Rugby: Nerea Livoni cierra su gran año arbitrando en Dubai
La competencia es del 5 al 7 de diciembre. Evaluarán y premiarán a los jueces. En julio ya fue "panamericana".
—Esta es una especie de invitación a caminar por el fuego…
—Sí. Tal cual (ríe): es una prueba de fuego. Allá vamos a trabajar en equipos de cuatro. Tenemos que dirigir un partido, asistir en dos y encargarnos de toda la parte de planillas, el manejo de la mesa. El jueves nos designan un grupo de trabajo y el viernes otro. Después van a premiar a quienes mejor lo hagan. No solamente como réferis dentro de la cancha, si no el trabajo en equipo, el grupo, el comportamiento. También evalúan mucho la parte social, integración.
—Estuviste en los Panamericanos de Lima, ahora Dubai. ¿Te imaginás dedicada a esto a nivel mundial?
—En un futuro es la idea. Sobre todo por lo que tuve que sacrificar este año para llegar a esto. Yo empecé el 2019 sin saber todo lo que tenía por delante. Me habían adelantado que si tenía la voluntad, el tiempo y la constancia podían llegar grandes objetivos. Pero uno no sabe si le va a dar el cuerpo, el tiempo, el físico. A principio de año dejé de jugar al rugby para focalizarme en las designaciones que ya tenía. Lima era el principal objetivo. Y en los Juegos me enteré de que estaba la posibilidad de ir a este torneo en Dubai, pero no podía decir nada. Por eso fui preparándome, dirigí el Sudamericano de mayores en Uruguay (hace tres semanas) y ahí tuve la posibilidad de que me viera el coach de Sudamérica Rugby.
—¿Fue difícil dejar de jugar?
—Fue difícil pensar que ya no iba a poder aportarle cosas al equipo (Chancay Rugby Club). Pensar en mis compañeras, en el club, en el entrenador. Pero por suerte lo tomaron muy bien y siempre trato de acompañar a las chicas desde un lugar u otro. Si hoy estoy acá es porque ellas me ayudaron un montón. Todos los sacrificios involucran a la familia, al club, a los amigos.
—Es raro. Empezaste con esto (referato) para jugar mejor…
—Sí. Uno nunca sabe dónde puede terminar cuando se involucra con algo. Las oportunidades llegan. En los tres años que llevo dirigiendo, sin dudas este fue el mejor. Así que estoy recontenta, agradecida, no llego a dimensionar todavía. Creo que cuando vuelva, me va a caer una ficha muy grande.
A Nerea se le quiebra la voz. Se contiene. Empezó a caerle la ficha. “Voy a dejar el 100 por ciento dentro y fuera de la cancha para que, si Dios quiere, el año próximo me sigan convocando”. Más que futuro, Livoni tiene mucho presente. No hay dudas de que llegará al circuito oficial de la World Rugby. Mientras tanto, seguirá impartiendo justicia en la Unión de Rugby de San Luis, la Unión Argentina de Rugby y en Sudamérica Rugby. Cerrará su gran 2019 en Dubai. Y luego volverá a San Luis para seguir estudiando inglés, tomando nota de las devoluciones sobre su desempeño en la cancha y sudando la camiseta de los árbitros. Con humildad y sacrificio. Como hasta ahora.
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