Dunas, piedras, ríos, precipicios… A bordo de su Kawasaki 450 cc, Martín Duplessis sorteó con éxito cada obstáculo que el Desafío Ruta 40 le puso en su camino. El mercedino finalizó séptimo en la general, pero lo más importante es que cumplió su sueño: ganó un cupo para el Rally Dakar 2016.
Paraguay, Perú y Argentina. Su agenda de Dakar Series lo llevó por toda Sudamérica, travesía que empezó a mediados de 2014, y que hace escasos días selló de manera brillante, lo que dice ser sólo el comienzo. “Logré lo que buscaba, ahora quiero estar entre los cinco mejores”, le cuenta Martín a DXT Diario.
Sacrificio, esfuerzo y confianza son cualidades que lo identifican muy bien, y justamente lo que necesitó para salir adelante cuando la mano venía fea. “Tuve problemas con la moto y me dio bronca, pero no iba a largar todo. Tratamos de solucionarlo de la mejor manera y seguir adelante”, dijo Martín con optimismo.
—¿Qué sentiste cuando terminaste el Desafío?
—Fue una alegría muy grande. Esa etapa (la quinta) eran 150 kilómetros, el día más corto y me dediqué a cuidar la moto. A no cometer errores tontos que me dejen fuera de competencia. Cuando llegué no caía de lo que había conseguido, estallé al llegar a la rampa donde me esperaba el equipo para festejar.
—¿Cómo viviste la competencia?
—Cada una de las etapas fueron distintas y sacrificadas. Estaba preparado mental y físicamente para afrontarlo, pero con el correr de los días el cansancio se empieza a notar muchísimo. La primera etapa llegué noveno, y me sirvió para ver de qué se trataba el Ruta 40. De ahí en adelante me dediqué a navegar más tranquilo.
—¿Cuál fue la etapa que más sufriste?
—Sin dudas fue la número tres Tinogasta-Tinogasta. Pasé 40’ parado antes de la salida de un especial por un problema eléctrico. Mi papá (Jorge) lo arregló como pudo, pero me molestó todo el tramo. Terminé de noche, sin luces, con la ayuda del chileno Ignacio Casale que alumbraba el camino con su cuatriciclo.
—Alcanzaste el sueño de estar al lado de aquéllos que mirabas por tv.
—Sí, totalmente. Estar con Joan Barreda Bort, David Casteu, Pablo Quintanilla fue algo increíble. Pero es sólo el comienzo, mi meta es llegar algún día a ser como ellos. Sé que soy joven y tengo mucho por delante. Lo importante es que estamos haciendo las cosas bien, fundamental para mirar al futuro.
—¿Cuándo te diste cuenta que podías ganarlo?
—Fue en la cuarta etapa entre Tinogasta y Chilecito. Benavídez, que venía liderando, no pudo arrancar y quedé yo en la cima, con mucha diferencia sobre mi perseguidor. Creo que si él no hubiese tenido una caída, llegábamos juntos con poca diferencia a la meta. Después, la carrera fue otra y cuidé la moto.
—En la previa entrenaste en las dunas de Fiambalá, ¿te sirvió de experiencia?
—Me ayudó a tomar confianza en mí mismo para navegar. Por ahí cuando uno está solo frente al Gps duda, por suerte no fue mi caso. Lo hice correctamente por arriba de otros pilotos más veteranos. Podría haber estado entre los cinco, pero no era mi meta. Sé que en manejo estoy bien, y de a poco, vamos a ir arriesgando más.
—Era una moto totalmente nueva para vos, ¿cómo se comportó?
—En líneas generales anduvo bien. Tuvo ese inconveniente eléctrico pero de mecánica estuvo genial. Se bancó todo: dunas, piedras, agua y barro; la verdad que me dejó satisfecho. Ahora hay que cambiar una ficha, y dejarla en condición para la siguiente carrera que es en San Juan por el Campeonato Argentino.
—¿Cómo está el RPM Kawasaki con lo obtenido?
—Felices. Los tres hicimos una competencia increíble. Alcanzamos el quinto, sexto y séptimo lugar de la general ante equipos oficiales. Eso es muy bueno, Marcelo Sánchez (dueño del team) se mostró muy conforme. Hay muchos proyectos en mente, lo bueno que este podio viene bien para sumar nuevos sponsor.
—El apoyo de tu papá fue importante, ¿qué se siente tenerlo en el equipo?
—Él estuvo en todos lados. En la etapa tres donde creí que largaba todo me dijo: "Martín quédate tranquilo que vamos arreglar la moto". Así que este logro es suyo, y fue un plus extra poder festejar a su lado. Sufrió más que yo, se lo merece.
—Imagino que cuando terminaste explotó tu teléfono.
—Me siguió mucha gente y eso me dejó paralizado. Tuve muchísimo apoyo en las redes sociales, y en los distintos medios de comunicación. Nunca imaginé que tanta gente estaba pendiente a los resultados. Venía en viaje y me llamaban para felicitarme. Fue una sensación increíble que no me voy a olvidar jamás.
Martín, apenas alcanzó el primero de una larga lista de objetivos en mente. En el horizonte se asoman fechas rallyes por el Campeonato Argentino -marcha tercero- y los difíciles desafíos Guaraní e Inca del Dakar Series. De todos modos, el 2015, ya lo vio comenzar acelerando a fondo, y en la cima de las dunas catamarqueñas.


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