Cosechadoras cada vez más fuertes e inteligentes

Hay un lema de los Juegos Olímpicos que bien podría aplicarse a la carrera tecnológica que emprendieron las fábricas de cosechadoras y tractores. Es el que impuso en Barón Pierre de Coubertin en 1894 y dice: más rápido, más alto, más fuerte. Así son las potentes máquinas que mostraron las cuatro "grandes" del negocio en AgroActiva 2016, la muestra del campo más grande de la Argentina que se realizó en Monje, Santa Fe, y de la que fue testigo la revista El Campo.

El renovado clima de optimismo que se vive en el sector agrícola y ganadero nacional tuvo su reflejo en la muestra, realizada en un inmenso campo vecino a la autopista Rosario-Santa Fe, que tuvo su clímax el último día con más de 85 mil visitantes, pero que registró una gran cantidad de gente durante las cuatro jornadas, a las que por suerte acompañó el buen tiempo.

Stands colmados, presencia de las automotrices de punta con las mejores camionetas y circuitos 4x4 complicados pensados para probarlas, fabricantes de tolvas y mixers, organismos de alcance nacional como el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) o la Agricultores Federados Argentinos (AFA) con inteligentes actividades para todas las edades, dinámicas para conocer las nuevas tecnologías, zepelines publicitarios que cubrían el cielo, radios en vivo, remates, un sector específico para las empresas de fumigación aérea, un mercado de alimentos y artesanías con dos grandes carpas y presencia de todas las provincias, gastronomía de primer nivel y fuerte presencia política, sobre todo de Santa Fe y Córdoba, con espacios enormes y siempre llenos de funcionarios, allegados y curiosos que se pudieron llenar el estómago a toda hora.

Y por supuesto, los gigantes del negocio de las cosechadoras y los tractores, que son en parte  la razón de ser de AgroActiva, una "muestra de fierros", como la suelen denominar los chacareros que fatigan las rutas del país en busca de estos enormes aparatos capaces de cubrir 40 surcos a la vez, manejarse solos y elegir con sus computadoras en qué sector del lote sembrar con mayor o menor densidad de acuerdo a mapas geofísicos que permiten bajar costos de manera notable gracias a los avances de la agricultura de precisión.

En la Argentina hay dos grandes grupos empresarios multinacionales que concentran buena parte del mercado, más allá de la presencia de algunas firmas nacionales más chicas, que cuentan como capital con sus años de permanencia junto al productor y la confianza que éstos les tienen. Como es el caso, por ejemplo, de Vassalli, que si bien ahora está pasando un momento difícil por la caída del proyecto que tenía con Venezuela, igual estuvo con su stand y hubo muchos interesados en conocer sus propuestas y métodos de financiación.

Pero el peso del sector lo llevan el Grupo AGCO, que es dueña de la finlandesa Valtra y de Massey Ferguson; y CDH Industrial, que compite con Case IH y New Holland. Es un mercado muy fuerte, tanto que las marcas pelean cada cliente dentro de su propio grupo, lo que implica una enorme presión para los ingenieros y gerentes comerciales de las cuatro fábricas. Agco concentra su producción en General Rodríguez, mientras que CDH tiene ambas plantas en la localidad cordobesa de Ferreyra, donde también está el otro gigante del grupo que se dedica a los camiones: Iveco.

Cada una de las cuatro ocupó un espacio enorme del predio, con maquinaria y tractores en exposición y oficinas llenas de agentes comerciales que, repartidos por zonas geográficas, recibieron a clientes e interesados en serlo para mostrarles sus planes, las novedades en materia tecnológica y las financiaciones que poseen con distintos bancos. Y no es para menos, porque no debe ser fácil hoy colocar una cosechadora que puede llegar a los 350 mil dólares sin contar con un plan de cuotas, la toma de la maquinaria usada y cualquier otra estrategia financiera que les permita mejorar las condiciones de la competencia.

Algunos modelos directamente están dirigidos a grandes contratistas, pero los hay de todos los tamaños y características, incluso adaptados a distintas regiones del país o a producciones disímiles como el arroz o las legumbres, más allá de la tradicional cosecha gruesa que ya se anuncia como fuerte y en crecimiento desde la derogación de las retenciones a todos los cultivos y la disminución de la que corresponde a la soja.

Lo interesante fue observar el interés de la gente de campo por renovar los fierros ya entrados en años. De manera permanente esas oficinas, que contaban con todas las comodidades y hasta algún cafecito o una picada para entrar en calor, estuvieron llenas de interesados, muchos con las familias a cuestas, aunque a los niños les tiraba más ir al tractor inflable o los juegos que esperaban en el exterior, porque ningún detalle quedó librado al azar. Y de ser así, alguna promotora siempre estuvo presta a solucionarlo. Una atención integral.

 A la hora de convencer, cada marca se aferró a algunas claves que tienen que ver con la tecnología, la tradición, la confiabilidad o el servicio postventa, ya que la penetración de las concesionarias es una de las claves de un negocio que no puede tener la maquinaria parada por desperfectos por un tiempo prolongado.

