Satisfecho y preocupado a la vez. Así se mostró el gobernador Alberto Rodríguez Saá anoche, al analizar el panorama nacional y de San Luis sobre el empleo, luego de que el INDEC publicara la nueva medición. Y si bien celebró que las cifras puntanas estén entre las mejores del país, dijo también que la realidad en otras provincias "es preocupante" y que la cifra nacional de desocupación "es una mala noticia para la Argentina".
Rodríguez Saá destacó el índice registrado en la provincia. "Ese 2,8% de desocupación es pleno empleo; eso es muy bueno. Tres, o menos, se considera que es pleno empleo", dijo. "La mejor del país es Comodoro Rivadavia, 2,4%. Estamos ahí, segundos, entre los mejores índices del país".
Sin embargo, la alegría cambió por preocupación al referirse al resto del país. "Miremos otras provincias, otros lugares. ¡Rosario tiene 11,7%! Estamos en los dos dígitos de desocupación. Lo mismo en el Gran Córdoba, Río Cuarto, que está tan cerquita. Rosario 11,7%, Córdoba 11,5, Río Cuarto 10,5… Son índices altísimos".
En ese punto pidió comprensión a las políticas del Gobierno de San Luis para cuidar el empleo de los puntanos, y pidió a las empresas involucradas en el nuevo plan de obras provincial que elijan primero empleados de San Luis.
"Los desocupados de Rosario dicen: '¿Dónde está mejor? En Comodoro Rivadavia, San Luis…'. Y toman el primer colectivo y se vienen. Y no estamos en condiciones de recibirlos, porque estamos al borde del abismo: en la coparticipación, en los esfuerzos que estamos haciendo, y en estos índices que estamos midiendo sólo en San Luis y Juana Koslay, El Chorrillo", explicó el Gobernador. "En Villa Mercedes pensamos, creemos, que estamos parecidos. La Pedrera y sus obras generan que estemos parecidos. Ahora, en el interior, los índices deben ser mayores. Por eso en este plan de obras con el que vamos pueblo por pueblo, tienen que tomar la mano de obra del lugar. Pero no son empresas de San Luis; entonces cae este muchacho de Rosario y lo prefieren: porque es más audaz, porque está desesperado… ¡Pero los nuestros también están desesperados!".
Alberto aclaró: "Lo mío no es xenofobia, es respeto a los derechos humanos más elementales. Yo puedo solucionar el problema del vecino; no me pidan que solucione más allá, de otra provincia. Y a veces, algún pícaro los manda".
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