Un policía encontró un bolso con $350 mil y lo devolvió a su dueño
Los dejó "olvidados" en una mesa del patio de comidas de la terminal por ayudar a un perro que encontró malherido y ensangrentado en el piso.
El oficial principal Cristian Olguín y el médico Gustavo Molina protagonizaron lo que suele denominarse “una cadena de favores”. Porque el policía logró rescatarle un bolso y un maletín que dejó olvidados en una mesa de la terminal de ómnibus, donde guardaba casi 400 mil pesos. Pero el motivo que lo llevó al especialista en emergentología a tener semejante descuido fue que ayudó a un perro a salvar su vida porque lo encontró en el hall central de la Ediro mal herido y desangrádose.
“En una ronda de rutina, que hacía durante la mañana, porque estaba de guardia en la terminal, unos empleados que habían ingresado temprano me comentaron que sobre una de las mesas del patio de comidas había un bolso de viaje y un maletín. Además me dijeron que hacía tiempo que estaban ahí y que nadie se acercaba”, comenzó el relato Olguín.
El oficial fue hasta la mesa, empezó a buscar con la mirada a alguien que anduviera por el hall buscando ese equipaje. “Como no se acercaba nadie, me voy a los baños a confirmar que el dueño no estuviera justo allí. Pero tampoco encontré a nadie. Entonces me llevé los dos equipajes hasta el destacamento que tenemos en la terminal a la espera de que alguien lo reclame”.
Olguín explicó que no abrió el equipaje y por supuesto nunca supo el contenido. “A los cuarenta minutos una persona se acercó al destacamento y dijo que era el dueño de ambos bolsos. Ante la duda verificamos la identidad de esa persona con elementos que había dentro de uno de los bultos. Así confirmé que se trataba de Gustavo Molina, que además era médico de Chaco y que hacía unos meses que estaba radicado en San Luis”.
Pero la mayor sorpresa se la llevó el policía cuando Molina le dijo que “en el maletín tenía el ahorro de cinco sueldos. Al abrirlo constató una cantidad de fajos de dinero, incluso uno de ellos tenía dólares. Insistió en que eran unos ahorros que había podido juntar gracias a un trabajo que le salió en Buenos Aires”.
Todo vuelve
El médico quedó muy agradecido y Olguín quiso saber por qué el hombre abandonó su equipaje en medio de la terminal.
“Me contó que cuando se bajó del colectivo que lo traía de Buenos Aires, llegó hasta la cafetería y justo vio a un perro tirado, muy lastimado y sangrando. Su primera reacción fue dejar todo arriba de la mesa y cargarlo en un taxi para llevarlo a una veterinaria. Recién cuando regresó se dio cuenta de que había dejado todas sus pertenencias abandonadas”.
Cuando Molina se puso a conversar con Olguín y otro policía, les contó que necesitaba alquilar una vivienda permanente en San Luis porque su nuevo trabajo le insume estar 15 días en la Ciudad de Buenos Aires y otros quince en la provincia. “Mi compañero justo le comentó que conoce un matrimonio que terminó de construir un departamento y que lo habían puesto en alquiler. Hizo la llamada y los puso en contacto. Con tan buena suerte que el médico consiguió lo que necesitaba: ahora ya tiene su vivienda”.
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