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Picadas cortafuego, un arma valiosa

Por redacción
| 03 de mayo de 2015

El Ministerio de Medio Ambiente iniciará en los próximos días las tareas de control sobre la apertura y el posterior mantenimiento de las picadas cortafuego perimetrales, que son obligatorias para los dueños de campos desde el año 2004, según lo establece la Ley Provincial de Incendios Forestales y Rurales (Nº 0328-2004).

 


A través del análisis de imágenes satelitales actualizadas provistas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), es posible identificar los campos que incumplen con la normativa. Así, el gobierno provincial, por intermedio del Ministerio de Medio Ambiente puede aplicar las multas correspondientes, que equivalen al costo de apertura de una picada de 10 metros de ancho perimetral al establecimiento rural en infracción.

 


Este año, después de un verano tan lluvioso, será muy importante el control sobre las picadas. Mucha materia seca se depositará en los campos y es el combustible ideal para prender durante los meses de sequía en primavera.

 


“Con las imágenes Spot es posible identificar la localización exacta de cada picada y si están operativas o abandonadas. Cruzamos el catastro rural con el mapa de picadas y podemos saber qué campos no tienen la picada hecha. Es importante remarcar que sólo se exige el trabajo en el perímetro externo del campo, no en las subdivisiones”, explicó Franco Todone, jefe del Subprograma Centro de Investigación Forestal del Ministerio de Medio Ambiente y un experto en manejo del fuego.

 


La provincia otorga un beneficio para alentar la construcción de picadas: bonifica el 50% de los costos, una cifra que puede descontarse del Impuesto Inmobiliario. “Por supuesto que es una ayuda al fisco y un buen argumento para que todos cumplan, pero lo que tratamos de transmitir es que son obligatorias por ley y hacerlas es un beneficio tanto para el monte provincial como para los recursos y la infraestructura del propio campo”, agregó Todone.

 


Es importante destacar que Medio Ambiente no solicita documentación alguna para poder comenzar los trabajos, siempre y cuando las características técnicas de la picada se ajusten a la Resolución Nº 112-PRN-2010.

 


El control sobre los campos, en primera instancia, abarcará aquellas zonas de la provincia que representen un peligro mayor para la propagación de incendios. Según los estudios realizados, en esas condiciones están los lotes que colindan con la autopista Nº 55 (ex ruta nacional 148), sobre todo en el tramo entre Naschel y Santa Rosa del Conlara; toda la extensión de la ruta provincial Nº 22, la ruta provincial Nº 1 entre Villa del Carmen y Merlo, y las provinciales 5 y 6. Una vez aseguradas las picadas en estos sectores, la fiscalización se centrará en las rutas que crucen el interior del departamento Pueyrredón.

 


Las picadas cortafuego podrán ser sembradas con pasturas anuales o verdeos de invierno, ideales para mejorar la eficiencia en el combate contra el fuego, siempre y cuando sean cosechadas o pastoreadas antes de su floración. Según la legislación vigente, es necesario dejar libres de siembra como mínimo seis metros del ancho de picada.

 


Los productores deberán tener en cuenta que está prohibida la disposición de los residuos resultantes dentro o en los bordes de las picadas, porque es un hecho que favorece la propagación del fuego. Medio Ambiente recomienda identificar y colocar los residuos en sitios seguros desde el punto de vista del peligro de incendios.

 



¿Qué son las picadas cortafuego?

 


Las picadas cortafuego de carácter obligatorio que promueve el Estado provincial son fajas de ancho variable desprovistas de cualquier tipo de vegetación, que en la mayoría de los casos siguen el trayecto de los alambrados. Tienen un doble propósito; porque por un lado proporcionan una barrera física al paso del fuego y al mismo tiempo permiten que los bomberos puedan transitar hacia sitios estratégicos dentro de los campos desde donde hacer frente a las llamas, controlándolas en el menor tiempo posible y de forma más segura.

 


Las picadas cortafuego en establecimientos que tienen su frente sobre las rutas y autopistas provinciales generan un efecto adicional, ya que se suman al camino, ampliando la barrera física contra los incendios. Si se cumple la normativa, San Luis debería contar con más de 40 grandes áreas de circunscripción del fuego, delimitadas por la importante red vial provincial.

 


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