Aplicaron alternativas para bajar la violencia entre los alumnos

Juegos, meditación, yoga y técnicas de respiración. Todas esas alternativas fueron tomadas por docentes de distintas instituciones de la provincia, para hacerle frente a episodios cada vez más reiterativos de violencia escolar. Volver a lo viejo y milenario, para cambiar conductas dañinas. Así lo resumieron algunos de los entrevistados.  
“Nuestra escuela tiene cerca de 800 alumnos entre primaria y secundaria. Nos pasaba que en los recreos siempre había alguna que otra pelea, que desembocaba en tener que llamar a la ambulancia, por lo menos, una vez a la semana. Era como una rutina”, comentó José López, director de la “General José de San Martín”. Los docentes comenzaron a observar, que el principal problema, era la falta de espacios de esparcimiento, entonces crearon “Recrejuegos”. “Invertimos más de $8 mil y compramos mesas de ping pong, una cama elástica, sogas para saltar, aros de básquet, juegos de mesa y libros. Cada vez que tocaba el timbre los maestros distribuían todo en pasillos y patio para que cada niño eligiera lo que más le gustaba”, dijo el director. El resultado fue mágico, no volvieron a tener altercados. De eso ya pasó casi un año. En este 2016, el colegio volvió a apostar al mismo truco e introdujo más materiales. “No solamente son los juegos, son todo el combo que deriva de ellos. Los chicos aprenden normas de convivencia, interactúan, aprenden a compartir. No hubo más llamados de emergencia”, finalizó feliz. 
Una jornada extendida que comienza a las 8 y finaliza a las 15, hizo que los niños de la escuela “Gregorio Agüero” de Justo Daract, comenzaran a presentar conductas de impaciencia y un poco de alboroto. Luego del almuerzo y antes de empezar los talleres que brinda la institución, a los maestros les costaba mucho calmarlos. “Llegué a la escuela a dar clases de teatro y se me  ocurrió que antes de pasar a los talleres, podíamos darles a los pequeños técnicas de meditación. Lo propuse y a la directora le gustó, por suerte tiene la mente abierta a nuevas ideas”, contó Grisel Pollacchi, la entonces maestra de actuación.
 La prueba piloto comenzó en abril de 2015 y la destinaron a los alumnos de segundo ciclo (de cuarto a sexto grado). “Nosotros empezamos a registrar todo lo que pasaba en la escuela. Había mucha violencia ya naturalizada y lo peor era el bullying. Luego de dos meses, de dar sólo un par de minutos de relajación, notamos el cambio. De repente estaban todos juntos trabajando, sin burlas ni malos tratos de por medio”, agregó Bibiana López García, la directora. Las docentes comentaron que al principio, no muchos padres entendían lo que era la meditación. Pensaban que era una religión y se oponían. Cuando recibieron las explicaciones y notaron los cambios se mostraron conformes. “Una mamá nos contó que su hija, harta de escuchar sus quejas le dijo ‘mamá bajá un cambio y respirá profundo’. Lo trasmiten al hogar y eso es maravilloso”, apuntó García. Su proyecto tuvo repercusión. El Ministerio de Educación de la Nación premió a la escuela por tomar la iniciativa de buscar el bienestar de sus estudiantes a través del método. Ahora lo implementan en todos los años. 
El yoga también fue uno de los elegidos para modificar de a poco el comportamiento. Una de las escuelas que lo escogió fue la “Juan Manuel de Rosas”. Con el proyecto huerta–meditación, las docentes Mirta Moreira y Eliana Fazio brindaban clases breves de yoga a los niños. Comenzaban antes de entrar a clases, en medio de una atmósfera de música tranquila. Las enseñanzas iban desde las diferentes posturas, hasta los diferentes tipos de respiración. Al igual que en los otros casos, los cambios también fueron significativos. 

Antecedentes de mediación 
En el 2008 se creó el Centro de Mediación Judicial y Extrajudicial de San Luis. En el ámbito judicial, los ciudadanos pueden recurrir a la mediación como una alternativa de resolución de conflictos que evite llegar al juicio. En 2011 el Ministerio de Educación pidió la colaboración de la justicia para aplicar la experiencia en las escuelas. 
“Se realizó un convenio entre las partes, para que los mediadores judiciales capacitaran a los docentes de un grupo de escuelas. Después los maestros debían replicar lo aprendido en las instituciones. El objetivo es prevenir las situaciones límites que llevan a la violencia. Las herramientas con las que trabaja la mediación son la escucha, la empatía, la labor en conjunto”, explicó la licenciada Susana Domínguez, coordinadora del Centro de Mediación Judicial y Extrajudicial San Luis. 
Cuatro de las escuelas implementaron lo aprendido el año pasado. No sólo los docentes oficiaron de mediadores, también lo hicieron los alumnos. Un caso que mencionó Domínguez fue el de la escuela Lucio Lucero, donde la regente creó una página de mediación escolar y donde hay una salita de la paz, donde los más pequeños resuelven sus problemas.