Laurencio Adot: “Busco lo mejor de cada mujer y la glorifico”

El diseñador creció en una familia de arquitectos e ingenieros, pero se dedicó a lo que más le apasiona: la moda. Desde su primer vestido de lycra bordado a mano, a almorzar con Mirtha Legrand a los veinte años y vestir grandes celebridades argentinas, Adot repasa su carrera y se confiesa un hombre agradecido de la vida.

Hace unas semanas, presentó su nueva colección llamada Am Art, el amor al arte, de Alta costura Verano 2018, que significó la apertura de la temporada y se llevó a cabo en el Museo Amalia de Fortabat en Puerto Madero. Con 45 vestidos desde la Belle Époque hasta la actualidad de nuestro país, el diseñador brilló en esta nueva etapa. Los materiales utilizados en su colección fueron la organza, seda pura, encajes, gasa, entre otros. En dicha colección estuvieron presentes los colores pasteles como el rosa, celeste y los acqua, los colores metálicos en plata y oro, y los infaltables negro y blanco. Adot deslumbró con los vestidos al cuerpo, los bordados a mano, las transparencias, los escotes profundos, las espaldas descubiertas, también se destacaron las flores y los flecos.

Tuvo invitados de lujo como Valeria Mazza, Dady Brieva y Mariela Anchipi, Sofía Zámolo, Selva Alemán, Anamá Ferreira, Flor de la V, Analía Maiorana, sólo por nombrar algunos. Que no pararon de elogiar las pasadas del diseñador.

-Fantástica tu nueva colección, ¿qué fue lo que te inspiró a diseñarla?

-Mi inspiración es el amor al arte, el coleccionismo y el vestido hecho a mano como si fuera una joya. La jerarquía de la costura y los edificios europeos de Recoleta de nuestra Belle Époque. 45 vestidos únicos a mano con géneros deseda pura y bordados a mano de tres meses, neo costura argentina latinoamericana. Esta colección llevó cinco meses de confección y se mostró en veinte minutos.

-¿De niño soñabas con lo que sos ahora?

-Vengo de una familia de ingenieros industriales y textiles, arquitectos y artistas, siempre soñé con ser arquitecto para ver feliz a mi familia y la vida me llevó, a mis 19 años, y por un revés económico a vestir a muchas mujeres famosas o poderosas y llegar a la tapa de los personajes del año de la revista Gente y almorzar con Mirtha Legrand a mis 20. También a recorrer toda Latinoamérica como embajador argentino y salir en revistas mundiales como referente de la alta moda latinoamericana.

-¿Cómo fueron tus comienzos en el mundo de la moda?

-Con mucho trabajo y sacrificio. En mi tiempo libre cosía con dos personas de confianza y como un juego veía todo, me divertía. Soy sociable y no había universidades de diseño y yo ya había recorrido el mundo gracias a mis padres y sabía qué faltaba en mi país. Estudié y me especialicé muchos años en USA y en Europa. Empecé con Prêt-à-porter y me fui orientando a la alta costura que mi madre y abuelas eran asiduas compradoras acá y en Europa. Tengo 11 premios Tijeras de plata y oro de la Cámara Argentina de la Moda que avalan mi camino y experiencia. Gané un premio en el 2002 en USA, la Excelencia en Alta Costura que me hizo famoso en todo Latinoamérica y recorrí con mis vestidos todo el continente y mi país entero.

-¿Por qué creés que las mujeres te eligen?

-Porque diseño sueños, me ven al lado de ellas trabajando, porque me avalan 29 años de carrera, tengo palabra y soy persona y no personaje, soy clásico y no las disfrazo, las escucho. No soy snob ni discrimino, tengo talles y tengo un bajo perfil exclusivo y a la vez soy popular ayudando con solidaridad a los que necesitan con mi segunda etiqueta DOT recorriendo el país entero.

-¿Cómo ves la moda argentina comparada con la europea?

-No se puede comparar, Argentina está casi fundida y el mundo pasa por un momento delicado, de crisis. Tenemos un estilo propio, latino y argentino. Cada vez miramos menos afuera y la mujer con poco y sin marcas internacionales logra su estilo. Faltan políticas de industria y leyes que nos protejan. Juliana Awada abrió una puerta interesante a que nos conozcan más en el mundo. Ella usó mi ropa en Bélgica y en Río de Janeiro en las Olimpiadas y me puso en el mapa mundial de la moda.

-¿Tienen algún tipo de amistad entre los diseñadores argentinos?

-Cuando competís no existe la amistad, soy educado y no me meto donde no me llaman, no es fácil, mucho ego en un ambiente de alta exposición. Además, tengo una vida ajena al ambiente.

-Cuando viene una clienta, ¿cuáles son tus primeros pasos, antes de diseñarle una pieza?

