Murió un vecino de Villa Mercedes que fue baleado en La Salada

Hoy “La Tiendita” está con las persianas bajas. Sus dueños y sus empleados están de duelo. Algunos de sus clientes ya habían sido prevenidos un día antes, por las vendedoras que tiene el negocio de ropa. Aunque las comerciantes no tenían ganas de hablar sobre el tema, ayer cuando los compradores les preguntaban si iban a poder ir hoy, a cambiar alguna prenda o a comprar, con el espíritu aplanado tuvieron que avisarles que el local estará cerrado, pues dedicarán el día para despedir a su compañero Silvio Vargas. Hacía más de un mes que el joven había sido baleado por un grupo de delincuentes que lo atacó cuando iba camino a la feria La Salada, a comprar mercadería. El jueves su cuerpo no pudo resistir más el tormento en el que estuvo inmerso los últimos 38 días y murió.

Silvio tenía 30 años y era papá de un nene. Ayer El Diario se comunicó con su padre, pero el hombre dejó en claro que no está de ánimo para hablar de su hijo. También se contactó con los patrones del joven, de apellido Fernández. Aunque en un primer  momento, los propietarios de “La Tiendita” no parecieron tener problemas con decir unas palabras sobre su empleado, más tarde se excusaron. “Estamos muy consternados por todo lo que ha pasado… No estamos bien”, manifestó uno de ellos.

La única que logró sacar fuerzas y se animó a hacer públicos sus sentimientos fue Cynthia Bullones, la esposa de Silvio. “No tengo palabras para decir el gran dolor y vacío que estás dejando… Sólo sé que ya descansas con DIOS y que dejaste de sufrir tanto. Me dejaste el regalo más preciado que hay en la vida, un bello hijo, que fue tu adoración, y miles de recuerdos en estos 13 años. ¡POR SIEMPRE EN NUESTRA MEMORIA SILVIO VARGAS!”, escribió la joven de 26 años, el jueves, a las 15:20, en su cuenta de Facebook.

El 27 de junio, como seguramente lo había hecho antes, Silvio viajó a la popular feria. Iba a comprar prendas, para abastecer el comercio de Villa Mercedes, ubicado sobre calle Mitre. Pero 300 metros antes de llegar a La Salada, en la esquina de Camino de la Ribera y Claudio de Alas, una Renault Kangoo y un Peugeot 408 se cruzaron en el camino de la Mercedes Benz Sprinter, en la que viajaba.

Del coche y del utilitario bajaron delincuentes y tomaron por sorpresa a los de la combi. Les robaron la plata. Pero Vargas se resistió y uno de los asaltantes le disparó, informaron medios de Buenos Aires. Lo baleó en el hombro derecho.

El comerciante fue trasladado al Hospital Gandulfo, de Lomas de Zamora. Luego, fue derivado al Fiorito, en Avellaneda. En todo el tiempo que estuvo internado, nunca superó la terapia intensiva. Una de las empleadas de "La Tiendita" les comentó a los clientes que fue sometido a numerosas cirugías, pero la bala alcanzó una parte muy sensible del cuerpo: la médula.

Al principio, sus compañeros de trabajo lograban estar al tanto sobre su estado, a través de mensajes que le enviaban a su celular y alguien les contestaba. Pero después dejaron de respondérselos y perdieron contacto. La siguiente novedad que tuvieron de Silvio fue la peor de todas, la del jueves.