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Merlo: la búsqueda de Gilda Mercau se orientó hacia las sierras

Por redacción
| 21 de diciembre de 2016
Otra vez. La avioneta volvió a salir en busca de Gilda. Esta vez, fue hacia el lado cordobés. Foto: gentileza Infomerlo.

Una cámara de seguridad instalada en la avenida Los Césares de la Villa de Merlo, registró el paso del auto de la maestra Gilda Mercau hacia el este, la noche del martes 13, cuando salió de su casa y desapareció. Ese dato permitió orientar con más precisión la búsqueda de la docente, como pretendía su familia, desesperada porque ayer se cumplió una semana sin noticias de su destino.

 


Los familiares de Gilda esperaban esa información, porque permitiría orientar la búsqueda con más precisión. Y a partir de la confirmación de que la docente fue en dirección a las Sierras de los Comechingones apenas dejó su domicilio, ayer una avioneta del Aeropuerto del Conlara, que llevaba a un policía de Merlo como tripulante, sobrevoló el cordón montañoso, para ver si avistaban el Fiat 128 Súper Europa, color crema, de la docente de 46 años, informó el jefe de la Comisaría de Distrito 26ª, comisario Carlos Ortiz.

 


Gilda salió de su casa del barrio 70 Viviendas a las once y veinte de la noche, luego de una discusión con uno de sus hijos. La maestra sufre de depresión. Cumplía funciones pasivas en una escuela, mientras duraba un tratamiento psiquiátrico del cual, según su hermana Herminda “Mindy” Mercau, estaban a punto de darle el alta.

 

La Policía, los bomberos, Defensa Civil del Municipio de Merlo y numerosos particulares ya han recorrido la zona serrana, a pie, en motos, en autos. Y no han hallado rastros de la mujer desaparecida ni de su vehículo. Además, “es común que en las sierras ande gente en cuatriciclos o motos, pero nadie ha avisado que haya visto algo”, dijo el comisario Ortiz.

 


De todos modos, tiene en claro –lo mismo que el resto de quienes participan en la búsqueda– que hay barrancas, quebradas y precipicios que podrían ocultar bastante el auto o el cuerpo de una persona, si la inspección no es hecha de cerca y en forma minuciosa.

 


La Policía ha pedido a hoteles y hospedajes que revisen las filmaciones de sus cámaras de seguridad, para ver si han captado el paso del auto. 

 


A la búsqueda por las sierras, la Policía le suma el rastreo de cualquier otro dato que pueda orientarlos sobre la decisión que haya tomado Gilda cuando salió de su casa. Por eso ayer iban a hacer una nueva inspección en su domicilio, donde vivía con los hijos de 19 y 21 años. Está divorciada desde hace diez años.

 


“Buscamos cualquier indicio que pudiera haber, que nos dé alguna pista. Hemos  secuestrado su teléfono y la notebook”, dijo Ortiz. La computadora portátil fue el motivo de la discusión que Gilda tuvo con uno de sus hijos. Cuando llegó, esa noche, de un acto en la escuela, quiso usarla, pero la tenía su hijo. Discutieron y en eso la notebook cayó al suelo y se rompió. Eso detonó la reacción de la madre, que tomó las llaves del auto y salió.

 


No tomó su billetera, en la que tenía el carné de conducir, las tarjetas y el documento de identidad. Por eso calculan que, salvo que haya tenido un poco de dinero en los bolsillos, no ha podido cargar combustible. Igual, por las dudas, ayer, los investigadores le pidieron a la jueza Patricia Besso, provisoriamente a cargo del Juzgado Multifueros, que les diera un oficio para requerir en las estaciones de servicio las filmaciones de sus cámaras de seguridad, por las dudas de que la maestra haya ido a cargar nafta. Había cargado el lunes 5, el día anterior a su desaparición. Sus hijos estiman que tenía alrededor de tres cuartos del tanque.

 


Ayer, un grupo recorría los senderos y entradas a las minas que hay en los Comechingones, yendo hacia la localidad cordobesa de Embalse, explicó Herminda “Mindy” Mercau, hermana de Gilda.

 


El comisario Ortiz dijo que las poblaciones cordobesas limítrofes ya están alertadas de la búsqueda de Gilda. Bajando los Comechingones hacia el este, a unos 25 kilómetros del Filo, está Luti. Y unos 40 kilómetros más abajo está el pueblo de La Cruz, donde hay comisaría. “Hemos entregado folletos y la solicitud de paradero, y nos hemos comunicado con Río Tercero, ya en el llano cordobés”, explicó el jefe de la Comisaría 26ª de Merlo. En la región “hay muchos pueblos donde verificar y muchos caminos que se abren en distintas direcciones”.

 


Los policías puntanos alertaron a los de Río Tercero “porque Gilda Mercau conoce el camino hasta esa población, ya que uno de sus hijos residió allí”, explicó Ortiz.

 


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