El Grupo Resurrección da un ayuda para superar el dolor de la muerte

Sólo quienes han perdido a un ser querido conocen lo cuesta arriba que pueden volverse los días. El Grupo Resurrección busca que aquellos que están sumergidos en el sufrimiento puedan elaborar ese duelo de manera positiva y empezar a salir a flote. Fabio y Alejandra Kunz, junto a una voluntaria, encabezan las terapias grupales que desarrollan el segundo y el cuarto martes de cada mes, en la parroquia Nuestra Señora de la Merced, como un espacio para exteriorizar y sanar la lucha interna cuando fallece alguien.

Los encuentros están orientados para todos los que afrontan la muerte de alguien cercano, como viudos o los que perdieron a sus hijos o padres. El taller arrancó este año luego de que el matrimonio, que en 2015 despidió a Santiago, uno de sus hijos (ver "Santi y la decisión de..."), se pusiera en contacto con la agrupación que funciona en Buenos Aires. “Sabíamos que existía pero que no estaba aún en la ciudad. Por eso nos contactamos con gente de Córdoba para hacer nuestro propio proceso. Durante casi un año lo vivimos primero nosotros, en ese momento vinieron los coordinadores de Villa María a darnos los talleres y nos dejaron material para poder replicarlo”, contó la mujer.

A partir de esa vivencia personal, se plantearon el compromiso de dar una mano a las personas  que pasan por una experiencia  similar. “Quien esté atravesando por un proceso de duelo, reciente o no porque por ahí hace diez años o más que ocurrió  y aún no lo ha superado, puede acercase a trabajarlo. Nosotros vamos dando herramientas para ir saliendo de a poquito. Es un grupo de mutua ayuda en el que nos vamos sosteniendo unos a otros”, describió Fabio.

Las reuniones se realizan a las 20, en la sala de catequesis de la parroquia céntrica. Si bien los encuentros tienen un apoyo católico, son abiertos a las personas que profesan distintos cultos. Son dieciséis encuentros a lo largo del año y cada uno dura aproximadamente una hora y media.

“Es muy útil porque todos hemos pasado lo mismo y hablamos el mismo idioma, nos entendemos nuestros dolores, nadie está para juzgar al otro pero sí para apoyar cuando uno libremente se abre y se desahoga. Confrontamos los procesos de superación de una persona con otra, vemos cómo el otro lo va superando y entre todos nos vamos fortaleciendo”, manifestó Alejandra.

En el espacio desarrollan problemas, preocupaciones y temas diferentes que conllevan al objetivo final que es la aceptación de la muerte. “En el grupo potenciamos las herramientas. Al salir del encuentro aceptás que la muerte es algo natural y es parte de la vida, pero te vas con esperanza y paz. No es lo mismo que resignarse, es, en cambio, aceptarlo en la esperanza de la resurrección, que sigue la vida y que su pérdida me lleva a movilizarme y a transformar mi vida”, sostuvo la mujer.

Al inicio de cada terapia hay un tema de disparador, luego reflexionan sobre un pasaje bíblico y posteriormente, los integrantes dan testimonio de su experiencia propia durante un tiempo determinado, con la tranquilidad de que lo que se habla allí permanece dentro de esas cuatro paredes.

“Cuando fallece un ser querido la primera etapa es de sufrimiento. Cuando uno se dispone a elaborar ese dolor, más allá que haya momentos de alta y de baja, se llama duelo. Hay a quienes el hecho de reconocer que están sufriendo y que necesitan ayuda les cuesta, porque la tristeza te encierra y es ahí donde tenés que abrirte a ser ayudado, que puede ser con terapia psicológica o a través de un libro, cada cual elige su forma de sanar”, agregó.

Para ambos, no deja de ser parte del tratamiento de sanación. “Está comprobado que elaborar el duelo lleva al menos unos tres años, desde el momento en que decido salir de ese estado. Nosotros estamos en pleno proceso, pero el hecho de juntarnos y haber vivido el taller antes nos permite ir ayudando a los otros y a la vez nos vuelve a ayudar. El hecho de poder sostener a otros como antes lo hicieron conmigo, es una cadena: vas haciendo el bien simplemente siendo oreja de quien pasó algo similar. Eso te ayuda a seguir”, indicó Fabio.

Los interesados pueden contactarse a través de la página de la red social Facebook “Grupo Resurrección V. Mercedes- Pastoral de duelo”. La próxima reunión es el 11 de julio.