Mirta Lucero de Fasulo, una profesional del tiro al blanco

La ciudad de San Luis ha tenido y tiene grandes tiradores al blanco, entre ellos a Ovidio Garay, Carlos Carletti y Victorio Picca por nombrar a los más conocidos. Hoy Mirta Lucero de Fasulo y Martín Moreno se destacan en ese deporte olímpico de poca transcendencia en la provincia.

Mirta Fasulo, es una tiradora profesional olímpica, única en San Luis. Dueña de una cantidad impresionante de medallas, copas, trofeos, pergaminos y títulos que exceden cualquier vitrina hogareña. De hecho, tiene en su casa de Potrero de los Funes una cantidad inconmensurable de piezas que van quedando como en un museo.

Está casada con Emilio Fasulo el director de la Banda de Música de la Policía de la Provincia de San Luis, y tienen dos hijos; Fabricio que trabaja en Anmac (Buenos Aires) y Guillermo profesor de Educación Física en un gimnasio puntano. Hoy, la tiradora sanluiseña acaba de obtener un título más en su larga y dilatada campaña como tal. También Córdoba la vio ganadora.

Empezó a practicar tiro en 1978 en la Policía de la Provincia de San Luis donde ella era numeraria en el Departamento de Judiciales. Un día de práctica Juan Ruiz (jefe de la Sala de Armas) y otros colegas notaron que tenía condiciones para participar del torneo Día de la Policía. "Así empecé".

"Me gustó y comencé a participar de todos los torneos que se hacían internamente, representé a la institución en otros puntos del país integrando un equipo policial con; Sonia Rodríguez, Viviana López, Luis Baggio (p), Juan Ruiz y Benito Portela. En 1983, el equipo se disolvió". 

No obstante eso, la tiradora siguió practicando y participando por su cuenta en torneos provinciales, nacionales e internacionales, tenía 28 años.

"Las posibilidades de practicar eran casi nulas, en el Tiro Federal San Luis se podía pero, no autorizaban las prácticas, algo que nunca se entendió. El Club de Cazadores está muy lejos y se complica por los costos. Entonces fundé un club en el Plan Lote Eva Perón, y le puse  Carlos Carletti la Pedana de tiro lleva el nombre de Ovidio Garay y Victorio Picca fue el padrino, tres grandes tiradores, yo diría casi imposible de igualar. Así pude practicar y hacer torneos donde concurrían muchos tiradores y bastante público. Lo tuve que cerrar porque mi condición de delegada del Renar hoy llamado Anmac (Agencia Nacional de Materiales Controlados) no me lo permite".

La tiradora olímpica practica en su departamento, aprovecha la mesa de la computadora que está en el living, coloca en altura, una madera grande, una caja de zapatos rellena con recortes de diarios con un blanco reglamentario y del dormitorio, tira con una pistola de aire comprimido. "Es cómodo, económico y estoy en mi casa".

Sin miramientos y sin detenerse dice que siguió su carrera participando en torneos según las invitaciones. "Siento un gran orgullo de poder estar en esos campeonatos porque represento a San Luis y trato de no desentonar". 

Mujer al fin, la coquetería gana por varios puntos. Mirta que tiene "más de 50 años y menos que setenta" continuó con su actividad deportiva, en 1997 se retiró de la policía. "Creo que cumplí un ciclo en la institución pero seguí trabajando como funcionaria provincial".

Dice que para ella el tiro es una profesión muy linda y es un deporte olímpico donde en muchas provincias es discriminado por violento. "Yo digo que no es así, las estadísticas dicen que hay otros deportes que sí, son violentos, como por ejemplo el boxeo donde hubo muchas muertes. Fueron accidentales, pero existieron. Nunca supe que un tirador tuviera problemas con sus armas y en su condición de tal. Puede haber, pero no lo sé. Para un tirador cuando está por ejecutar su rutina, solo existen tres cosas, el arma, el brazo y el blanco. Tiene que estar muy concentrado para llevar a cabo su objetivo". Agrega con autoridad.

Manifiesta que el primer torneo que ganó fue uno policial en 1978 cuando era policía. "Con el tiempo fui tomando conciencia de lo que podía hacer y me perfeccioné en tres calibres a mejorar mi posición de tiro y a practicar. No me puedo quejar en 2007, logré muchas cosas; fui campeona argentina y sudamericana alcancé tres títulos; en 9, 11; 25 y 22mm de pie a brazo libre. Todavía hoy al mirar las medallas me emociono, fue uno de mis logros más preferidos". 

