Expectativa por la construcción de las mil casas del Gobierno

La adjudicación de obra de las mil viviendas que el Gobierno quiere construir en la ciudad continúa sin definición. Hasta el lunes a última hora se mantenía la expectativa para que la Municipalidad de San Luis entregara la factibilidad definitiva que restaba, a las empresas oferentes que esperan una respuestas oficial.
"Las contratistas nos informaron que esa documentación la iban a recibir entre hoy (por ayer) y mañana (por hoy). De acuerdo a lo que se obtenga, se van a definir las distintas adjudicaciones de las obras, los nombres de las firmas  y la reubicación de las obras, la definición de ese trámite va a ser en función de la respuesta que recibamos", afirmó el jefe del Programa Construcción de Viviendas, Daniel Guibelalde, a El Diario de la República.
Aunque estaba previsto que el gobernador, Claudio Poggi, firmaría la concesión de la obra mañana, las fuentes consultadas del Ejecutivo no adelantaron los pasos a seguir en caso de que la Intendencia no cumpla con su promesa de completar la entrega de la factibilidad de los proyectos de dos de las cuatro empresas que serían las encargadas de iniciar con los trabajos.
"Lo que a la Municipalidad le falta definir son algunos aspectos de los certificados de factibilidad que se habían emitido a principios de este mes. Esas resoluciones tenían algunas cuestiones que merecían ser aclaradas y que necesitan mayor precisión. Tiene que ver con los puntos de conexión de las obras de infraestructura, aclaración sobre la normativa que se va a aplicar, como así también sobre los tanques de reserva del agua", explicó Guibelalde.
Las idas y vueltas que rodean al proyecto con el que el Gobierno provincial pretende que mil nuevas familias accedan a la casa propia en San Luis (lo que significaría una inversión de 500 millones de pesos), inició hace aproximadamente veinte días, cuando el Municipio capitalino negó de cuajo a las empresas oferentes -Alquimaq, Lumma, Indyca y PVP- avanzar, con el argumento de que no existe la adecuada infraestructura para proveer de servicios a los futuros hogares, principalmente en lo referido al sistema de cloacas que actualmente no es eficiente para satisfacer las necesidades de los hogares puntanos, ya que se encuentra colapsado.
Casi una semana después, Poggi puso una fecha límite a las empresas oferentes (que se cumplió el viernes pasado), para que presentaran a la Municipalidad la viabilidad de las obras. Estaba previsto que hasta ese día llegara  una respuesta a favor, lo que daría el puntapié inicial de los trabajos, mientras que en caso contrario, se declararía fracasada la licitación.
Sin embargo, la pelota siguió rodando ya que por el momento ninguna de las dos alternativas aún se cumplió: la Intendencia "negoció analizar" un estudio de factibilidad, a condición de que se cumpliera con una serie de condiciones que consistieron en la compra de cuatro unidades para incorporarlas al servicio de transporte público de la ciudad (a manos de Transpuntano), un camión compactador y la pavimentación de los cuatro barrios en juego. En todos los casos nunca se aclaró quién debía hacerse cargo de proveer ese pedido.
Finalmente la Municipalidad  dio marcha atrás con la exigencia del asfalto y a cambio incluyó la construcción del cordón cuneta, mientras que mantuvo los otros dos pedidos (las unidades para el transporte público y el camión compactador). Aclaró además que esos requerimientos le correspondía cumplirlos "a la autoridad provincial competente".