El detenido por el asalto en la distribuidora era un prófugo

La Policía dice que no es nueva la treta que usó uno de los presuntos integrantes de la banda que asaltó a la firma que distribuye los lácteos “La Serenísima”en San Luis. Cuando lo detuvieron, le dijo a los efectivos que se llamaba Víctor Hugo Rodríguez. Unas horas después confirmaron que no es quien decía ser: su verdadero nombre es Sergio Luis Aliaga, un condenado por robo que se había ido de una cárcel de Córdoba con una salida transitoria y no volvió más, informó ayer el jefe de la División Investigaciones de San Luis, el subcomisario Omar Talquenca. 

Por eso, a las imputaciones por "robo calificado por el empleo de arma de fuego y privación ilegítima de la libertad en banda y en poblado" los investigadores preveían sumarle otra por dar una identidad falsa, refirió. 
En lo que no mintió fue en la edad: tiene 50 años. Y, por los registros, su domicilio es en Leandro Alem y la avenida Juan XIII, en Córdoba capital, detalló. Según Talquenca, “tiene un prontuario impresionante de delitos contra la propiedad, todos en banda”. 
El sospechoso estaba indocumentado cuando fue requisado. Los efectivos de San Luis se comunicaron con sus pares de Río Cuarto y le enviaron una foto y los datos que tenían del arrestado. “Nos contestaron que en todas las causas por las que se lo ha procesado allá se había presentado como Víctor Hugo Rodríguez y tenía un documento ‘trucho”, precisó. 
Aliaga sería indagado hoy por la juez Penal Nº 3 Virginia Palacios. De modo informal, le contó a la Policía que había llegado a San Luis ayer a las 7, en colectivo, y que venía de Córdoba a encontrarse con dos amigos que lo esperaban. No está acreditado  quiénes serían esas personas, en caso de existir, y al menos hasta ayer a la tarde nadie había ido a visitarlo en donde está detenido, ni siquiera un abogado, contó el policía. 
“Hemos hecho una investigación. Entre anoche –por el sábado– y la madrugada hemos chequeado cámaras de la terminal, pero no hemos podido determinar que haya arribado en algún ómnibus, que lo hayan aguardado y haya estado efectivamente con amistades. Ha dicho que estuvieron en cafés, en la plaza principal de la ciudad, que recorrió el centro. También manifestó que no se ubica bien. Nos describe lugares que no sabemos cuáles pueden ser”, dijo. 
Agregó que esos allegados “lo invitaron a que se viniera, porque tenían un trabajito. Y él explicó que como no tenía plata, se vino”.
El policía aseguró que Aliaga tiene un pedido de captura desde mayo de este año, cuando no regresó al Penal de San Martín. Con el paso de las horas, cuando se mostró más abierto a hablar con los agentes, les confió que no sabía si había algún pedido de captura sobre él. “Efectivamente, los contactos que tenemos en Córdoba nos confirmaron que así es, que lo buscaban por esa infracción, por violar el beneficio de la salida. De todos modos, las comunicaciones para una eventual extradición se hacen de juzgado a juzgado, no intervenimos en eso”, aclaró.