Dice que a esta altura de su carrera muchas veces, por razones laborales o personales, no cumple con las reglas de práctica que un tirador realiza. Manifiesta que su último torneo fue hace unos 20 días en Córdoba y que de marzo no entrenaba. "Fui al Vendimia y traje dos primeros puestos, guardé las armas y descansé".

La tiradora prefiere usar una 11:25 o 45 mm porque son parte de sus preferencias en el tiro al blanco. "Me gusta el arma de grueso calibre, tienen un mejor retroceso, para mi gusto, son las mejores aunque muchos prefieren las pistolas neumáticas".

Un tirador tiene que tener un delegado a su lado, es quien discute la posición de tiro, el que tiene acceso a mirar los blancos y preguntar por los puntos logrados,  es quien organiza la participación del tirador  en el torneo. 

"En mi caso y por razones conocidas, mi marido es mi delegado oficial". San Luis al tener poca y casi nada actividad de tiro, deben viajar a Córdoba o Mendoza donde hay actividad nacional casi todos los fines de semana o a La Rioja a un certamen internacional. Elige ser protagonista en aquellas competencias que otorguen puntaje para el ránking nacional. 

Tiene cientos de anécdotas y cuenta que en 1994, en Mar del Plata, tiraban hombres, entre ellos, una mujer que logró el mayor puntaje que se pueda obtener pero por su condición, la separaron y como era única, tampoco le dieron la medalla.

"Protestó e hizo una denuncia en el Inadi y la Federación Argentina de Tiro tuvo que pagar una abultada suma de dinero y reconocerla como campeona nacional de tiro. A partir de entonces hay más respeto por las tiradoras".

"En San Juan una tiradora que tenía 70 años, murió a los 86, ganó en su categoría, feliz y emocionada, se retiro de la Pedana, cuando vino el comisario de tiro y no la encontró, la descalificaron. No se podía creer, me favoreció, quedé primera pero no estaba feliz, me gusta ganar en la Pedana no en los papeles. Pero una vez más se había cumplido el reglamento".

Destaca que es profesora instructora de tiro, un título que otorga el Registro Nacional de Armas (Renar).

"Somos los que firmamos la idoneidad de las personas que quieren tener un arma, se denomina Legítimo Usuario, para llegar a ello, el comprador debe complementar una serie de requisitos; no tener antecedentes penales, medio de vida lícito como por ejemplo un empleo o ser monotributista aprobar un examen médico y psicológico". 

El tiro, ¿es un buen negocio? "Es un lindo deporte, ahora estoy tomando exámenes a aquellos que quieren ser instructores porque es un buen negocio. Esas personas se reciben, cobran por sus servicios y está bien que así sea porque es un trabajo".

El mecanismo para obtener un arma es sencillo y a la vez complicado. El individuo compra el arma en la armería y logra una factura, el arma queda en depósito. Cuando Anmac le entrega la credencial de Legítimo Usuario, el armero pude entregar el producto. "No como en Estados Unidos que las adquieren en un supermercado".

La delegada de Anmac dice que existe un plan voluntario, es anónimo y voluntario, el arma se destruye en  presencia del vendedor, a cambio de dinero, algunos vienen a destruir armas tumberas con la intención de cobrar algún dinero, lo que no es aceptado".

Agrega que se federó a la Federación Argentina de Tiro en 1990 pero en La Rioja le ocurrió un caso extraño. Cuenta que estando en un torneo internacional el juez de tiro del torneo le objetó que tirara con una pistola Walther calibre 22 que no coincidía con el número de Legítimo Usuario, era una falla de Renar que había anotado el número de factura y no el de la pistola. 

Ante una consulta con las autoridades escucho que decían; 'Que querés... si son policías' en clara alusión a su condición de agente policial. Después el mismo juez (que era chileno) objetó mis anteojos de tiro a los que mi marido tuvo que limar unos milímetros. Cuando volví a San Luis renuncié. No pude soportar tantas injusticias. No obstante eso, gané el torneo".

Con relación a su condición de tiradora sanluiseña que utiliza entre otras armas, una 357 Sic-Sauger, una de Industria Militar Israelí 9mm y la Walther 22, manifiestan "En la FAT, figuro como tiradora de La Rioja, ante una consulta me manifestaron que el Tiro Federal de San Luis, mantenía una deuda con esa institución. No soy culpable  de esas irregularidades, nunca fui socia ni los representé. Por eso nunca entendí esa situación, solo perjudican a un deporte olímpico".

Mirta Fasulo fue campeona argentina y sudamericana y va por otros logros y más prestigio para el tiro de San Luis.