Hay anotados 51 oradores, a los que se suman nueve senadores encargados de dar los discursos de cierre.
El Senado llevaba a cabo esta tarde el debate sobre la legalización del aborto con un total de 60 oradores anotados, por lo que se prevé que la votación sea durante la madrugada.
Los conteos preliminares arrojan una significativa ventaja para quienes rechazan el proyecto aprobado por la Cámara de Diputados, tendencia a la que durante la mañana se sumó el tucumano José Alperovich y llevó la cuenta a 38 votos en contra, mientras que hay 31 a favor.
La sesión comenzó con las exposiciones del jujeño Mario Fiad, presidente de la Comisión de Salud, seguido por sus pares de Justicia, el entrerriano Pedro Guastavino, y de Asuntos Constitucionales, Dalmacio Mera.
Fiad señaló que el proyecto "es claramente violatorio de la Constitución Nacional y de los tratados internacionales con rango constitucional" y agregó: "Reconocer el derecho a la vida como derecho fundamental es la base de nuestro ordenamiento jurídico".
A su turno, Guastavino se expresó a favor de la legalización y señaló: "La clandestinidad no solo es responsable de que tengamos que hacer estimaciones (sobre la cantidad de abortos) sino que, ante todo, pone en riesgo la vida de quienes recurren y seguirán recurriendo a hacerse un aborto".
Además, el senador entrerriano denunció presiones por parte de los grupos autodenominados "provida" y afirmó: "He recibido gran cantidad de mensajes que en nombre de Dios me descalificaban. Me la pasé esquivando crucifijos. Cuando desaparecían y torturaban gente daban vuelta la cara. Cuando una madre les pedía ayuda para encontrar a su hijo desaparecido le decían que algo habrá hecho".
Mera, por su parte, rechazó el argumento de especialistas en derecho como Ricardo Gil Lavedra y Aída Kemelmajer sobre el derecho "progresivo e incremental" a la vida, y afirmó: "No encontré nada en la legislación que tenga que ver con el valor incremental de la vida".
Además, sostuvo que "esta media sanción es inconstitucional, no resuelve el problema de la clandestinidad y no despenaliza a la mujer", algo frente a lo que sí se mostró de acuerdo pese a ratificar su rechazo a la legalización del aborto.
La pampeana Norma Durango expresó: "No seamos hipócritas. El aborto existe y si uno tiene dinero, va y lo paga. En cambio, las mujeres de los sectores populares pagan con sus vidas la decisión de interrumpir un embarazo en condiciones precarias".
"Es un tema que ha dejado de ser agenda exclusiva del feminismo, es un tema de la agenda social", sostuvo la senadora peronista, al tiempo que subrayó que "la maternidad será deseada o no será".
Por su parte, el bonaerense Esteban Bullrich afirmó que "hay mujeres que toman la trágica decisión de hacerse un aborto" y consideró que "no es un fracaso de esa mujer, es un fracaso de nuestra sociedad, de cada uno de nosotros, porque la maternidad no debería ser un problema".
Tras considerar que la interrupción voluntaria del embarazo "no es una política pública" sino "un fracaso social", el senador de Cambiemos agregó que "este proyecto de ley, que es malo, no apunta a reducir el aborto, sino que legaliza el fracaso".
El senador del bloque Justicialista Rodolfo Urtubey generó hoy revuelo cuando, al defender una propuesta de despenalización "por causas" específicas del aborto, marcó diferencias entre casos de violación y otros en los que ese hecho delictivo "no tiene esa configuración clásica de la violencia sobre la mujer", como el abuso intrafamiliar.
En realidad, el legislador salteño buscó recalcar que los causales para eximir de pena a las mujeres embarazadas que deseen interrumpir sus embarazos no debería limitarse a la violación "explícita", sino también contemplar aquellas situaciones vinculadas a la dinámica intrafamiliar cuando "una persona que tiene una inferioridad absoluta de poder frente al abusador".
