SAN LUIS - Viernes 17 de Mayo de 2024

SAN LUIS - Viernes 17 de Mayo de 2024

EN VIVO

Tito Urquiza, de Los Molles, festejó su cumpleaños 101

Por redacción
| 13 de enero de 2016
Tito celebró sus 101 años en Los Molles, junto a su familia, compuesta de siete hijos, diecisiete nietos y diezbisnietos. | Foto: Gentileza Malvina Urquiza

Las promesas se hacen para cumplirlas. Hace un año, cuando Tito festejó sus cien años, la nota concluyó con el compromiso de hablar para los ciento uno. Y así fue. Con un espíritu y mente aún muy activos, y una vida social bien entretenida, el abuelo charló nuevamente con El Diario, y contó cómo pasó su cumpleaños, rodeado de su gente querida.  
“Hubo torta, cantamos el feliz cumpleaños, y hasta había músicos, que tocó el acordeón. No nos salió nada, porque la banda es de un ahijado mío”, explicó contento. Nacido “y criado” en Carpintería, vive hace unos sesenta años en Los Molles, donde formó familia junto a Arminda, su mujer, que falleció hace casi dos años. Tuvo siete hijos, diecisiete nietos y diez bisnietos. “Para mi cumpleaños estuvieron algunos, no pudieron venir todos, pero cada tanto se llegan a visitarme. Me encanta que vengan”, aseguró.
Sus días transcurren tranquilos, pero con varias actividades. En la charla anterior había un tema que lo inquietaba: un grupo terrorista había atacado el semanario Charlie Hebdo en París. Y ahora estuvo pendiente de la detención de los tres prófugos en Santa Fe. “Me gusta mirar las noticias, porque me cuesta leer el diario, se hace difícil. Me interesa estar informado, aunque a veces hay noticias que me hacen mal, en mi época no pasaban esas cosas. Todavía salgo a caminar, hasta por acá cerca, ya no puedo ir tan lejos. Pero siempre salgo un ratito, o visito a algún vecino”, contó. 
Cuando le preguntan el secreto para vivir tantos años, él asegura que no lo tiene. “Yo viví como cualquier otro, trabajando siempre, y tratando de disfrutar la familia. Tuve una vida muy linda, con momentos hermosos, y otros, no tanto. Pero esos malos tragos, ya me los olvidé”, relató entre risas. “Acá había pocas cosas para hacer, pocos juegos, poca diversión. No teníamos coche. Cuando tenía catorce o quince años recién apareció un camioncito por acá. No teníamos electricidad ni agua corriente. Para buscar la correspondencia había que ir a Santa Rosa a caballo, a la estación de trenes, dos veces por semana. Tardábamos un día entero en ir y volver. Al agua la sacábamos de un pozo que había en cada casa”, recordó. 
En esa época cada familia tenía su huerta y sus animales. “Se sembraba maíz, cosechábamos duraznos y teníamos vacas lecheras. Entre mis siete hermanos ayudábamos a mi mamá. Había que conseguir leña, porque en ese momento todo funcionaba así”, indicó. “El problema era cuando nos enfermábamos, no había médicos ni farmacias, íbamos a curanderos que recomendaban remedios caseros y naturales”, explicó.
En este último año pudo viajar a Buenos Aires unos días, aunque aseguró “a Los Molles no lo cambio por nada”. “Me gustó la ciudad, yo había ido hace muchos años, cuando tenía siete, estuve viviendo unos años ahí. Vi todo tan diferente. Fuimos en camioneta. Pero me cansé muchísimo con el viaje, no creo que vuelva”, relató. “Me gustaría seguir cumpliendo años. Pero todo depende del de arriba, Él es quien maneja todo y me dirá hasta cuándo seguiré acá”, dijo tranquilo. 

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo