Caso Araneda: se entregó un chico que participó del asalto

“Necesito que me ayudes. Quiero irme del barrio. Mi hijo se descompaginó”. El padre del chico de 16 años que admitió ante una juez que participó del asalto en el que asesinaron a Angélica Araneda había resumido con ese pedido, que le hizo a un conocido, su preocupación por la "mala junta" y los cambios negativos que había advertido en la conducta de su hijo, contemporáneos a la fecha en la que había abandonado la escuela, hace unos meses.
El adolescente –cuya identidad no se da a conocer, por su condición de menor– llegó al Juzgado del Crimen Nº 3 a las 12:20, aproximadamente. Lo acompañaban su mamá y dos abogados.
“Vino a ponerse a disposición por el hecho ocurrido el martes 27 de mayo en la casa del barrio Ignacio Vidal. Se hizo una audiencia informal, de presentación espontánea, en la que dijo que había estado en el asalto. Por lo que surgía, se cortó la audiencia, (y la juez, Virginia Palacios) ordenó que lo alojaran en la alcaidía del Poder Judicial hasta que tomara una resolución. Un rato después, ella dispuso llamarlo a indagatoria por ‘Homicidio en ocasión de robo calificado por el uso de arma de fuego’ y se notificó a las partes”, resumió una fuente.
Comenzó a declarar cerca de las 14. Lo hizo ante la magistrado; sus abogados; su mamá; el fiscal Nº 1, Ernesto Lutens; y la defensora de Menores Nº 2, Marcela Torres Capiello.
El chico contó que el martes 27 a la mañana llegó a la casa de Araneda en moto junto a dos jóvenes que viven en el barrio Eva Perón, al igual que él. Los nombres de ellos coinciden con los de dos personas que son investigadas por la Policía por su posible implicación en el atraco, confió.
El menor admitió ser amigo de uno de ellos. Al otro, “lo conocía de nombre, por el barrio”. Dijo que sabía que iban a ese domicilio a robar, que fue por invitación de uno de ellos y que imaginaba que en la propiedad no iba a haber gente.
Explicó que fue el último que ingresó a la casa, porque ofició de conductor de la motocicleta y tuvo que estacionarla. Relató que “cuando entró, alcanzó a ver a tres personas –en referencia a Angélica y sus dos hijos– en la cama matrimonial. Se asustó al ver que había personas adentro, y les dijo a sus amigos que él se iba”, contó la fuente.
El menor aseguró que no llevaba arma y que no vio que sus acompañantes portaran algunas. Indicó que “escuchó el impacto, y que cuando iban saliendo, uno (de los cómplices) le dijo al otro que se le había escapado un tiro”.
Según un informante, el adolescente se atribuyó en un rol pasivo, bastante distinto a la descripción que hizo un testigo del comportamiento de los integrantes de la banda. Incluso dijo que no se llevó nada de la casa, que vio la caja fuerte con la que escaparon sus compañeros, pero aseveró que desconocía que ellos habían robado computadoras y teléfonos. Ante una pregunta de la juez, dijo sentirse arrepentido por lo que había sucedido con la mujer.
La juez Palacios informó que tiene 48 horas para resolver la situación procesal del chico imputado. Puede, en ese lapso, disponer la realización de alguna medida de prueba. El chico estará en la Comisaría del Menor hasta que tome una decisión. Por la edad es imputable, pero no puede quedar detenido.
En caso de un eventual procesamiento, por la ley de Menores, la juez debe hacer copia del expediente y enviárselo al juez de Familia y Menores de turno. Éste será quién disponga sobre él.