Los Playeros abrieron una semana a todo ritmo

Uno de los atractivos de los conciertos de "Los Playeros" es la convocatoria que logran en cada vivo, cualquiera sea el salón donde van.
Pero desde que estrenaron su propio local, “Malú”, los fanáticos pueden decirle al remisero la famosa frase que era intro de una canción: “¿Me lleva al baile de 'Los Playeros'?”.
Amparados en la seguridad de presentarse en su nueva casa (en avenida España y Justo Daract), en la previa y en cada pausa para un descanso, un Dj se hacía cargo de la selección musical para que no decaiga la fiesta, pero todos esperaban el regreso del grupo, porque es impagable bailar con una banda de sonido que atrapa a todos con tracción de beats por minuto.

La edición del domingo 19 traerá "Tá Bueno", un cd de regalo para los lectores de El Diario.

En la lista de temas hubo una selección de canciones de rápida recepción popular, como “La Mordidita” de Ricky Martin y “Duele el corazón” de Enrique Iglesias, la conexión sentimental que generaban las baladas como “Ojalá que no puedas” de Cacho Castaña, también un chámame infalible con sapucay incluido, y los caballitos de batalla infaltables, como “Velocidad”, “Nada quedará” y “Como por arte de magia”.
Nadie dudaba en salir a bailar, unas bolas de espejos reflejaban cada disparo de luz que salía del escenario, y el centro de la pista ardía en pasos que raspaban las baldosas y que no perdían su coordinación, entre juegos de luces con efecto brillantina.
En vivo, los cantantes Nicolás Lucero y Nicolás López jugaban al hacer gritar a los simpatizantes de equipos con las camisetas de todos los equipos de fútbol, al tope entre los hinchas estaban las de River Plate y Boca Juniors, y los locales Juventud y Estudiantes, pero terminaban hermanados debajo del flujo de la música cautivante.
Muchos estuvieron con celulares en el aire grabando sus recuerdos digitales.
 “¿Y dónde está la gente de San Luis?” preguntaba López y Lucero pedía colaboración, “a ver el grito de las chicas solteras” y ellas (solitas o no) se hacían escuchar a plena garganta.
En uno de los cortes, mientras los músicos se mezclaban entre la gente, a saludar y sacarse fotos, los hermanos tomaban algo fresco en la barra.
Los mellizos Berardo, Alejandro y Gustavo son los herederos del ritmo, y al frente de este popular combo, planean los detalles para celebrar el próximo viernes en Terrazas del Portezuelo los 42 años de la banda.
“Queremos devolverle a la gente todo lo que nos dio en estos años”, contó Alejandro el baterista, contento con la convocatoria de cada función, mientras Gustavo -en timbaletas- asentía a su costado. “Éste grupo es más viejo que nosotros” bromeó el percusionista, ya que tienen 37 años.
Los hermanos estaban dentro de la panza de su madre antes de salir a la vida y marcar el ritmo desde la percusión, por derecho propio se hicieron cargo tras el fallecimiento de su padre, Miguel, de un legado y una tradición que pocos músicos pueden ostentar.
Hasta es inevitable el recuerdo a Alcides, cuando el "Líder" cantaba en el grupo y después decidió encarar su carrera solista.
Para celebrar, además de la gran fiesta, estrenarán “Tá bueno”, un cd que continúa la secuencia de temas nuevos y no es un grandes éxitos.
La edición del domingo 19 contará con ese disco compacto, de regalo para los lectores de El Diario.
Cerca suyo y al verlo pasear entre el público, una chica se acercó a charlar con él. “Vengo a ver a 'Los Playeros' porque son parte de mi vida” contó después Yuli, una adolescente que recibió esa herencia de sus padres, también fanáticos.
Como una pareja que vino desde Santa Rosa, Mendoza, y le sacaron provecho a la estadía, con saludos, fotos y besos de los mellizos.
“¡Que se escuche!” pedía el Dj en las canciones seleccionadas.
“Malú” fue un salón colmado que supo de camperas y buzos en el suelo, abandonados cuando el calor se hacía presente en los cuerpos danzarines. El champagne con energizante tuvo más salida en la barra pero la cerveza fresca no tiene competencia.
Una alternativa al aire fresco era una salida de emergencia en la que todos coincidían que era ideal para cambiar frentes.
Algunas pibas, como si fueran cenicientas, perdieron los zapatos pero lejos de la maldición, era por comodidad y bailaban, descalzas y sin tapujos, entre ellas. Los lobos merodeaban cerca.
Atento a cada detalle, el manager Víctor Ayala asistía al personal, entre las barwoman y la gente de seguridad. 
Cada jueves y sábado, la música sonará en ese salón, un espacio al que saben sacarle provecho, los fans esperaban en la puerta pero entran y una vez que hacen un corte, tienen su momento para sacarse un foto o saludarlos en persona, atentos y desinhibidos.
Antes de terminar, el locutor, conocedor del paño, agitaba los espacios y hacía que cada uno bailara con su estilo, y no se olvidaba de invitar a todos: “El viernes, con toda la fiesta en Terrazas” gritaba a quien quisiera escucharlo.
El próximo viernes 17, en Terrazas del Portezuelo a las 20, la fiesta tendrá a varios grupos invitados, además de bailarines y otras sorpresas.