Los amigos y artistas dieron un último abrazo al "Pulpo"
En la sala velatoria, en Balcarce 1440, destacaron su talento y lo recordaron como "una gran persona".
Abrazado a la guitarra, la compañera que le despertó un talento elogiado, lo recordaron los amigos del ámbito cuyano; ese que Félix Máximo María honró hasta sus últimos días. Pero quienes se acercaron a despedirlo a la sala C del complejo Los Palmares, también resaltaron su humildad, sencillez y bondad, valores que inspiró en cada una de las personas que compartieron desde una charla hasta una serenata llena de cuecas y tonadas. El sepelio será hoy a la 10, cuando lo trasladen al cementerio "Parque de La Paz".
En el edificio ubicado en Balcarce 1440, el dolor era inevitable. Desde el mediodía empezaron a llegar las primeras ofrendas florales y junto con ellas, aquellas personas que quisieron acompañar a la familia y darle el último abrazo a uno de los hacedores de la cultura puntana.
El legado. Los profes y alumnos de la generativa que lleva su nombre.
“Estamos todos medio mal, casi no puedo hablar. Era una gran persona, intachable, con una responsabilidad increíble, por eso ha tenido tantos elogios, un gran compañero. Viene a fallecer el mismo día que Aldo Ávila (exintegrante de El Trébol Mercedino). Era muy especial, es muy difícil encontrar en cualquier profesión que sean buenas personas y humildes. Él venía normalmente a los ensayos, no faltaba a ninguna actuación", expresó conmovido Juan Saharrea, el socio fundador de las "100 Guitarras", donde tocaba "El Pulpo".
Otro de sus compañeros, el músico Charly Guzmán, se emocionó al acordarse de la última vez que compartió un encuentro folclórico con Félix. "Es un maestro para nosotros. Yo me acerqué de joven, en la década de los 90, con la intención de conocer sobre Cuyo. Él me abrió las puertas de su casa, se mostró abierto, me transmitió su enseñanza. Tenía la sabiduría de haber vivido las cosas, de estar al lado de los grandes. Era generoso, desprendido y compartía sus conocimientos con quien pidiera su palabra. Me considero su amigo porque nos invitó a su cumpleaños 93, fuimos a cantar tonadas, una tremenda responsabilidad y fue maravilloso", sostuvo.
Los profesores y alumnos de la escuela generativa que lleva su nombre, ubicada en el complejo Molino Fénix, se acercaron a la sala a despedirlo. La diputada provincial Anabela Lucero, quien estuvo a cargo del complejo cultural, reconoció: "Cuando le contamos que la institución llevaría su nombre fueron muchas las lágrimas, compartió varios momentos con los estudiantes, estamos conmovidos. La última vez que estuvimos con él fue en el aniversario de la ciudad. Nos dejó consejos y a los jóvenes les pidió que no pierdan la raíces de la puntanidad y del folclore al emprender el camino de la música. Siempre estará en nuestros corazones".
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