Luis Carlos Blatter había aparecido de pronto en escena, con la versión de que los dos presuntos sicarios le habían ofrecido, sin conocerlo, treinta mil pesos para que los llevara en su taxi a cometer el crimen. Y de paso salpicó a Leyes, al decir que Vílchez y Oliveira Pereira se lo habían mencionado como el gestor del asesinato.
Para sostener su relato, ofreció su teléfono celular, para demostrar que ahí tenía guardados los mensajes que le había mandado Vílchez. Pero ayer, citado de nuevo al juzgado, admitió que había borrado los mensajes.
“Se le preguntó si los mensajes de texto los había borrado o estaban todavía, dijo que no, que los había borrado. Yo ya había pedido una pericia, igual que se hizo con Lorenzetti, de textos borrados”, explicó el abogado Salomón.
Blatter “es un testigo que parece que para el juez no existe, es invisible”, se quejó el defensor de Lorenzetti. Se refería a que el magistrado, según la visión de Salomón, no le ha dado crédito al testimonio del taxista.
Más Noticias