La soja puntana rindió más que en los últimos 2 ciclos

El inusual verano lluvioso en San Luis trajo su recompensa. El rendimiento promedio de la soja cultivada en la provincia fue de 2.100 kilos por hectárea, muy superior a las dos últimas campañas, que registraron 1.739 kilos en 2013 y 1.300 en 2012.

2.100 Fue el rendimiento promedio de la soja cultivada en esta campaña, superior a los 1.739 de 2013 y 1.300 de 2012.

La cosecha de la oleaginosa terminó en San Luis y, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, sembraron en total 160 mil hectáreas, de las cuales veinte mil se perdieron por falta de agua y tormentas de granizo.

El rinde de la campaña que acaba de terminar es similar sin embargo al logrado en 2011, cuando se registró un promedio provincial de 2.348 kilos por hectárea.

En tanto, el avance de cosecha del maíz en todas las zonas agrícolas puntanas es del 55 por ciento, con un rendimiento promedio de 6.500 kilos por hectárea. En total fueron cultivadas 130 mil hectáreas, pero se perdieron cuatro mil por la sequía de principios del verano pasado mayormente.

El sorgo granífero está trillado en un 63 por ciento, con un rinde promedio de cuatro mil kilos por hectárea. Sembraron 52 mil hectáreas en total, pero las pérdidas también por razones climáticas alcanzaron las 3.100 hectáreas.

El director de la consultora Agritrend, Gustavo López, destacó que es "inédito el atraso de la cosecha de maíz" ya que aún falta levantar el 50 por ciento del maíz en Argentina.

"La situación se está volviendo realmente complicada, para las dos cosechas: la nueva, (trigo) que comienza a retrasarse (la siembra) y la gruesa que todavía falta levantar, y que no es menor", dijo a la agencia Noticias Argentinas.

El directivo dijo que la situación se complica en varias zonas: “Hoy estamos hablando de una soja que todavía nos está quedando algo más de 10%, un poco más de 2 millones de hectáreas por levantar. La situación se vuelve más conflictiva en todo lo que es NEA donde estaría restando no menos de 600 a 700 mil hectáreas, que hacen un aporte importante, pues estamos hablando de 2.700 kilos por hectárea".

La otra zona es el sudeste de la provincia de Buenos Aires, con casi un millón y medio de hectáreas, pues solamente se levantaron 900 mil y restan las otras 500 a 600 mil, con dos mil kilos de promedio por hectárea, explicó.

Tras destacar que "están complicadas las dos cosechas, el final de la vieja y el arranque de la nueva campaña, que no comienza", el analista señaló que respecto a lo que falta recolectar aún "el tema del maíz es realmente notable".

"Es correcto que hayan utilizado una serie de variedades más tardías pero que a esta altura del año, solamente se haya levantado algo menos de la mitad, es algo insólito", sostuvo López.

Consideró que "las pérdidas también van a ser interesantes desde el punto de vista de lo que es el volumen total. Tampoco acá soy demasiado optimista respecto a los que hablan de 25 millones de toneladas: lo veo por debajo de ese volumen, aunque el tema de las cifras en Argentina es bastante difícil de establecer".

"El año pasado hablaban de una soja de 49 millones y terminó siendo bastante inferior, y aún peor en el maíz que oficialmente se hablaba de un nivel totalmente absurdo (32 millones de toneladas), y fue 25 millones a lo sumo, que coincide con el ritmo de las compras y de las exportaciones que se fueron dando", añadió.

Con lo cual, "evidentemente, hay una distorsión", destacó mientras que consultado sobre el arranque de la siembra de este año, López afirmó que "el trigo arrancó con más incentivo para el productor por distintas vías".

"O sea, arrancó con un nivel de precios que marcaba una posición de enero en torno a los 205 dólares la tonelada; lo que daba incentivos a sembrar y en alguna medida se fue plasmando en lo que es la actual hipótesis de siembra en torno a los 4.200.000 hectáreas", afirmó.

Para el analista, luego esto se comenzó a desvanecer, "por un lado, por los precios que bajaron bastante, ya que estamos hablando que ahora la posición enero ronda 195 dólares la tonelada, y cuando se hace un análisis de lo que son los precios futuros, estamos más cerca de los 180 a 185 dólares la tonelada".   

En cuanto a la situación de infraestructura para "sacar" la cosecha, López fue enfático: "Sólo con el 10% de las retenciones recaudadas en la última década (no menos de 70 a 75.000 millones de dólares) se hubiera podido hacer una cantidad de obras en materia de infraestructura notables. Incluidos, también, otros aspectos como el almacenamiento", finalizó.