Crece la ganadería al oeste del Desaguadero

Con una trayectoria de más de un siglo a sus espaldas, Ganadera del Sur SRL sigue expandiendo la frontera de sus negocios. Ya hace unos seis años que comenzó a realizar remates anuales de reproductores e invernada en Mendoza, con una política dirigida a la difusión de genética de primera calidad más allá del río Desaguadero. En San Rafael, la semana pasada, realizaron el segundo remate anual de 35 reproductores, con muy buena afluencia y nivel de ventas.

San Luis y Mendoza. Los Abdallah, que trabajan en ambas provincias, aseguran que los campos puntanos son de mejor calidad. Pero los mendocinos son esforzados y muy trabajadores.

“Mendoza es una provincia que está trabajando bien en temas ganaderos. Hay mucho apoyo del Gobierno y la gente está interesada en mejorar la calidad de los rodeos, así que con la Asociación de Hereford Centro Oeste y alguna asociación más de Angus decidimos participar, tratando de hacer lo que en su momento se hizo en San Luis: incorporar genética en los distintos rodeos, ya que esta es la única alternativa que tiene el productor agropecuario para alcanzar objetivos de producción que sean rentables”, expresó a Revista El Campo, Musa Abdallah, propietario de la consignataria.
Para el titular de Ganadera del Sur, la incorporación de líneas genéticas es crucial en aquellas zonas de pobre oferta forrajera, ya que “un animal con genética convierte el mismo alimento mucho mejor y más rápido que un animal que no la tiene”. “La tarea que realizamos en San Luis nos terminó saliendo muy bien. Hoy podemos asegurar que los terneros de nuestra provincia son muy buscados. La gente ha entendido que mejorando la genética de los rodeos mejora la condición económica al momento de la venta. Y éste es el mismo criterio que estamos aplicando en Mendoza, pero hay que ir despacio, es un negocio complejo y lleva tiempo”, expresó.
La paciencia es una de las claves del negocio y Abdallah lo tiene claro. "Vos estás incorporando un toro con el que recién vas a ver el resultado en un año y pico, todos estos procesos son largos pero si uno los va manteniendo en el tiempo y desarrollando dan sus frutos. Nosotros en los remates que hacemos en San Luis hemos superado los 500 reproductores machos, una cifra sumamente importante, y vendimos más de 2.200 reproductores hembras. Es una prueba de que la gente ya no tiene dudas sobre cómo encarar esta actividad tan beneficiosa", reflexionó.
Abdallah contó que la adaptabilidad de los animales que llevan a Mendoza es muy buena porque hay un convenio con las cabañas para que preparen animales que se adecuen a esa zona. Las características puntuales hablan de un ganado moderado y ágil, que debe pesar entre 550 y 600 kilos, de modo que pueda estar siempre en buen estado, sobre todo en función de la escasa oferta forrajera. 
“Hay que tratar de que sea un animal criado lo más rústico posible, que no haya estado permanentemente encerrado en un galpón con alimento balanceado, sino que sea preparado a campo. Y esto es lo que hemos logrado con las cabañas de San Luis, fundamentalmente, y también con algunas de Córdoba que trabajan sus crías en campos duros, con pastos naturales, y las terminan a corral. La cría y recría en campos duros hace que el animal sea rústico, y aunque haya estado encerrado por más de tres meses para terminación ya está apto para ir a cualquier campo y comportarse adecuadamente”, comentó  Abdallah. 
Para llevar adelante este proyecto, Ganadera del Sur trabaja con cabañas puntanas como La Euge, de José Chiotti; y algunas de Córdoba como El Porvenir, de Rubén Macagno —exclusivamente de Angus— y María Pilar, de Jorge Gil. “Ahora también hemos empezado a incorporar hembras pertenecientes a Eloy Guerrero: animales criados en la zona de Alto Pencoso y con muy buena adaptación al entorno, que si bien no es idéntico al de La Paz, presenta varias características en común”, aportó el consignatario.
