre ellos un bebé”, detalló el abogado. Sus padres debían salir a trabajara y ella, la mayor, tuvo que asumir esa responsabilidad. Una de las “hermanitas a la que cuidaba murió por una enfermedad y fue una situación muy traumática para ella, porque lo recalcó varias veces en su declaración”.
Cuando eso ocurrió la madre de la acusada regresó a la casa y fue Esperanza la que tuvo que salir a trabajar para ayudar económicamente a su padre en la manutención de la familia. Vendía “peperina y pan”, casi siempre en El Trapiche, relató el letrado. 
A los 15 años quedó embarazada de su primer hijo y al poco tiempo del segundo. Tuvo un tiempo a los dos con ella, pero la justicia le sacó al más pequeño “porque se enfermaba, tenía ataques de bronquios según le dijeron los médicos. Con dolor contó que no podía hacer nada porque en la pieza en que vivía en El Volcán no había calefacción. Además, que vivieran al lado de un río no fue un dato menor, ya que la humedad agravó el cuadro del chiquito”.

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