Sergio Tognelli
Sommelier
Ciclo vegetativo de la vid ¿Qué es el envero?
La vid es un arbusto enredadera que pertenece a la familia botánica de las botáceas o ampelídeas. Son plantas leñosas y de larga vida muy exigentes con el clima y la fertilidad, ya que necesitan mantenerse vivas todo el año, especialmente durante el invierno.
Sometida a este stress o rigor invernal es que la planta se dispone a concentrar en sí misma todos los nutrientes necesarios para garantizar, en el próximo brote, que el racimo y las semillas “vivan” ya que estos harán posible la continuidad de la especie.
Y si de vida hablamos, entonces de ciclos en la vida de la vid vamos a tratar hoy.
Este ciclo vegetativo, que dura un año y se repite mientras la planta permanezca viva (que por cierto puede ser durante muchas décadas, inclusive hasta más de un siglo) tiene tres periodos muy bien diferenciados:
• Periodo Invernal
• Periodo de crecimiento en Primavera
• Periodo de Maduración Y entonces, ¿qué es el envero? Podríamos considerarlo como una fase dentro del periodo de maduración de la uva, en el envero se produ ce un cambio en el color de las uvas, de forma que las variedades tintas se colorean con las antocianinas o pigmentos rojos y azulados, mientras que las variedades blancas se vuelven rubias o amarillas.
Llevará unos 15 días aproximadamente para que el pigmento de la uva deje de ser verde, como ocurría cuando las bayas estaban inmaduras y debían su color exclusivamente a la clorofila, para que adquieran el color definitivo del varietal que se trate.
Este proceso que sucede en verano, tiene lugar exactamente en estos días del año y puede considerarse el comienzo de la cuenta regresiva que permite calcular aproximadamente, dependiendo de las variedades y de los climas donde se cultive la planta, el instante de la vendimia, que en promedio sucede al cabo de unos 45 días.
De la maduración definitiva de cada racimo, que ocurre entre el envero y el día de la cosecha, y que es la fase de este periodo que determinará la calidad de la uva, nos ocuparemos próximamente.
Queridos enófilos, la naturaleza es sabia y maravillosa, pero más aún lo es en el caso de la vid, ya que nos ofrece en cada ciclo cada año racimos con jugos azucarados más las levaduras necesarias para convertirlo, mágicamente, en el elixir que nos brinda bellos momentos de disfrute y placer. Hasta la próxima y ¡salud!


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