Las colonias de verano recorrieron la ciudad con una bicicleteada

El trayecto era de siete kilómetros, pero los más chicos pedalearon sólo una parte.

Si algún puntano despistado se los cruzó, seguro pensó que era una etapa que había quedado pendiente del Tour de Ciclismo puntano. Y es que los chicos de colonias de vacaciones de la capital, Juana Koslay y Potrero de los Funes pedalearon por las calles de San Luis ayer a la mañana. Hicieron todo un recorrido por el centro y la avenida Eva Perón que finalizó en el club Aseba, a cargo de la organización de la actividad. Es el tercer año que las piletas realizan una bicicleteada para cerrar la temporada de verano con un paseo saludable para toda la familia.

“¡Queremos salir!”, gritaban los pequeños deportistas debajo del arco de largada, mientras esperaban que el resto de los niños se pusieran el casco y se subieran a la bici, para que todos arrancaran la travesía, que comenzó unos minutos después de las 10 frente a la plaza Pringles, por la calle Rivadavia. Entre los niños, que estaban en fila y con las manos en el manubrio, había varios padres sacando fotos y otros que se pusieron la ropa de ciclistas para acompañar a sus hijos en el trayecto. También estaban los profesores de Educación Física que trabajan en las colonias y que pedalearon junto a sus alumnos.

Eran casi 300 chicos los que salieron del centro de la capital y otros 100 aguardaron cerca del predio de llegada, para compartir los últimos metros del tour. Además de los nenes que asisten al club de los bancarios, participaron los de Ave Fénix, El bosque y las colonias de los sindicatos de empleados telefónicos, Uthgra, Aleara, la obra social provincial Dosep y la pileta municipal de Potrero de los Funes. Todos llevaban remeras del Tour de Ciclismo de San Luis o del Plan TuBi, que prestó casi cien rodados para los niños que querían participar, pero no tenían cómo hacer el recorrido. Para solicitarla, tenían que entregar su DNI y cuando arribaran al final del trayecto, debían devolverla para obtener nuevamente su documento.

“Es increíble las ganas que tienen los chicos y cómo se prenden los padres. Siempre hay mucha expectativa antes de la bicicleteada y creo que es por la difusión que hacemos antes, que los engancha”, dijo Juan Albornoz, responsable de Aseba, quien explicó que las familias los acompañaron porque contaban con todas las medidas de seguridad para que los chicos pasearan sin inconvenientes. Los acompañó la Policía y las ambulancias del Ministerio de Salud. Y agregó: “Es una actividad que los motiva, les gusta y es algo distinto. ¿Cuántas veces un chico salió a dar vueltas en bici por el centro con toda esta organización, camionetas, medios que cubren la actividad? Se sienten grandes”.

Después de rodear la plaza Pringles, el pelotón de 8 años en adelante avanzó por Junín, siguió por República del Líbano y en la zona del Puente Blanco, bajó a la avenida Eva Perón. Siguieron hasta la rotonda de Terrazas del Portezuelo y volvieron por el mismo camino, con rumbo al Parque de las Naciones, donde los esperaban los nenes de entre 3 y 7 años para hacer la última parte del recorrido, que en total llegó a 7 kilómetros. Los deportistas ingresaron al predio por el acceso que está sobre la autovía e hicieron una parada para refrescarse mientras el grupo de pequeños dio la vuelta al complejo acompañados de algunos profesores y sus padres. Algunos iban con bicicletas más grandes, otros con las que tienen dos rueditas a los costados y los más chiquitos, con triciclos.

Unos minutos después de la largada, los pedalistas más grandes también rodearon el parque y salieron por la puerta de la calle Catamarca, donde estaba el arco de llegaba frente a Aseba. Pero la diversión no se terminó con la bicicleteada, ya que los niños de todos los clubes disfrutaron de una tarde de pileta y participaron en el sorteo de una bici del plan TuBi, anteojos, brújulas, vaucher de comida en una lomitería y kit escolares.

“La actividad física es el pilar del crecimiento saludable de un chico. En las colonias desarrollamos todas las disciplinas y no es un verso, los niños lo viven. Y después pueden elegir a qué escuela deportiva o club quiere ir. Más allá de que las colonias son un servicio que se paga, el mejor legado que podemos dejarles a los chicos es el interés por una disciplina”, dijo Albornoz, quien destacó que la jornada también sirvió para realizar una acción solidaria, porque junto con la inscripción,  todos los padres colaboraron con un alimento no perecedero para la Fundación del Niño Sano (Funisa).