-Abro la puerta de mi showroom, la saludo y espero que se ponga cómoda, y le pregunto si quiere un café. Me gusta que se relaje y se sienta conmigo como en su propia casa, le hago preguntas de su vida, sus gustos y qué piensa para su día más importante. Ya sea que tenga 15 o 60. No juzgo ni sólo veo defectos, busco lo mejor de cada mujer y la glorifico, potencio su energía positiva y ahí dibujo a mano varias opciones y le diseño su sueño mostrándole géneros, colores y texturas. La acompaño, la contengo y soy parte de su mundo varios meses, mi ADN es la alta costura.

-¿Tenés un diseñador preferido?

-Sí, de Argentina es Manuel Lamarca y de la neocostura actual el trabajo textil de Martín Churba y las morfologías de Jessica Trosman para JT. Adrian Brown y Javier Saiach, en alta costura son muy interesantes y amigos. Del mundo me gusta Karl Lagerfeld y Valentino.  Y de los nuevos Riccardo Tiscci y Giambattista Valli.

-¿Te acordás cuál fue tu primer diseño?

-Sí, un vestido de lycra bordado a mano, con perlas ¡hace 29 años!

Hoy esa clienta es jueza y lo tiene guardado para una retrospectiva pronto.

-¿A qué figura internacional te gustaría vestir?

-A Charlotte Casiraghi, la princesa de Mónaco.

-¿Cómo viste los vestidos en la entrega de los Martín fierro?

-Hay gente que trabaja su imagen y otra no, hay diseñadores de alta costura, gente que hace ropa de noche y otros mediáticos. Lleva tiempo y se nota quiénes le dedican para estar espléndidos y brillar en la alfombra. Había de todo. Yo vestí nueve mujeres reales, periodistas de espectáculo y conductoras, no modelos. Me encargo con mi socio Thiago de cada una y ayudamos a sus equipos de estilismo, así se hace una carrera y se mantiene el éxito.

-¿Cómo se describe Laurencio Adot en lo personal?

-Un hombre que es persona y no personaje, bien educado y agradecido a Dios, la vida y al cariño de la gente. Con suerte de trabajar para las mujeres y vivir de lo que ama y ser reconocido. Soy muy trabajador y sensible, solidario y con actitud personal.

-¿Cuál es el secreto del éxito?

-Trabajar y no creérsela nunca, siempre estar aggiornando, saber escuchar, ser uno mismo, ser humilde, evitar lo tóxico y los ciegos de alma.

-¿Cómo ves a los jóvenes diseñadores de ahora?

-Con la tecnología les es más fácil llegar, veo algunos sin contenido y buen marketing, y a otros muy snobs. Jamás te las sabés todas, el juego cambia todo el tiempo...

-¿Creés que la elegancia y la comodidad van de la mano?

-Sí, no lo dudo. Más hoy que la moda tiene que ser casual, dinámica y accesible, atenta a los cambios sociales y fácil de entender. El e-commerce ayudó a llegar a más gente. Yo por eso tengo dos perfumes accesibles para llegar al pueblo.

-¿Qué es lo que pretendés que transmita la mujer al vestir un Laurencio Adot?

-Que sea ella misma y lo trasmita a su edad y a su estilo propio, que sonría y se sienta única en su día más importante. Sensualidad y sofisticación casual. Humor y sensibilidad.

-¿Qué les aconsejarías a los estudiantes de Diseño?

-Ser ellos mismos, no criticar todo, tener actitud, ahorrar dinero siempre. Tener en cuenta a quiénes quieren llegar, escuchar a los clientes, a trabajar sin horarios y fundamentalmente amar lo que hacen.

-¿Dónde se pueden comprar tus diseños?

-Mi alta costura en mi showroom de Recoleta en Buenos Aires. Y en mi tienda en la Galería Promenade Alvear, en el Hotel Alvear de Recoleta.

-A la hora de elegir un género, ¿con cuál te identificás o preferís?

-Seda pura, satén, gasa y organza.

-¿Alguna vez viniste a San Luis?

-Sí, a Potrero de los Funes fui a desfilar y me pareció un paraíso único. La naturaleza perfecta para desconectar. Me encantaría volver.

-¿Qué es lo que te gusta de este mundo de la moda y qué no?

-Me gusta el laboratorio de ideas y creación, no me gusta la guerra de egos, ni cuando dicen el número 1. Detesto la falta de personalidad, la envidia y cuando hablan mal de motro.

-¿Qué prendas considerás indispensables en la mujer actual?

-Un tapado 7/8, una blusa o camisa blanca, un jean, una chaqueta masculina, un vestido corto negro y un vestido largo de fiesta.

-¿Es la personalidad de uno, o la prenda lo que marca el estilo?

-La actitud para llevar algo, una prenda, un look, ser uno mismo. La personalidad es todo. Y si no la tenés, escuchar a los que saben, ver e investigar.

-¿Cuáles son tus sueños a futuro?

-Tener tiempo para mí, viajar más, vivir con mi pareja, abrir cinco tiendas Dot store multimarcas en todo el país y Latinoamérica.

-¿Algo que te quede pendiente?

-Estudiar Periodismo de Moda en Argentina, y escribir un libro de moda sobre décadas pasadas en el país.

Por: Zaide Xacur

Fotos: Prensa Laurencio Adot