Llegó el día: River y Boca definen la final del mundo
River y Boca definen el torneo más importante del continente, en el estadio Monumental, con el arbitraje del uruguayo Cunha.
River Plate y Boca Juniors jugarán hoy el Superclásico, un partido excepcional y sin antecedentes en la historia, ya que a la tradicional rivalidad se le suma la puja directa por la Copa Libertadores de América, un factor que garantiza para siempre su perdurabilidad en la memoria del fútbol sudamericano.
En 110 años de enfrentamientos, nunca hubo un cruce de semejante relevancia como el que sostendrán en el estadio Monumental, con arbitraje del uruguayo Andrés Cunha y transmisión de Fox Sports.
Esta Superfinal "cinematográfica", que muchos imaginaron tras sortearse los cruces de octavos de la Copa, en junio pasado, se convirtió en una excitante realidad el 31 de octubre, cuando Boca eliminó en semifinales a Palmeiras en Brasil, un día después de que River hiciera lo propio en Porto Alegre ante Gremio, el defensor del título.
El partido en Núñez será la revancha de la primera final que empataron 2 a 2 en La Bombonera, el 11 de noviembre.
Si terminan empatados al cabo de los 90 minutos reglamentarios, se disputarán 30 de prórroga, en dos tiempos de 15. De persistir la igualdad, el nuevo campeón sudamericano se determinará con tiros desde el punto penal.
Cuando Cunha pite el inicio del juego, el país tendrá una atmósfera similar a la de un partido Mundial del seleccionado argentino y concentrará también la atención del mundo, ya que será transmitido en vivo en más de 30 países.
El ganador de la Libertadores 2018 se clasificará para el Mundial de Clubes de Emiratos Árabes, que se disputará entre el 12 y 22 de diciembre en las ciudades de Al Ain y Abu Dhabi.
Los equipos que dispondrán tanto Gallardo como Barros Schelotto son un verdadero misterio, ya que poco han dejando ver de sus entrenamientos durante la preparación de la infartante serie final.
Sabido es que ambos llegaron con bajas sensibles en sus delanteras. River no contará con el colombiano Rafael Santos Borré (suspendido) ni con Ignacio Scocco, que no se recuperó de una lesión en el gemelo. Boca tendrá la ausencia de Cristian Pavón, desgarrado en la primera final.
Gallardo, que sí recuperará al capitán del equipo, Leonardo Ponzio, evalúa la posibilidad de sumar un quinto mediocampista a la formación inicial o darle la titularidad al uruguayo Rodrigo Mora, un histórico de su ciclo con poca continuidad en la actual campaña.
En Boca, Guillermo Barros Schelotto también tiene puestos por definir. Para el arco, bien defendido por Agustín Rossi en la final de ida, ya puede contar con Esteban Andrada. En el ataque, frente a la ausencia de Pavón, se abren las chances para Carlos Tevez, un especialista en partidos de alto voltaje, aunque no hay que descartar a Mauro Zárate, que también puede cumplir con la función de jugar detrás del centrodelantero (Ramón Ábila).
Todo indica que Darío Benedetto, goleador en ambas semifinales ante Palmeiras y también en la primera final con River, continuará en el banco de suplentes como el "jugador número 12".
Boca tiene una supremacía histórica ante su máximo adversario, pero River lo venció en los últimos tres enfrentamientos de eliminación directa.


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