En Mendoza, la distribución de razas en el mapa presenta ciertas particularidades. Según Musa, La Paz tiene un gran volumen de hacienda Hereford y Angus en partes iguales, mientras que San Rafael tiene entre un 90 y un 95% de animales Angus. “Ahora estamos trabajando con la Asociación Hereford Centro Oeste para introducir la raza en esta zona”, contó. 
La razón de esta diferencia entre los dos polos ganaderos es difícil de precisar. “Hay zonas exclusivas de una raza, ya sea por la mayor influencia de una asociación determinada o porque la gente entiende que una tiene más adaptabilidad que la otra. En el caso del Angus, hablamos de un animal rústico, que se adapta a todas las zonas y muestra menos defectos que el Hereford. El hecho de que sea todo de un mismo color hace que sus características distintivas queden más disimuladas que en el caso de un Hereford, cuya diferencia de colores puede dejar en evidencia un defecto. Eso pinta un escenario más complicado a la hora de introducir una raza”, explicó, pero señaló que también en San Luis se da esta situación, como por ejemplo el alto porcentaje de Angus y más bajo de Hereford en el sur.
Por el momento, la provincia vecina no trabaja con razas índicas. Si bien se está intentando introducir un poco de Braford, los productores aún no están del todo convencidos. “El problema con las índicas es que son razas con un poco más de carácter, quizá más difíciles de trabajar. Entonces, ya no sólo hace falta la infraestructura apropiada en los campos (que en el caso de San Luis y, mucho menos en Mendoza, no la tienen), para trabajar ese tipo de hacienda, sino también una capacitación adecuada del peón de campo. Creo que la introducción de esas razas es un proceso aún más delicado”, dijo Abdallah.
Un caso distinto ocurre en el norte de San Luis, donde Ganadera del Sur realiza con frecuencia remates en la Sociedad Rural de Quines. “Ahí tenemos la influencia de productores de La Rioja y ellos sí trabajan con algunas razas distintas a la Angus y la Hereford. De hecho, en el último remate de Quines hemos vendido Brangus, que no es una raza trabajada por muchos productores, y también San Ignacio, cuyo único canal de venta en la provincia es Quines. E incluso Limangus africano, que tampoco es muy vista en otros puntos”.
En Mendoza no hay muchas cabañas, ya que fundamentalmente los productores trabajan con gente de La Pampa, muy relacionada con la actividad al sur de la provincia vitivinícola. Y en el caso de La Paz directamente no hay cabañas, pero trabajan con San Luis.
La paulatina introducción de genética a través de este proceso ya comenzó a dar resultados. Abdallah contó que el ternero que están obteniendo en la zona de La Paz es completamente diferente al de seis años atrás. “A esto la gente lo valora, ya que antes el ternero de La Paz se rechazaba, porque costaba engordarlo y no tenía características para un buen desarrollo, mientras que hoy es un ternero muy buscado. Y yo creo que esto es exclusivamente por la incorporación de genética”, opinó.
Uno de los motivos principales de la provincia vecina para incorporar genética es el de mejorar los índices de consumo de carne local. “Ellos tienen un bajo porcentaje de carne de consumo producida dentro de la provincia, por lo general se abastecen de Córdoba, San Luis y La Pampa, así que su objetivo es aumentar la participación del animal local en la escala de consumo. Creo que se trata de un proyecto ambicioso, pero no imposible. La gente de Mendoza lo apoya y me parece que lo van a lograr”, expresó. Y agregó: “La idea es llegar a cubrir en una primera etapa entre un 15 y 20% de la demanda de carne para consumo de Mendoza; en este momento están en el orden del 5 ó el 6%”.
La cría al oeste del Desaguadero tiene sus secretos y Ganadera del Sur los tiene claros. "Nosotros estamos haciendo sólo reproductores en Mendoza. Entonces, cuando uno inicia una etapa de comercialización siempre tiene que ser en un número bajo. En el caso de San Rafael, en este último remate se vendieron 35 toros, entre Hereford y Angus, y 120 madres. Para el caso de La Paz teníamos previstos  unos 20 toros en Angus y Hereford, y alrededor de 100 a 120 reproductores hembras", aclaró Musa.
