No pudo disimular las lágrimas de alegría. Natalia Ríos al fin tiene su techo propio y la seguridad que necesitaba para agrandar la familia junto a su marido, Jorge Fernández, después de diez años de pareja. Vivirán en el barrio Mirador del Portezuelo, ubicado en el sur de la capital. Y no estarán solos, porque ayer a la tarde el Gobierno le entregó las llaves de su casa a otros setenta y un beneficiarios de los planes habitacionales Progreso y Sueños.
“Hicimos mucho para tenerla, anduvimos mucho, nos inscribimos varias veces y ahora se cumplió. Queremos mudarnos lo más pronto posible”, dijo la flamante propietaria, mientras se abrazaba con sus padres que la habían acompañado a la entrega de vivienda. La misma idea tuvo Cintia Lucero, quien apenas terminó el acto recibió el flete con todos los muebles que hasta ese momento tenía amontonados en la casa de sus suegros.
Si bien la ceremonia fue en el complejo Serranías Puntanas, los flamantes hogares están situados al otro lado de la ruta 3, el este, donde la Provincia otorgó otras casas a mediados de setiembre. En las que estrenaron ayer, habitarán doscientos cuarenta y siete puntanos, de los cuales ciento cinco son niños. Todos se convirtieron en propietarios de la mano del gobernador Claudio Poggi; la ministra de Vivienda, Cecilia Lucero; y el de Inclusión Social, Gastón Hissa, quienes les dieron las llaves. Y después de la entrega y de sacarse varias fotos con los funcionarios y con los parientes que los acompañaron al acto, cruzaron la ruta 3 y los barrios municipales, para conocer su nuevo hogar.
Diego Pacheco, jefe del Subprograma Estudios, Proyectos y Confección de Pliegos de Obras de Vivienda, detalló que cada hogar ocupa cincuenta y cinco metros cuadrados, en un terreno que en total mide más de trescientos. Además, cuentan con cocina, comedor, baño y dos dormitorios.
“Estábamos esperando un montón la casa, especialmente mi hijo mayor”, aseguró Fátima Molina, mientras señalaba a Ignacio, de diez años, que llevaba colgadas en el cuello las llaves de su nueva casa. Y es que el pequeño destacó que quiere un patio para jugar, porque hasta ayer vivía en un departamento, y una pieza para él solo, ya que antes tenía una habitación, pero sin puerta y ahora busca “intimidad”.
Hissa felicitó a las familias y les recordó que ayer la Provincia inauguró una comisaría en la zona y que unas horas antes del estreno de sus casas, habían recorrido la obra de las escuelas de nivel inicial, primaria y secundaria que funcionarán cerca de las flamantes viviendas a partir del año que viene. Y afirmó: “El Gobierno trae progreso a todos los barrios que construye”.
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