En una fría madrugada, una mamá dio a luz en plena ruta

Cuando crezca, Diana Isabel Guerrero, podrá contar que su nacimiento fue toda una anécdota para su familia y el personal médico que viajaba con ella en una ambulancia desde Arizona hacia Villa Mercedes. En la fría madrugada del jueves, el vehículo de emergencia se averió y quedó varado antes de llegar a la ciudad cabecera del departamento Pedernera, en esa noche con temperaturas bajo cero y a la vera de la ruta nació la octava hija de una familia del sur provincial.

Esta nota fue originada por un mensaje que llegó al WhatsApp de El Diario. Agendá el número: 2664 658902

Silvia Cuevas ya tenía 7 hijos, cuatro varones y tres mujeres, y esperaba la llegada de una nueva integrante a la familia. A las tres de la madrugada del jueves fue hasta el hospital de Arizona porque sintió algunas molestias típicas del preparto. El análisis de la obstetra, que viajó 15 kilómetros desde Anchorena, determinó que debían trasladarla al hospital villamercedino. A las 5:30 partió la ambulancia, pero a las 7 de la madrugada sucedió lo inesperado.
“Yo venía acostada en la camilla, sentimos un olor como a quemado y de golpe se llenó de humo la ambulancia, era un humo blanco; ahí me asusté mucho. Pero por suerte me atendieron muy bien las profesionales y fue todo muy tranquilo”, contó Silvia, la madre de 31 años.
Además del chofer, la ambulancia llevaba la atención profesional de la obstetra Alejandra Pérez y la enfermera auxiliar Adriana Martínez. Ellas fueron quienes tuvieron que actuar en el medio de la autopista Nº 55, 38 kilómetros antes de Villa Mercedes.
“Ella ya venía con contracciones y empezamos a sentir olor a quemado, la ambulancia empezó a fallar y se llenó todo de humo que salía desde el motor. Desesperados abrimos todas las puertas y preparamos una frazada por si el vehículo se prendía fuego y teníamos que atender a la mamá en la ruta”, relató la enfermera Adriana Martínez.
Sin señal en los teléfonos celulares, pararon una camioneta para pedirle que trasladara al hospital Juan Domingo Perón a la mujer parturienta, pero no tenía lugar. Ese conductor luego dio aviso al peaje y desde allí solicitaron la asistencia de otra ambulancia; que llegaría luego del nacimiento.
El humo había desaparecido, la obstetra y la enfermera decidieron volver a subir a Susana a la ambulancia para tratar de resguardarse del frío, que era más cruel ante la imposibilidad de contar con la calefacción.
“En ese trajín la mujer rompió bolsa y tuvimos que recibir a la bebé ahí, al lado de la ruta, con el ruido de los camiones que pasaban y nos movían toda la ambulancia. Por suerte fue un parto normal, muy limpio, yo sequé y abrigué la bebé y la obstetra terminó de atender a la mamá que se portó muy bien”, contó la enfermera que vive en Nueva Galia pero trabaja hace tres años en Arizona.
Ayer al mediodía Diana dormía plácidamente en una de las habitaciones del Hospital Juan Domingo Perón, al lado la custodiaba su madre, tranquila y serena. “Mañana (por hoy) nos dan el alta y me podré ir a mi pueblo. Me viene a buscar mi marido que trabaja como puestero en un campo y va a conocer a la bebé", dijo la mujer que mantiene un tono bajo y discreto; y que ya contaba en su historia con otro parto fuera de un centro de salud (ver "Otra...").
Adriana, la enfermera, si sabe que fue una experiencia distinta para el común de la gente, aunque no para ella, ya que hace años había asistido otro parto en una ambulancia pampeana en el camino que une Realicó con General Pico.
“Para mí fue una experiencia muy linda, hace 15 años que soy auxiliar de enfermera y este año me recibo de  Enfermera Universitaria Profesional. Estudio en ATSA en Villa Mercedes, y justo ahora estamos viendo la atención en partos en diversas situaciones, fue como otra práctica real”, relató la mujer de 48 años.