"Son remates que desde el punto de vista económico no nos dejan ganancias. Evidentemente con esa cantidad no podés absorber los costos de organización, pero dentro de la política de la empresa está el criterio de desarrollar la ganadería no sólo en  San Luis y Mendoza, que es nuestra zona de influencia, sino también en todo el resto del país", agregó.  
Para el futuro, agregando otras categorías, el panorama puede mejorar aún más. "En este momento manejamos estos volúmenes, luego se pueden complementar con remates de invernada, más la producción de los terneros de estos productores que están incorporando genética, con lo cual los números empezarían a tener otra importancia. Es probable que en San Rafael realicemos un remate de invernada en mayo. En el caso de Quines, donde empezamos también con la venta de reproductores, el año pasado ofrecimos dos y este año fueron tres. Se avanza despacio, es un negocio complejo donde todavía vale más la palabra que la firma. De hecho en general no se firma nada, es muy de caballeros, pero eso obliga a andar con cuidado y despacio", cerró el consignatario puntano.
Del flete se se encargan los cabañeros en cuanto al ingreso y el productor del egreso. "En Mendoza hay muchos temas que uno tiene que ir cambiando despacio, porque es una provincia que siempre se manejj´´o mucho con canje. De hecho todavía hay remates de consignatarias que entregan reproductores a cambio de una determinada cantidad de kilos de terneros. Nosotros nos manejamos distinto, entendemos que es una forma de obligaro al productor a entregar sus terneros a la consignataria sin saber en el momento de la operación si va a hacer el mejor negocio o no. Nosotros en el sistema de canje, entendiendo que el productor debe tener absoluta libertad de manejo de su producto, no adherimos a este sistema, pero en Mendoza es muy usado".
Lucas Abdallah, hijo de Musa y representante comercial de Ganadera del Sur, aseguró que, “el hecho de que cabañas de La Pampa o de Córdoba se hagan cargo del flete hasta estas zonas que trabajamos nosotros en Mendoza es, en cierta forma, como ponerles los toros en la puerta de los campos”. “Si bien en otros remates existe el sistema de flete gratuito al campo, el productor tiene que viajar hasta la zona de producción de las cabañas. En nuestro caso, nosotros los llevamos hasta el punto de venta y con eso evitan viajar hasta 500 kilómetros, que es la distancia que separa a Córdoba de Mendoza, por ejemplo”, agregó.  
A los remates de La Paz los realizan en un predio chico, de veinte corrales, que ahora está en plena construcción y es propiedad de la Municipalidad. Para los de San Rafael utilizan el predio de la Cámara de Comercio, Industria y Producción, que tiene un sector exclusivamente dedicado a la ganadería, similar a una Sociedad Rural. “Nosotros nos encargamos de toda la organización del remate: contactamos a los cabañeros, a los compradores, realizamos la facturación y llevamos el martillero”, detalló Abdallah hijo.
La cartera de clientes es muy amplia y permanentemente se va incrementado. Los remates de feria tienen mucho mejor precio que las operaciones que se puedan hacer en campo en forma directa y esto hace que la gente se vuelque continuamente a enviar su producción a los remates.
Consultados sobre las iferencias entre San Luis y Mendoza, los Abdallah fueron concretos: "Son distintas producciones, los campos de San Luis son mejores que los de Mendoza. Acá encontramos campos naturales donde podes tener una vaca en 6 ó 7 hectáreas, en incluso los muy buenos con una cada 3 ó 4. En Mendoza en cambio hay una vaca cada 20 hectáreas. Esto muestra una marcada diferencia en la calidad. Pero los mendocinos son personas que a la hora de trabajar no se achican, en eso nos sacan un poco de ventaja".