El otoño esperará tres días más para vestirse de amarillo en San Luis porque quiere festejar su llegada a puro color en el sambódromo de Potrero de los Funes. A la belleza del paisaje serrano, que ofrece la localidad, se sumarán durante tres días, mil seiscientos pasistas de diferentes escuelas de samba de Brasil, más setecientos cincuenta de la escuela “Sierras del Carnaval”. Todos estarán mezclados durante el desarrollo del desfile del Carnaval de Río en San Luis. Hoy fue el último ensayo general en la zona de boxes del circuito internacional, había pocos pasistas brasileños junto a los puntanos que, organizados en escuadras movedizas, practicaron cómo será la fiesta carioca con estilo puntano mañana a partir de las 20.
Las prácticas comenzaron sin los niños de “Sierras del Carnaval”, que sólo participarán de la fiesta el viernes.
La práctica incluyó pruebas de iluminación, de sonido, de la pasada de las carrozas, el cálculo de los tiempos entre cada escuela de samba y los gestos de inmensa alegría.
“El objetivo principal del ensayo fue dejar definidos los últimos detalles. Los pasistas no vinieron con los trajes porque, una vez que se los entregan a cada uno de ellos, los guardan. Sólo deben usarlo para el desfile”, explicó la coordinadora del contingente brasileño, Leila Medina.
Acompañados por la música y el golpe de la percusión los integrantes de cada escuela, que forman parte del espectacular desfile, se pusieron de acuerdo para ir todos juntos hacia la misma meta: brindar un show entretenido para toda la familia.
Las prácticas comenzaron sin el sector de niños de “Sierras del Carnaval”, que sólo participarán de la mega fiesta el viernes.
La primera en aparecer en escena fue la reina del Carnaval, Mariana Jofré, acompañada por sus princesas Sofía Acuña y Lucina Buchta, y el infaltable rey Momo puntano, Rubén Justo, quien saludaba a las tribunas a medida que avanzaba por la pista.
El director artístico del Carnaval de Río en San Luis, Wallace Souza, estuvo atento a la coreografía que realiza la comisión de frente, conformada por veinte bailarines profesionales de la provincia.
Más tarde hizo su pasada el grupo de batería que forma parte de la escuela puntana “Batida de Coco”, encabezada por su reina, Camila Partenza.
Otro de los personajes que cada año llega al sambódromo puntano es Milton Cunha, quien desde lo más alto de una de las carrozas observaba que todo estuviera bien. Al cierre de esta edición el ensayo de la fiesta carioca contagió a cualquiera que estuviese cerca, no había persona que no moviera un pie al compás de las batucadas.


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