Caso Romina Aguilar: uno de los acusados denunció amenazas

El jockey brasilero Edivaldo Oliveira Pereira, uno de los procesados por el asesinato de Romina Aguilar, la esposa del ex intendente de La Calera, Diego Lorenzetti, aseguró que fue amenazado por otro interno, en la cárcel, para que se retracte de la declaración que brindó en marzo del año pasado, en la que, además de reconocer su participación en el ataque, señaló a Leandro “El Bocón” Vílchez como el autor de los disparos que acabaron con la vida de la joven y al marido de ésta como quien encargó el asesinato. 
Le habrían dicho que si no se desdecía quienes iban a sufrir las consecuencias, eran su mujer y su hija, que es menor.
Una fuente deslizó que, según sospechan, detrás de ese mensaje estaría Lorenzetti. Tras el suicidio de Carlos Salomón, su abogado, el ex jefe comunal es representado por el defensor oficial Juan Esteban Pedernera. 
En verdad, quien denunció la amenaza fue la esposa del jockey, confirmaron ayer dos fuentes judiciales. Durante una visita en el penal, “El Brasilero” le habría contado a su mujer sobre las presiones que habría recibido. 
Ayer, la pareja del jinete estuvo en el Juzgado Correccional y Contravencional y ratificó la presentación que realizó días atrás en la Oficina de Recepción de Denuncias del Ministerio Público Fiscal. 
“Dispuse preventivamente que haya una consigna policial en su domicilio y le dimos intervención a la Secretaría de la Mujer, mediante la asignación de un dispositivo de alerta temprana –NdP: un botón antipánico–”, informó el juez Correccional y Contravencional, Marcelo Bustamante Marone. 
El magistrado aclaró que, por el momento, sólo citó a la mujer para la ratificación de la denuncia y que ordenó estas medidas para preservar la integridad de ella y de su hija. 
Consultado sobre si ella aportó nombre y/o apellido de quien habría proferido la intimidación, el juez dijo que no. “Seguramente en estos días se establezca la presunta identidad del denunciado y allí se ampliarán las medidas de rigor”, refirió. 
Respecto a la seguridad del jockey dentro de la cárcel, “hemos tenido una comunicación para advertir sobre esto –informó su defensor oficial penal, Carlos Salazar–. En las entrevistas que tuve con él, no me ha manifestado nada raro. Se siente seguro, protegido. Pero al ocurrir un hecho como éste, que es aislado pero trascendente, hay que estar atento y tomar los recaudos necesarios”. 
Oliveira Pereira quedó detenido casi un mes después del homicidio, el lunes 29 de febrero de 2016, por orden de la jueza Penal 3, Virginia Palacios, quien instruía la causa en ese momento. El extranjero tenía trato frecuente con Lorenzetti, pues corría los caballos de éste en distintas competencias. 
Por esa fecha, el extranjero se presentó espontáneamente ante los investigadores y admitió que él conducía la Yamaha Crypton 110 de su propiedad en la que el sábado 30 de enero a la mañana fueron a la casa donde la víctima vivía con Lorenzetti y su hijo, en el barrio Faecap de San Luis. 
Dijo también que previamente, Vílchez le había ofertado un “trabajo”, asaltar a la mujer, y que él accedió. Aseguró que al llegar al lugar su compañero le gatilló a Romina cuando salía de su vivienda para ir a cursar el Plan PIE, en La Calera, y que recién en ese momento supo que, en verdad, el fin era ejecutarla. 
“Para, solamente le teníamos que robar”, le habría dicho "El brasilero" a Vílchez, según su versión. Pero su cómplice le habría admitido, en caliente, mientras consumaba el crimen, que en realidad Lorenzetti le había encargado a él asesinato. El funcionario le habría ofrecido 100 mil pesos como pago.
Desde el momento inicial, Oliveira Pereira fue representado por Salazar. Aclaró que su defendido es quien recibió la amenaza y que la pareja de él hizo la presentación la semana pasada. 
“Él se lo comentó a ella y la señora me dio conocimiento a mí. Al estar privado de la libertad, puede valerse de cualquier medio a los fines de que las autoridades  sepan y tomen las medidas que correspondan. Como funcionario judicial le expliqué que debía radicar la denuncia. Por la gravedad del hecho, consideré que debía hacerla”, explicó. 
El defensor dijo que pedirá que Oliveira Pereira sea llevado al juzgado, “para ratificar,  rectificar o ampliar la denuncia de su mujer, y que, en caso de tener los datos, individualice a quien hizo la amenaza”. Estima que cuando se entreviste con él tendrá más detalles del suceso, cómo y dónde ocurrió. 
El funcionario indicó que este hecho, la amenaza, es investigado en un expediente distinto, que tramita también en un juzgado distinto, el Correccional y Contravencional. Las actuaciones por el asesinato de Romina están en manos del juez Penal 1, Sebastián Cadelago Filippi, quien tomó la posta luego de Palacios. 
Si bien la intimidación denunciada es un acontecimiento aparte, “sus consecuencias sí pueden tener una vinculación directa con el otro expediente”, en caso de que el jockey cediera a las presiones, opinó Salazar. Por ello, también le aconsejó a la esposa de "El brasilero" que pidiera que le envíen una copia de la presentación al juez Cadelago Filippi.