Los jóvenes que participan en A Toda Pila saben que con el concurso ayudan a salvar miles y miles de litros de agua; pero quizás en un futuro los bloques fabricados con hormigón y las botellas con las baterías recolectadas servirán para construir viviendas. El Ministerio de Medio Ambiente firmó un convenio con la Universidad Nacional de Cuyo de Mendoza para realizar estudios en los cubos, para así conocer cómo reaccionan ante la presión, fuerza o flexión en diferentes usos, como la edificación. Si bien para la utilización en casas deberían replicarse otras investigaciones sobre toxicidad, estos primeros resultados servirán para construir dos grandes galpones en las plantas de Reciclado de El Jote y la de Donovan, próxima a inaugurar.
Actualmente los cubos están depositados en la planta de reciclado ubicada en Carpintería.
“El estudio lo va a realizar el Laboratorio de Hormigón, que depende del Instituto Técnico de Investigaciones y Desarrollo de Materiales, de la Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza. Enviamos un total de veinte bloques, que tienen encapsuladas las pilas y ellos les van a hacer algunas muestras: ensayo de comprensión, ensayo de flexión simple, ensayo de absorción en frío, ensayo de densidad, y caracterización geométrica”, indicó Fabricio Bagatto, jefe del Subprograma Gestión de Residuos y Producción Limpia. “Esto es para comprobar la resistencia de los bloques ante la torsión, compresión o algún impacto, ya que están revestidos de hormigón, pero tiene botellas con pilas adentro”, agregó.
Actualmente los bloques están depositados en la planta de reciclado ubicada en Carpintería, El Jote. “La idea de estos ensayos es para ver si se podría utilizar en casas, o ver qué posibilidad hay de hacer algo extra con ellos. Lo que realizaremos próximamente es construir un galpón para la acumulación de materiales con los cubos”, dijo. Y comentó que, para la construcción de viviendas faltarían otras series de estudios, como de magnetismo y radiación. “Deberíamos hacer algún análisis toxicológico, para ver si con el tiempo podría llegar a dañar el agua o el ambiente. Estamos buscando el lugar donde hacen este tipo de investigaciones”, adelantó. Y explicó que en Hormigonera Puntana, la empresa local encargada de encapsular las pilas, hicieron un ensayo informal. “Han puesto un bloque de hormigón, una botella con pilas y pilas sueltas, en recipientes distintos con agua, y regaron un germinador. El que estaba regado con agua del bloque creció normalmente, y el de la botella también, pero el que estaba con pilas sueltas no”, contó.
Y recordó que “la idea principal fue hacer bancos para plazas. Hemos tenido pedidos de escuelas, para hacerles bancos también. Un ensayo físico con certezas de que tiene una buena resistencia a un golpe o torsión ya es un avance, haría falta un análisis químico, ya que es una incertidumbre porque no se sabe qué puede pasar de acá a cuarenta años. El directivo de la escuela o el encargado de la plaza se deberían comprometer a avisarnos cuando haya una fisura o algo. Ya que esto puede durar mucho tiempo, y trasciende las gestiones”.
En el plan A Toda Pila participan unos dos mil chicos de casi noventa escuelas. Ya han logrado recolectar una tonelada, aunque el funcionario comentó que sólo han visitado un 15% de las escuelas, ya que “los jóvenes juntan las pilas rapidísimo y no damos abasto de recorrer todo el interior”. Y aseguró que por segundo año consecutivo, el concurso tuvo una gran convocatoria y aceptación. La división que mayor cantidad de baterías acopie (una por departamento) se llevará de premio el buzo, la campera, la remera y una bandera con el logo de la promoción. Además, un tambor redoblante y una sala de cine para la escuela.


Más Noticias