Choferes de Transpuntano amenazan con parar el lunes

La mecha del paro está prendida y explotará el lunes con una huelga de los choferes de Transpuntano, si es que no llegan a un acuerdo con los directivos de la empresa. Así lo aseguraron los sindicalistas tras una asamblea.
Los gremialistas esperan que durante esta semana el Programa Relaciones Laborales los convoque para llegar a una solución con la patronal. Las expectativas son escasas ya que los planteos perduran con el tiempo y no hay respuestas concretas, de acuerdo a lo comentado por uno de los delegados de la empresa, Iván Piñeyro, que se encuentra suspendido por una orden de la Justicia. “Las relaciones con la patronal están tensas”, aseguró sobre las medidas que afectan a unos 200 colectiveros.
Con el apoyo de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), hoy  harán la presentación para cumplir con los cinco días hábiles de anticipación que pide el Gobierno para llegar a un acuerdo. Además, durante ese tiempo, la firma que responde a la Municipalidad tiene la obligación de presentar el cronograma del servicio de emergencia.
“Los funcionarios están al tanto sobre la medida de fuerza pero hasta el momento no nos comunicamos para decirles el día que elegimos”, explicó.
Los trabajadores reclaman varios puntos. Uno de ellos es la falta de descanso entre vuelta y vuelta ya que los consideraron insuficientes: cada dos horas tienen dos o tres minutos entre que llegan al punto final del tramo y en el que arrancan el recorrido de nuevo. De acuerdo al convenio firmado con la UTA deberían tener 15 minutos. “Es problema de diagramación de los ramales”, aseguró.
Piñeyro explicó que hace dos meses, durante la última conciliación, los funcionarios aseguraron que la compra de diez colectivos nuevos iba a recomponer las horas de descanso, y finalmente no fue así. “El servicio es un desastre. Siempre estoy en contacto con mis compañeros porque voy a las cabeceras. Lo único es que no me dejan entrar a la oficina principal de la empresa”, argumentó.
Otro tema que les preocupa es la falta de uniformes, que debieron ser entregados en marzo y aún están a la espera. La indumentaria incluye camisa manga larga, corbata y pantalón. Pero no fue el único retraso ya que en febrero les dieron el de verano, cuando lo tendrían que haber realizado en setiembre u octubre. 
“Hay persecución laboral, tenemos compañeros que fueron suspendidos en una conciliación obligatoria y fue sin causa”, dijo y acusó que “están achicando el presupuesto con supuestas suspensiones”. Piñeyro comentó que los usuarios se quejan por falta de cordialidad en los saludos o malos tratos, que los funcionarios cesantean al empleado inmediatamente y que hay hasta “muchos casos de pasajeros inventados”.
La misma opresión sufren los representantes de los conductores. “La compañía tenía cuatro delegados de los cuales uno, yo, estoy suspendido y al otro le iniciaron un sumario interno para hacer una actuación judicial”, sostuvo.
Además, dijo que una queja que puede recolectarse en los pasillos de la compañía, es el mal estado de los colectivos y la falta de mantenimiento.