Un boom: en el microcentro hay casi cuarenta tiendas de celulares

En la capital puntana hay una marcada tendencia comercial que ningún vecino, por más distraído que camine, ignora. Cientos de fundas, protectores, parlantes y todos los accesorios que el mercado pone a disponibilidad para los celulares coparon el centro. Un recorrido que efectuó El Diario de la República verificó que en el radio comprendido entre las calles Bolívar, Colón, Ayacucho y San Martín hay un total de 39 locales abocados a los teléfonos móviles. La modalidad de venta se divide a grandes rasgos en dos, por una parte se ubican los que ofrecen accesorios, como si se tratara literalmente de una boutique para celulares, y luego están los que además facilitan servicio técnico y venta de equipos. Este último rango es el que más abunda.

Las opciones de compra son amplias. En este tipo de comercios se consiguen vidrios templados, protectores, fundas, parlantes y gorras con bluetooth, auriculares, palos de selfie, cargadores, cables USB, smartwatch, pendrives, teléfonos varios e incluso, para los nostálgicos, celulares que solo pueden llamar y recibir mensajes de texto. En general los comerciantes interpretan que el boom que se experimenta en San Luis, al igual que en otras provincias, se debe a la masividad de consumo, que deriva en la rentabilidad. Estas características se duplican en algunos casos donde el mercado clandestino ha ganado terreno.

“El crecimiento está desmedido. Desde mi visión personal entiendo que se debe a la moda que se genera en base a las nuevas tecnologías, además me da la sensación de que se trata de locales fáciles de montar, ágiles, rápidos y hasta posiblemente económicos”, dijo el vicepresidente de la Cámara de Comercio de San Luis, Jorge Moyano.

“No creo que el sector pueda seguir absorbiendo toda la demanda. Entiendo que hay una sobreoferta y va a colapsar en cualquier momento. Dudo que el mercado sea tan amplio como para abastecer todo el espectro”, añadió.

En la Cámara de Comercio no poseen por el momento estadísticas propias que reflejen el crecimiento, de hecho algunos locales no están inscriptos en la entidad que nuclea el sector. Lo que sí se confirmó es que la expansión tuvo su pico en los últimos seis meses.

“Sería ideal que el comercio se amplíe a partir de nuevas alternativas relacionadas con lo que se viene, con las nuevas tecnologías, pero no sobre la base de este tipo de negocios”, expresó Moyano.

La mayor parte de los comerciantes coincidió en las razones de la tendencia del rubro. “Este crecimiento se da por el propio consumo y no solo abarca a la venta de productos, sino al mantenimiento”, sostuvo Mario, técnico que se desempeña en uno de los comercios del microcentro.

Lo mismo opinó Agustín, empleado de un local de venta de celulares. “Se trata de la evolución de la tecnología, la gente trata de estar al día, aunque también están los que buscan los teléfonos que solo pueden hacer llamadas y recibir mensajes; la única dificultad que se nos presenta son las grandes empresas de telefonía y electrodomésticos, que tienen espalda suficiente para vender por debajo de nuestros precios”, manifestó.

Carlos Llanos de la empresa "Max Comunicaciones-Locutorio Centro" aportó su visión desde su experiencia, que se remonta a la época en que CTI Móvil (ahora Claro) ingresó al interior del país durante la gestión del presidente Carlos Menem.

Según definió, el boom de las boutiques de celulares se relaciona a la rentabilidad que genera en los locales la masividad de consumo, y dijo que actualmente la mayor demanda radica en la protección de los teléfonos y la limpieza del software.

“Todo local es rentable en tanto se sepa manejar. Pero este rubro ofrece particularidades, ha tenido un crecimiento considerable desde la época de los famosos ‘ladrillos’ (primeros equipos) que tenían tecnología analógica, hasta la actualidad, donde transitamos la cuarta generación”, afirmó.

Mencionó que el crecimiento que puede arrojar la administración de este tipo de emprendimientos, curiosamente, se ha visto motivado por la piratería.

“Cuando hablo de limpieza del software, por ejemplo, me refiero al mantenimiento por cuestiones de virus o dificultades en tarjetas de memoria, pero hay algunos que se abocan al desbloqueo de equipos de dudosa procedencia”, detalló.

Algunos comerciantes de otros sectores señalaron que se trata de un rubro que no está muy controlado y ello ocasiona informalidad.

Para ellos los entes de control deberían agudizar sus relevamientos para evitar "la compra y venta clandestina".

Más que un teléfono

Actualmente al celular solo le quedó el nombre. El artefacto posee un compendio de utilidades que lo han convertido en una pertenencia que está prácticamente las 24 horas junto a sus dueños; no solo puede efectuar llamadas, sino que al mismo tiempo contiene redes sociales, GPS, fotografía, video, grabación de sonidos, entre otras aplicaciones.

Se estima (según estadísticas de Apple) que en promedio los celulares se desbloquean unas 110 veces por día. Es en sí mismo una minicomputadora que, como tal, precisa su actualización. Para ello tanto jóvenes como adultos van cambiando accesorios y optimizando su software durante la vida útil, que según coinciden los vendedores oscila entre los 18 y 24 meses.