Fuerte devoción en la Villa de la Quebrada en Viernes Santo

El cerro Tinaja, en Villa de la Quebrada, volvió a recibir a los fieles católicos este Viernes Santo, quienes recorrieron cada una de las 14 estaciones del Vía Crucis que cuenta la pasión, resurrección y muerte de Jesucristo. Ayer, más de 4 mil personas se dieron cita en esta localidad distante, a unos 40 kilómetros de la capital puntana, para subir el Calvario, visitar la parroquia donde se encuentra el Cristo de la Quebrada y disfrutar de una agradable tarde en la plaza Lucía Soler.

Hace 67 años, Villa de la Quebrada fue elegida para albergar este hermoso Vía Crucis. Las estatuas de tamaño natural fueron esculpidas en mármol de Carrara en Italia, por Nicolás Arrighini, entre 1949 y 1951. La historia cuenta que las imágenes comenzaron a llegar a la provincia a partir de 1950. Sin embargo, recién el 3 de mayo de 1952 el Calvario fue inaugurado, ese día se celebra al Cristo de la Quebrada. 

Por todo esto, la localidad es considerada la capital de la fe y, año tras año, recibe la visita de cientos de personas en las fechas religiosas. Ayer no fue la excepción, a las 15:20 la gente se reunió al frente de la parroquia. De un altavoz se escuchó la voz de la madre superiora María Caridad, de la

Congregación Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, quien junto a las demás hermanas y los pequeños del colegio Nuestra Señora de Luján encabezaron la procesión religiosa. 

A paso lento, pero seguro, los creyentes comenzaron a subir por el cerro que tiene una altura aproximada de 320 metros. La gente tiene que caminar, en promedio, un kilómetro y medio para recorrer las 14 estaciones. El punto cúlmine es la estación 12, donde, en lo alto del pico, se encuentra la imagen de Jesús en la cruz.

En esta parada ya había unas 300 personas reunidas, entre grandes, jóvenes y niños, que rodearon la imagen y rezaron, como lo hicieron en las 11 estaciones anteriores. El clima acompañó a los feligreses. El sol, que estaba en su punto más alto, hizo que más de uno sintiera su abrazador calor; sin embargo, a lo largo del camino, una agradable brisa rozó la piel de la gente, como animándola a que siguiera la marcha. 

Varias familias decidieron hacer la peregrinación por separado, a su ritmo, en especial aquellas que iban con niños, como fue el caso de Gina Pérez. La mujer, junto a su esposo e hijo, eligió esta fecha para demostrar su fervor a Jesús. “Esto es un acto de fe muy importante para nosotros. Vivimos en Juana Koslay y somos muy devotos al Cristo. Hace 15 años que venimos a la Villa”, afirmó. 

La procesión comenzó el descenso. El silencio en el cerro era interrumpido únicamente por el rezo y los cantos de los devotos. En promedio, todo el recorrido duró un poco más de una hora.  

La madre superiora María Carida contó que llegó hace 5 años a la provincia desde México, pero ella es española y se nota en su acento cuando habla. La religiosa dijo que durante este tiempo ha sentido el fervor religioso que tienen los puntanos, no solo para Semana Santa, sino para el día del Cristo de la Quebrada. “Todos los que llegamos a este rinconcito de San Luis es para encontrarnos con Cristo, con su amor, porque él se entrega a la cruz para darnos vida”. Además, señaló: “Esta es una provincia muy linda, con muchos recursos humanos, sociales y espirituales. Estamos acá para ayudar a todos los que nos necesitan”. 

La salida del Calvario se encuentra a un costado de la parroquia, es un estrecho camino que está cercado por alambre olímpico y desemboca casi al frente de la plaza central. En este lugar, la gente se reúne con familiares o amigos para compartir una tarde tranquila y llena de paz. El mate, los churros rellenos con dulce de leche o las tortitas eran el complemento ideal. 

Los pequeños aprovechaban para jugar en las calles que habían sido cortadas por personal de la Municipalidad y eran recorridas por la Policía Turística. En varios sectores de la plaza, vecinos o gente de San Luis llegaron con cajas grandes llenas de huevos de pascuas artesanales, que ofrecían a menor costo del que se consiguen en los supermercados. 

Como anticipándose a lo que será la fiesta del Cristo de la Quebrada, el próximo 3 de mayo una cuadra de la venida 9 de Julio ya estaba ocupada por puestos de vendedores, quienes ofrecían comidas, artesanías y ropa.