"Realmente habría que ver aquellos casos, porque hay algunos en que la violación no tiene esa configuración clásica de la violencia sobre la mujer, sino que a veces la violación es un acto no voluntario con una persona que tiene una inferioridad absoluta de poder frente al abusador, por ejemplo en el abuso intrafamiliar, donde no se puede hablar de violencia, pero tampoco de consentimiento, sino de una subordinación", planteó durante la sesión.
En ese sentido, Urtubey sugirió incorporar como causa de aborto no punible la "ausencia de voluntariedad", un concepto más amplio que el de "la violación clásica".
Pese a la intención de sus palabras, la elección confusa de la terminología dejó al senador justicialista mal parado: recibió críticas de todos los sectores y su discurso se viralizó en redes sociales.
Para justificar su rechazo al proyecto con media sanción de Diputados, Urtubey sostuvo que no cree en el "aborto libre, discrecional y sin causas", y en cambio dijo que el debate "correcto" sería el de la despenalización del aborto "por causas" específicas.
"Yo no coincido personalmente con el aborto libre, discrecional y sin causa, porque es una expresión del derecho absoluto, y yo no creo que en una sociedad civilizada pueda sostenerse la existencia de un derecho absoluto", indicó el hermano del gobernador salteño Juan Manuel Urtubey.
Y agregó: "Creo por el contrario que hay una evolución del derecho argentino, que se expresa con el fallo FAL de la Corte Suprema, que empieza a avanzar con el aborto por causas".
El senador de la UCR Julio Cobos justificó hoy su voto en contra del proyecto de legalización del aborto al sostener que el Estado no puede "resignarse a aceptar que interrumpir una vida es una solución" y dijo que, en todo caso, "la mujer tiene que decidir sobre los métodos anticonceptivos".
"No podemos resignarnos a aceptar que interrumpir una vida es una solución. Llegar a ese punto es asumir que fracasamos en la prevención y en la educación sexual que obran ante un embarazo no deseado", consideró el legislador mendocino durante su intervención en la sesión.
Cobos evaluó que la discusión por el aborto introduce "un dilema de tensión de derechos": por un lado el derecho a la vida y por el otro el derecho de la mujer embarazada a decidir sobre su cuerpo. .
Al citar lo establecido por la Convención Americana de los Derechos Humanos, el dirigente radical enfatizó que "nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente" y, en esta línea, indicó que el radio de decisión de la mujer debe acotarse a la elección de los métodos anticonceptivos.
"La mujer tiene que decidir sobre los métodos anticonceptivos, pero también hay un implante subdérmico", graficó.
Al respecto, señaló que "existen alternativas previas para evitar llegar a este punto" de tener que discutir una ley que legaliza el aborto y que hace al Estado responsable de su implementación.
En cambio, sugirió explorar otras alternativas que se limiten a la mera despenalización por causas específicas, por lo que propuso avanzar en una ley que apruebe un protocolo de aborto no punible.
"Espero que si esta ley se aprueba, el Estado esté a la altura del desafío y lo desaliente en pos de ese niño o niña por nacer.
No voy a acompañar este proyecto de ley", concluyó Cobos, que dijo que su responsabilidad es representar a un sector mayoritario de la sociedad mendocina que, según dijo, no avala el proyecto de aborto legal.
Los discursos de cierre, que durarán media hora cada uno, comenzarán con el misionero Maurice Closs, la neuquina Lucila Crexell y la salteña Cristina Fiore (que compartirán su tiempo) y la rionegrina Magdalena Odarda.
Finalmente tomarán la palabra el puntano Adolfo Rodríguez Saá; la bonaerense Cristina Kirchner; el rionegrino Miguel Pichetto; la tucumana Silvia Elías de Pérez y el formoseño Luis Nainodenoff, quienes compartirán tiempo por ser de mismo bloque y hablarán en contra y a favor, respectivamente.
NA


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