No declaró el trío acusado de "pescar" tarjetas de débito

Desde que la Policía detuvo a Douglas Santana Oliveira, Lucas Araujo Barbosa y Welington Silva Alves el idioma ha sido una barrera para comunicarse fluidamente con ellos. Por ello, tanto los efectivos de la Comisaría 8ª y del Departamento de Investigaciones y hasta el juez que ordenó sus arrestos han tenido que valerse de traductores. Ayer, una profesora de portugués tradujo cada dato que les solicitaron en la indagatoria,no fue necesario más que eso, pero los tres brasileros sospechados de instalar "pescadores" de tarjetas de débito en cajeros automáticos de Villa Mercedes, por recomendación de su defensor, se abstuvieron de declarar ante el magistrado.

El trío está imputado por dos delitos, aclaró el juez de instrucción Penal 2 Leandro Estrada. "Defraudación a través de la falsificación de una tarjeta de débito, crédito o cualquier elemento magnético, por un lado, y tenencia de instrumental para falsificar, por otro", diferenció.

Estrada los investiga por la manipulación de un cajero del banco Galicia, pero es posible que en las próximas horas Oliveira, Barbosa y Alves sumen otras acusaciones; dado que el sábado pasado, tres días antes de que descubrieran el "pescador" de tarjetas en el banco de Tucumán y Lavalle, la Policía había detectado otro sistema idéntico a tan solo media cuadra de allí, en la sucursal del banco Patagonia. Y ese último hecho es investigado por el juez instructor Alfredo Cuello.

Ahora, Estrada tiene ocho días para resolver, con las pruebas que logre en ese tiempo, si procesa a los sospechosos o no. "La investigación recién empieza. Tenemos que ver, por ejemplo, si tienen antecedentes en su país, algún pedido de captura", comentó el magistrado, que adelantó que esta investigación promete "ser muy larga".

Hasta el momento, lo que han establecido es que los tres son del estado de San Pablo. Araujo Barbosa y Santana Oliveira, ambos de 30 años, dijeron ser empleados administrativos y Silva Alves, de 37, aseguró ser comerciante.

"Hace dos o tres meses que están en el país. Llegaron primero a Buenos Aires y ahí alquilaron un auto", contó el magistrado. A Villa Mercedes llegaron, según determinaron, el viernes pasado. Y, desde entonces, se han hospedado en diferentes hoteles, uno de ellos es el "Líbano apart hotel", ubicado en Tucumán 32, a metros de los bancos Galicia y Patagonia. Los lectores de patente y las cámaras de videovigilancia de la ciudad fueron claves para lograr esos datos.

Otros de los puntos que los investigadores averiguarán es si la banda tuvo que ver con la manipulación de otro cajero electrónico, ocurrida hace unos tres meses en San Luis, y otro hecho similar sucedido en Justo Daract. Ya que, según trascendió, habrían cometido el mismo delito en La Plata.

Pescadores pescados

El rastreo de los presuntos ladrones empezó el sábado a la noche, luego de que Elsa Olivares denunciara en la Comisaría 8ª que un cajero del banco Patagonia le había retenido su tarjeta de débito. Una vez en la sucursal, los efectivos constataron que la máquina había sido adulterada y, el lunes, con la ayuda de técnicos, desarmaron el aparato. Le habían instalado en la ranura donde los clientes introducen las tarjetas un plástico que las retenía y, en la parte superior del cajero, una micro filmadora con memoria que apuntaba hacia el teclado, donde las personas marcan sus claves, y un lector de bandas magnéticas.

Al día siguiente, a la mañana, un hombre le informó a la Policía haber visto a tres hombres "actuar de manera sospechosa" en la sucursal de Galicia, dijo el subcomisario Pedro Alaniz, jefe de la Comisaría 8ª. Así, entre otras averiguaciones, llegaron a Santana Oliveira, Araujo Barbosa y Silva Alves.

Esa misma noche, Estrada autorizó sus detenciones. Cuando los efectivos fueron a arrestarlos, dos de los brasileros trataron de escapar, saltando de la planta alta. Pero fue inútil. Los atraparon en la planta baja. El tercero fue aprehendido en la calle.

En la habitación del hotel les hallaron, además del equipamiento electrónico del que se valían para robar las tarjetas y sus datos, 18 tarjetas. "Había de crédito, débito y unas tres o cuatro de juegos, como las que tiene los shoppings. Esas últimas creemos que les servían por la banda magnética", precisó Estrada. Todos los plásticos estaban a nombre de ciudadanos brasileros y pertenecían a dos o tres bancos de ese país, entre ellos, Itaú.

Hasta ayer, ninguna de las personas afectadas había denunciado la extracción de dinero. De todas formas, Estrada aclaró que intentarán establecer si "lograron clonar o falsificar algunas de las tarjetas y, a partir de ahí, si las han usado".