Ricardo Cohen, alias Rocambole, es el creador de un universo barrial que se convirtió, por resistencia pública y mérito artístico, en propio, con una entidad superior, Patricio Rey, y el alimento básico: los redonditos de ricota.
Diseñador del arte del grupo que lideraron Carlos Solari y Skay Beilinson, Cohen llegó a suelo villamercedino a mostrar su nuevo libro, "Arte, diseño y contracultura".
La tardanza del vuelo (y su respectivo viaje en auto de la Capital a Villa Mercedes) no hizo más que incentivar a los espectadores que estaban en las butacas de la sala TIM, entre canciones que sonaban de los celulares, ante la ausencia de algún musicalizador que amenizara la espera.
“No sabíamos qué estilo de bandas poner, para no encasillarlo en el género ricotero”, declaró Santiago Scully, uno de los organizadores mientras se comía las uñas en la sala de espera del aeropuerto ante la tardanza del avión.
Una vez en el teatro, donde "Rocambole llegó después de lo previsto, las 150 personas que colmaron la capacidad escucharon una clase de diseño con pocas referencias rockeras.
Desde una mesa y con una jarra con agua, Rocambole dio una charla en la que se dio el lujo, debido a su formación académica, de disertar sobre la imagen, el desarrollo histórico de la humanidad en imágenes y cómo está instalada hoy.
Y hasta hizo una crítica hacia la educación: “Vivimos en bosques de pantallas. La pantalla nos dice todo, estamos sumergidos. El lenguaje verbal tiene una importancia demoledora pero estamos como inertes, no nos prepararan ni enseñan, nos ponen desarmados ante el avance de las imágenes y perdemos el sentido crítico”, sostuvo.
El invitado contó anécdotas de cómo arrancó con “Patricio Rey...”, el trabajo artesanal que representaba cada tapa. La primera, la de “Gulp”, de 1984, fue hecha en cartulina y realizaron 7 mil tapas, en las que él y su equipo de trabajo armaron artesanalmente una para la tirada inicial.
También contó cómo preparó las demás tapas y desde una gran pantalla, mostró videos de presentaciones hechas por él para Skay Beilinson en el festival Cosquín Rock y “Kriminal mambo”, del primer opus redondo.
El primer video fue uno dedicado a la mítica portada de “Oktubre” y cómo “perdió” la propiedad de la imagen del puño del esclavo tomando las cadenas: “La gente salió a apoderarse a tal punto que la imagen ya no es más mía: es propiedad pública”, destacó, no sin poco orgullo.
Su reflexión final fue que “los diseñadores tienen un papel fundamental: les cabe dar forma al entorno; en estos tiempos de bosques de pantallas la educación del futuro va a estar hecha a partir de pantallas quizás como las de los video-games”, sentenció.
Además, Rocambole cree firmemente en los diseñadores que “van a hacer campañas contra el hambre, contra el sida" y que esas campañas harán un mundo más justo y solidario.
Al final, salió al hall y firmó los 21 libros que trajo, y unas láminas no reproducidas en serie, serigrafeadas y firmadas con sello de Rocambole.
Una belleza de colección.
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