En una tarde con amenaza de lluvia, lo que llovió fue café, porque la primera etapa del Tour de San Luis fue para el colombiano Fernando Gaviria, que sprintó más rápido que todos y llegó primero a la meta. El "Cafetero" hizo un tiempo de 4h40'13" para recorrer los 186,8 kilómetros. Mark Cavendish y Sacha Módolo lo escoltaron.
Al ingreso de Villa Mercedes la fuga pasó a ser historia. Quedaron todos juntos.
La carrera tuvo de todo. A las 14:02 se puso en marcha y los ciclistas fueron en pelotón compacto hasta Juana Koslay, pero ahí nomás se fugaron cuatro pedalistas: Cleber Da Silva (Funvic), Leandro Messineo (San Luis Somos Todos), Ignacio Pérez (SEP) y David Williams (Jamis). Nadie quiso aflojar y le sacaron algo más de un minuto a la caravana multicolor, a metros de La Cumbre, el brasileño Da Silva fue más rápido que todos y se quedó con la meta sprint. El del Funvic hizo su parte y después decidió guardarse en el pelotón. Messineo, Pérez y Williams siguieron para adelante. Le pusieron el pecho al viento y la cara al sol. En Fraga fue el turno de la meta sprint, que fue para Messineo, el del San Luis Somos Todos, al igual que el año pasado, fue protagonista en la etapa inaugural.
Los de adelante apuraron el ritmo y la fuga se estiró a 4'40". El pelotón seguía tranquilo, nadie movió la caravana, y los de punta aprovecharon para escaparse un poquito más.
El Lampre-Mérida pasó estar adelante en el pelotón. También intentó cambiar el ritmo de carrera el Nippo Vini Fantini, pero los demás no acusaron recibo y nada cambió.
La segunda meta sprint salió al encuentro de los de arriba y fue Messineo el que cruzó primero. Después fueron rumbo a Justo Daract y la diferencia seguía igual. La brecha no se acortó porque los de atrás venían a un ritmo cansino.
A quince kilómetros de la meta la ventaja se acortó a dos minutos. Los fugados sintieron el desgaste y el ritmo ya no fue el mismo.
El pelotón comenzó a moverse. Pero la estrategia no estuvo sólo para acercarse a los de adelante, sino también para atacar al propio pelotón. Todos los equipos se turnaban para atacar al Etixx-Quic Step de Cavendish. Fue tan grande el desgaste que le hicieron a los compañeros del británico que el esfuerzo les pasó factura.
Al ingreso de Villa Mercedes la fuga pasó a ser historia. Quedaron todos juntos. Y ahí fue una lucha sin cuartel entre las escuadras que le tiraron todo al Etix y al Lampre-Mérida. La intención era no dejarle el hueco ni a Cavendish ni a Sacha Módolo, dos de los mejores sprinter del planeta.
Y en el último kilómetro todos tenían piernas pero nadie encontraba el hueco para meter la bici, hasta que en la última cuadra los colombianos le fabricaron el lugar a Gaviria, que cuando acomodó su bici, le metió con todo y sacó una ventaja importante, que peligró sobre la meta porque Cavendish se hizo el lugar y lo fue a buscar, pero la bandera a cuadros lo salió a buscar al "Cafetero" que levantó los brazos, miró el cielo y le agradeció a su gente. Mientras todos esperaban por Cavendish y Módolo, el que apareció primero fue el pibe de Colombia.
La primera etapa dejó de todo. Una fuga de más de 100 kilómetros. Una rodada que tuvo a 20 ciclistas en el piso. Un trabajo de equipo que fue el común denominador de la tarde. Un sprint final con dientes apretados, porque a cien metros de la meta había muchos con resto, pero sin lugar para meter la bici, ahí salió la viveza de los colombianos que le hicieron el espacio a Gaviria.
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