En el caso de Valtra, por su origen finlandés, Julio Robinson, jefe de ventas para el NOA y el NEA, apuntó a la “confiabilidad europea”, pero a la vez destacando su presencia en la Argentina, lo que les dio el conocimiento suficiente del mercado local. “Trabajamos para lograr más potencia con menor consumo a partir de una cilindrada menor, de 10 litros, mientras que la competencia anda por los 13”, dijo. Su caballito de batalla son los tractores livianos de fabricación nacional, con buena salida por su adaptación y bajo mantenimiento. Se trata de la Serie A Generación II, con modelos entre 80 y 106 HP.

Challenger, que también pertenece al grupo AGCO y exhibió junto con Valtra, presentó en AgroActiva la nueva línea de cosechadoras axiales serie 500C. En setiembre de este año comenzará la producción nacional de estas máquinas en la planta de General Rodríguez, en la provincia de Buenos Aires.

Su competencia interna es Massey Ferguson, aunque Sergio Di Benedetto, jefe de ventas y marketing, descartó roces: “Somos como esos primos que se ven en los cumpleaños y alguna reu-nión más durante el año. Todo lo que tenemos que discutir es puertas para adentro y para mejorar la competitividad de los dos, para afuera somos el Grupo AGCO y sabemos dejar las diferencias de lado”.

En cuanto a la imagen, Di Benedetto aseguró que Massey “vuelve al mercado con el acento puesto en los concesionarios, los estamos capacitando para que resuelvan los problemas del cliente lo antes posible”. La firma también basa su prestigio en la plataforma de cosecha con acarreadores de lona tipo Draper. Su principal ventaja es ofrecer una alimentación más uniforme del material que va al embocador, con menores pérdidas por fricciones, remolinos y acumulaciones que muchas veces se generan en los mecanismos de sinfín. Ello, a su vez, se traduce en una extensión de la jornada de trabajo, reducción del consumo de gasoil y menores picos de esfuerzo para la cosechadora. También lanzó una nueva línea del tipo axial, en tres modelos, más la gigantesca MF6690 con tecnología híbrida y plataforma Draper de 25 a 40 pies, según la necesidad del productor.

Además, Massey tiene un sistema de seguimiento satelital de la máquina, que permite en todo momento saber qué está haciendo, por dónde y cuál es su rendimiento. Esos datos los tendrá el productor y también el concesionario, para poder accionar más rápidamente en caso de roturas.

El grupo AGCO, a futuro, está enfocado en mejorar su prestación en tres aspectos: separación de granos por calidad, qué hacer con la semilla y el rastrojo y orientar su producción a tecnologías electrónicas basadas en sensores y agricultura de precisión. Tiene un centro de entrenamiento en Brasil y piensa instalar otro en la Argentina dirigido a su equipo interno, la red de concesionarios y los clientes.

 En la otra esquina del imaginario ring, New Holland salió a jugar fuerte con “el tractor más potente del mercado”, según Ignacio Barrenese, su director comercial. Se trata del T9, con 670 caballos de fuerza, tracción integral en las cuatro ruedas, ejes de alta capacidad y control de transmisión avanzado.  Cuando lo pusieron en marcha y lo movieron un poco sobre el pedregullo de la entrada del stand, nadie resistió la tentación de darse vuelta y verlo en acción. En cuanto a sus acciones de marketing, New Holland sigue apostando a la fuerte penetración que tiene en las economías regionales, con maquinaria especializada para sumergirse en los arrozales correntinos, en la soja bonaerense o en manzanos y perales del Alto Valle.

Case IH, en tanto, pregona su liderazgo en cosechadoras axiales, con las que fue pionero a comienzos de la década del '90. En la trilla axial, el cilindro tiene un rotor con un cóncavo de 150 grados de envoltura pero el material en la superficie de trilla da seis vueltas, es decir, pasa seis veces por el cóncavo, por lo que tiene seis veces más posibilidad de trillarse. Esto le permite darle a cada grano el tratamiento correspondiente. En el caso de Case IH es un rotor nuevo, Small Tube, que según sus responsables “permite alcanzar un volumen de procesamiento de granos 26% mayor y presenta áreas de zaranda renovadas”.

En cambio, la trilla convencional trabaja con un cilindro transversal y en 120 grados de superficie de cóncavo el material es acelerado, friccionado y trillado. De esta manera, la agresividad de trilla es siempre determinada por el grano más húmedo porque se tiene que trillar en 120 grados, no alcanza a dar la vuelta. Es decir, el material entra tangencialmente al cilindro, trilla entre el cóncavo y el cilindro, desgrana la planta, el grano con la granza se cuelan y la paja sigue hasta los sacapajas. Allí se bate la paja para que los granos que quedan caigan por gravedad y vuelvan al cajón de limpieza. En este sistema no hay posibilidad que el grano más seco y susceptible a la rotura tenga un tratamiento diferencial.

“Es un muy buen momento, es cierto, pero venimos de una coyuntura difícil que llevará tiempo recomponer el escenario económico de muchos productores, que han trabajado con margen bajo o, a quebranto. Igual, en este contexto, las perspectivas son muy favorables”, manifestó Cristian Lancestremere, uno de sus principales directivos, quien aseguró que la nueva serie 130 “es una evolución del sistema de cosecha Axial-Flow, con máquinas 10% más productivas y 11% más ahorrativas en materia de combustible”.