Un hombre de 59 años, dueño de una distribuidora de carne, fue detenido por su presunta relación con el robo a mano armada a un comerciante de la zona céntrica de San Luis. Entre los bienes que se llevaron había una suma de 200 mil pesos en cheques.
Adelino Abel Rosales fue a un banco de la ciudad con intención de hacer efectivo el cobro de los cheques. El cajero le dijo que no iba a poder realizar la transacción, porque la Policía había informado que esos documentos tenían un impedimento legal.
Luego de que la entidad le avisó a la Policía, la juez Carina Gregoraschuk ordenó un allanamiento en la casa de Rosales, ubicada en la calle Los Inmigrantes. El procedimiento se llevó a cabo el lunes cerca de las 20. Allí secuestraron resúmenes de cuentas bancarias y las notificaciones de que los cheques no fueron pagados. Además arrestaron al propietario de la vivienda.
“Investigamos los movimientos financieros del detenido para saber cómo llegaron los cheques a su poder”, informó el jefe de la Comisaría 1ª, comisario Carlos Villegas. “Puede que los haya recibido como forma de pago de mercadería, pero toda transacción comercial tiene que estar justificada por un comprobante”, agregó.
A pesar de que los agentes inspeccionaron los ambientes de la casa, no hallaron ninguna factura o remito que demostrara en qué venta se hizo acreedor de los documentos denunciados.
Rosales está en una celda disciplinaria de la Comisaría 1ª, a disposición del juzgado Penal 1. Lo imputaron por robo calificado. “Esa imputación no es definitiva, una vez que la magistrado reciba el sumario, analizará qué participación tuvo el detenido en el ilícito”, refirió.
Gregoraschuk tiene que determinar si el sospechoso tiene alguna responsabilidad en el hecho. En caso de que la tenga, tiene que ver en qué grado. Entonces determinará la imputación definitiva. No hay nada concreto que indique que Rosales fue el autor material, pero quiso depositar los documentos.
Los investigadores tratan de establecer cómo llegaron los cheques a manos de Rosales, quien hoy a la mañana será indagado. Es la mejor oportunidad que tiene para explicar quién le entregó los cheques y en qué condiciones.
El asalto fue cometido el 7 de marzo pasado, cuando dos delincuentes entraron armados a una oficina de la calle Rivadavia al 1300. Allí, el propietario, de apellido Giménez, fue encañonado y le exigieron objetos de valor. Luego revisaron el inmueble, donde encontraron los cheques. Además sustrajeron bienes personales, como joyas y un reloj, entre otros elementos, informó la Policía.
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