Será a las 11 ante la Asamblea Legislativa, con la reelección en la mira y con la economía hundida en una profunda recesión que golpea a todos los sectores.
El presidente Mauricio Macri inaugurará hoy el 137º período de sesiones ordinarias del Congreso Nacional con un discurso ante la Asamblea Legislativa, en un contexto marcado por el inminente arranque del calendario electoral y varios frentes de tormenta, principalmente en la gestión económica, pero también en la interna de Cambiemos.
El jefe de Estado llegará al Palacio Legislativo a las 10:50, después de atravesar en un auto oficial las 12 cuadras que separan a la Casa Rosada del Congreso. Su discurso comenzará a las 11.
Será el último mensaje ante la Asamblea Legislativa de su período presidencial, cuya última parte quedó atravesado por fortísimos reveses en el plano económico y algunos cortocircuitos internos en la alianza Cambiemos, particularmente entre el PRO y la UCR.
El Presidente afronta duras derrotas en cuanto a la economía: a principios de 2018 vaticinó una inflación anual del 15% y un crecimiento del PBI del 3,5%. Pero la devaluación, la creciente inflación, las altas tasas de interés y la sequía que afectó al campo destrozaron todos los pronósticos: el costo de vida anual trepó al 47,6% y la economía cerró con una pérdida del 2,6%.
El dólar pasó de 18, 92% en enero del año pasado a 38,84 el último día de 2018. La suba fue del 105,3%. El presupuesto nacional lo había fijado en 19,3 pesos para diciembre último...
Esta economía en rojo golpeó muy duro al consumo, lo que generó el cierre de fábricas y supermercados, y puso en peligro a varios sectores clave: la industria, el comercio y la construcción se llevaron el 80% de la pérdida total de la actividad económica.
El año pasado se perdieron 191.300 empleos registrados según cifras de la propia Secretaría de Trabajo de la Nación. De ese total, 97 mil se esfumaron en la industria y el comercio, víctimas directas de la caída en el poder adquisitivo de los trabajadores.
Y es que los salarios formales subieron en promedio en todo el año pasado un 29,7%, casi 18 puntos porcentuales menos que la suba de la inflación.
Otro de los violentos golpes al consumo vino del lado de las tarifas: desde 2015 a 2018, en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano, los ajustes de los servicios públicos fueron del 1.317% para la luz, del 660% para el gas y del 483% para el agua, según un relevamiento de la consultora Invenómica. En el resto del país, el panorama fue similar.
En este panorama, aumentan los cierres de fábricas, las suspensiones y despidos en la industria y la construcción (cerraron 243 empresas del sector el año pasado), y las quejas de los pequeños y medianos productores, asfixiados por una economía que castiga a la producción y al trabajo, y premia a la especulación financiera.
En este panorama oscuro, Macri le hablará hoy a la Asamblea Legislativa: se esperan definiciones políticas y económicas para lo que queda del año, con el objetivo de recuperar la iniciativa para mantener vivo el sueño de reelección. Una aspiración que, a casi 8 meses de las presidenciales, parece una tarea sino imposible, sí enormemente difícil.
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